Rozando el lleno se han lidiado toros de Victoriano
del Río, de juego desigual.
El Juli, silencio y
ovación.
Miguel Ángel Perera, oreja y
ovación.
Alejandro Talavante, vuelta tras
aviso y oreja.
Roza el lleno la primera corrida de “figuras” -al
uso-; lo que para serlo se requieren virtudes en ejercicio de la profesión que
los tres espadas en cartel para con ésta de Victoriano del Rio, trataron
de aportar aunque solo fuese su búsqueda. Se les ve cierta motivación; más
fueron los variados de la poco pareja -me alegró- corrida de San Agustín de
Guadalix. La historia de las mejores ganaderías básicas y clinoeje de la actual
cabaña, radica en lo que personalmente llamo “grandes cruzadores”. Me da qué,
Don Victoriano del Río y sus cachorros tiene muy captada y puesta en ejercicio
la acción de cruzar en sus explotaciones -factorías- ganaderas. Es por ello que
solo en las Plazas de Gran compromiso, se les puede ver encierros totalmente
parejos. Pero en Málaga, y pese a su calificación de Plaza de Primera, parece
venirles largo, lo que se agradece. Seis Toros distintos, como distintas eran
las madres que los parió; lo cual nos permitió ver variados comportamientos,
cierto encastado y por tanto darle que pensar a los tres “G-nosé cuantos”
acartelados.
Mi Murube. Salido de no se dónde
Un “Esperón” que quiere ser Lisardo por tipo, mal
faenado por El Juli y no por falta de conocimiento. De alguna manera le
recordaba al “victoriano” de la cogida de Sevilla. “Copito” hizo segundo, muy
en Murube, puede que de la procedencia de Algarra, bien entendido por Ignacio
Rodríguez en varas; a más y faenón de Perera. El “Viajero” de Talavante, no se
anduvieron, ni matador ni “condeso” por lo mucho de Tamarón en comportamientos
y tipo, en honrar con su presencia la desafortunada Malagueta en su intento de
mantener prestigio, lo que a raudales perjudican los comportamientos de su
Presidenta la sra. Romero. Es el cuarto “Soleares” el más fino de cabos y tipo,
en linea de lo más antiguo de Luis Algarra, bien atendido por Diego Ortiz en
varas. El único que no mantuvo el “regusto” del palo hincado una vez ejecutada
la suerte, cosa que todos los del castoreño, todos, exhibieron para deshonrar
la profesión subalterna, la cual también viste de oro. “Distante” que hizo
quinto, el cual tal como indica su nombre, no permitió a Perera; torero
éste que no sabe tirar por la calle de en medio, lo que alargó una búsqueda
innecesaria.
Un condeso en toda regla
Más fue “Tordillo” en negro -negra toda la corrida-
quién le puso en bandeja, dentro de mil dificultades, las orejas a Talavante,
conformándose éste con tan solo una. Y a lo que íbamos, está claro que
Victoriano del Rio bien porque lo tenga en casa, por intercambios o
adquisiciones no hechas públicas, tiene claro el concepto del cruce lo que nos
permite variedad y a la para mantener fuerza genética y recuperar casta.
El Juli en aires gallistas
El Juli optó tras no confiarse, aunque el toro lo
mereciese por su comportamiento en varas y banderillas, por la brevedad con una
estocada trasera en fallido “julipié”, tras laboriosa preparación. Con su
segundo, en un inicio de faena que nos hizo presagiar la faena de la Feria, y
que vino a confirmarnos nuestra fe “in crescendo” de captarlo para La Causa.
Falla a espadas y se fue de vacío. Primero regenerar las Ganaderías, después la
Verdad sin “patita escondida” -hoy menos- y después ya se pensará en Gallito;
así qué...
Perera por chicuelinas a mi pretendido
Lisardo
Miguel Angel Perera, no tiene otro espejo en que
mirarse, que no sea “el mismo”. Hay en sus esencia un toque de “ojedismo” que
repudio; otro muy claro de Armillita -coincidencia- y por mis propias
alusiones, si banderillease a Félix Rodríguez. Su faena ligadísima a su “murube”
que hizo primero de su lote, me obligan a estas disquisiciones. Estoconazo
perfecto de ejecución y bajo de colocación; una oreja que debió ser arrastrada
con el Toro. La funcionaria, presentadora televisiva y presidenta de la
Malagueta sra. Ana Romero, debe meterse en la cabeza qué, con un bajonazo, no
se dan orejas.
Talavante en una muestra de su
profundidad
Lo grande, lo más de la tarde, se produjo en la
faena de Talavante a su primero: ordenada, diversidad sobre ambas manos; y en
los remates, ligada, pausa y ritmo combinados según el Toro iba a más; todo en
el platillo, pero invirtiendo entre serie y serie los sentidos de cite; jamás
dio salida hacia los adentros en busca de alivio, como en tantas ocasiones se
les ve a los “geses” para justificar apatías, incapacidad o culpar al Toro de
las deficiencias de su lidia. Buena estocada haciendo la suerte, pero no
suficiente como para rodar al toro, pese a su colocación en el rincón;
descabellos enésimos y vuelta al ruedo entre el clamor y la satisfacción del
propio Torero, así con mayúsculas. Y lo he puesto así, porque me recordó a
tres: Manolete, Tomás y Domingo Ortega. ¿Con cual nos quedamos...? Yo, con los
tres.
Talavante estoquea sin dudas. Debe definirse
José Gómez “Gallito”, Félix Rodríguez o Armillita,
José Tomás, Domingo Ortega o Manolete. Don Juan Pedro Domeq y Díez, Conde de la
Corte, Luis Algarra, Murube...o Lisardo... !Todo en el mismo bote de la
Malagueta, puede parecer demasiado!
Fuente y fotos.- José Olid. Colaborador de la Costa de Granada para De Catafalco y Oro.
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