Me lidiaría con este desgraciado tema todas las
encerronas que quieran echarme, siempre y a sabiendas de que se obtendrían los
frutos para colocar al Toro en el lugar de Respeto y Admiración que merece; y,
del que tanto menoscabo se le ha hecho desde la mal llamada Edad de Plata del
Toreo; la cual dividiría en dos fases, "antes y después de los
petos", o mejor todavía "antes y después de la aparición de la
UCTL" -usted querido lector-aficionado elige-; etapa ésta, consentidora
inicial de unos petos tolerables y racionales, pero correspondiente a lo muy
poco bueno que se disfrutó del Toro en cuanto a Casta y evolución natural de su
Bravura. Va quedando atrás una época en la que los Ganaderos, prefiero obviar
el mote de románticos; con decir simplemente Ganaderos -ya es decir- es
suficiente. Todavía por aquellas calendas, piensan en echar carbón (Bravura)
-la fortaleza se le presupone-; más como todo tiene su medida, al ser
transformados aquellos suficientes petos en murallas acorazadas, ni que
resucitase "Jaquetón", el camino sería distinto.
Después de la "maldita fratricida" y hasta
la muerte de Don Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", todo es ilusión
por mejorar; todo desde el Toro maltratado y desatendido, dadas las escaseces
durante la contienda y las muchas más a partir de ella, hasta en la profundidad
del Toreo; alcanzando éste las notas más sobresalientes de su Historia -todavía
hay Toro-; pues la guerra abrió las ganaderías, se destrozaron cercas, y las
vacas perdidas por la desatención y el expolio, volvían a los dos años
con dos reatas; y con ello, insospechadamente, contribuyendo a mejorar la raza.
Principio infame de hundimiento a partir de la
aparición de Litri y Aparicio con la anuencia de Don Pedro Balañá Espinós y el
sutil encanto de Camará con el "imperio del utrero". Desde esta
etapa, cómoda y pórtico de la decadencia, hasta la aparición, sobre los año 60
de los malditos específicos, coincidiendo con la aportación de las
cuadras de caballos especializadas en normandos y bretones de tracción -sin
duda fruto del abandono de los estamentos del Estado-, se da paso a la más
importante desvergüenza de la que jamás haya sido objeto la Fiesta.
Y desde ahí hasta los días que discurren domina el
caminar indecente de una Fiesta prostituida por el dopado, bien como
estimulador con la intención de equivocar a los equipos facultativos, o lo que
es peor aun en un sentido distinto disminuir el comportamiento agresivo y fiero
de la Bravura, y su acometividad y fortaleza. Todos los específicos usados en
estos menesteres son conocidos por los Sres. Veterinarios y Presidentes de los
equipos de las más importantes Plazas de Toros; y aún diríase, incluso de las
menos. Veo en las sustancias dopantes usadas en contra de la Integridad del
Toro, uno de los más importantes depredadores de la Corrida. Por otra parte la
pasividad manifiesta de los responsables de inspeccionar tanto contrasentido me
ahoga en el más amplio sentido de la palabra. Ejemplo: Uno de los
Presidentes de la Plaza de Toros de las Ventas Don Julio Martínez, agudo
incisivo, sagaz y denunciante en Conferencias y Tertulias, en la práctica
realidad se desvía notablemente de su criterio.
No lo entendemos ni nos convence la Teoría expuesta
por algún responsable en el sentido de que no se dispone de instrumentos para
aislar, sellar y garantizar una muestra tomada accidentalmente, para hacerla
llegar en perfectas condiciones al laboratorio. Si un técnico, tras haberlo
estudiado en la Carrera, no lo desarrolla es por dejadez humana o, de funciones
lo que sería mucho más grave. Estamos adocenados, y ello no es de recibo.
No me sirve la explicación sobre el asunto, de que
no se dispone de una infraestructura para llevar a cabo esta obligada
competencia. Se diría que eso no es cierto cuando desde la Directiva de
Residuos se realizan del orden, por prescripción de la CEE, son tomadas unas
50.000 muestras para sus correspondientes análisis, dentro de la especie bovina
para consumo humano; por ello, cabe preguntarse: ¿El Toro de Lidia no es de consumo
humano? ¿El hecho de que exista un Reglamento para el desarrollo de la
Corrida, exime del cumplimiento de las demás leyes incluidas las de rango
superior?
Con éste han sido tres los artículos para Nuestra
Tribuna con los que he tratado de colaborar en la extirpación de uno de los más
importantes males que padece la Fiesta. De momento concluyo conformándome con
disfrutar de la ilusión de que hayan sido tomados en consideración; y, si desde
la latitudes del organigrama de la Fiesta ha sido leído, y consecuentemente les
haya motivado, para en la medida posible acelerar su puesta en marcha, lo qué
sería inimaginable a la par que satisfactorio para aficionado.
VAMPIROS, ¡YA!!!!
Texto José Olid. Colaborador de Granada Costa para
De Catafalco y Oro.
Foto.- Thayss Alba de Tormes.
¡¡¡GENIAL!!!
ResponderEliminarSe agradece tan valiente comentario que va a las entrañas de los males que han acabado con la Fiesta de los Toros.
ResponderEliminarY ahora vamos y nos creemos todos ,que el mejicano,Cutiño,Casas,que han sido colaboradores necesarios para llegar a donde estamos,van a salvar a la Fiesta.
Tiempo (poco) al tiempo,para salir de dudas.