Los
actuales empresarios de Sevilla haciendo gala de una torpeza inusitada para
gestionar adecuadamente esta plaza, propician año tras año el abandono de los
tendidos de multitud de abonados. Este año 2014
a consecuencia de su trato despectivo a los toreros e incumplimientos
denunciados por ellos, la programación de la temporada se encuentra
condicionada a confeccionar un abono tan atípico como inusual en la historia
más reciente de la
Maestranza.
Una vez más los aficionados solicitamos a
la Corporación
propietaria de la plaza de toros de Sevilla que tome de una vez cartas en el
asunto y detenga el deterioro del prestigio y dignidad de su plaza, tratando de
reconducir a mejores puertos esas condiciones contractuales inmovilistas y
cuasi eternas que le atan a la empresa Pagés.
No hay mas cera que la que arde respecto
a nombre de toreros incluidos en la feria de este año, pero una vez más la
empresa vuelve a recaer en vicios pasados dando demasiada “cancha” a toreros
que por intereses espurios no lo merecen como El Cid o Daniel Luque, en
perjuicio de otros matadores como Salvador Cortés, Oliva Soto, Jiménez Fortes o
Curro Díaz, que deberían haber ocupado un sitio, que por sus trayectorias se lo
han ganado en el albero maestrante.
Creemos una ingerencia taurina perniciosa la influencia de Simón Casas
en la confección de los carteles
Con el ganado se ha producido la curiosa
circunstancia de que la mayoría de los hierros contratados para aquellas
“figuras” que gustan de enfrentarse a ese medio toro, descastado, parado y
entregado que hoy se estila, al producirse el boicot, dejan ese material para
compañeros más modestos que necesitan reivindicarse para escalar puestos en el
escalafón. El aficionado espera que al menos obtengan el premio que merece su
sacrificio y que en este río revuelto sepan sacar de estos medios toros el triunfo que demanda
su afición y entrega.
La empresa Pagés vuelve a tirar piedras
contra su tejado y la propia Fiesta cuando mantiene el precio de las entradas
como la temporada anterior.
Consideramos por un lado que con la crisis
actual, económica y taurina, la mejor política sería bajar ostensiblemente el valor de los boletos
y los abonos, pero una vez más no es así y continúan con la política de las lentejas, si quiere las tomas
o si no las dejas, pero no se dan cuenta de que a quien deja el público y el
aficionado es a los Sres. Canorea y Valencia.
Resumiendo, cuando el empresario habla,
el abonado deserta y la Fiesta
y la plaza de toros de Sevilla degeneran.
Sevilla, 12 de marzo de 2014
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