jueves, 11 de julio de 2013

El Ayuntamiento reconoce que la plaza de toros no corre ningún riesgo UPyD exige al alcalde que reconsidere el derribo del coso

«No hubo riesgo real». Con esta contundencia se pronunciaron ayer desde el Ayuntamiento de Burgos para zanjar de una vez  la polémica sobre la situación de la plaza de toros del Plantío.  Avalando esta declaración, se incorpora el informe elaborado por los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos que también realizaron el diagnóstico del coso meses antes y recomendaron realizar obras de mantenimiento previas a la feria.
En este segundo informe, basado en las labores de supervisión que realizó el equipo de expertos durante todos los días en los que el coso acogió corridas de toros, se  enumeran los controles desarrollados a diario para constatar si los elementos que se habían incorporado durante las obras de consolidación «permanecían tal y cómo habían quedado tras la terminación de las labores de refuerzo».
Los ingenieros José Antonio Martínez, Luis María García y Ángel Aragón ratifican que estas tareas de supervisión, consistentes en inspecciones visuales, se complementaron con la instalación de unos monitores que permitirían conocer si se producía alguna variación estructural en la plaza.
El resultado es clarificador: «mayoritariamente se ha comportado dentro de los parámetros previstos». Un retén de la brigada de obras, prosigue el informe, intervino de forma puntual ante algunas incidencias.
Por si el informe no fuera claro y preciso, fuentes del Ayuntamiento insisten en que no hubo riesgo real en ningún momento, porque se contaba con los monitores que hubieran detectado cualquier anomalía.
La presentación del informe por parte del equipo de gobierno implica también una respuesta al grupo municipal de UPyD que, ante el temor de que la estructura del coso taurino hubiera estado dañada de tal manera que los miles de asistentes a las corridas hubieran estado en riesgo, reclamó ayer explicaciones urgentes al alcalde, Javier Lacalle. UPyD no duda en pedir la dimisión del regidor si hubiera cometido la temeridad de permitir las corridas de toros si  el riesgo hubiera existido de forma real.
La formación política también demanda una explicación a la Universidad de Burgos, institución académica a la que pertenecen los ingenieros que elaboraron el informe sobre el deterioro de la plaza y recomendaron obras de consolidación meses antes. UPyD pide que se clarifique la situación porque estima que si hubiera existido riesgo también el equipo técnico debería asumir su responsabilidad «si se equivocaron en su análisis» o porque las obras recomendadas no se realizaron «adecuadamente».
La declaración del Ayuntamiento reconociendo la ausencia de riesgo para los 10.000 espectadores que se citaron en la plaza durante la feria acaba con las especulaciones y responde a los interrogantes lanzados por UPyD.
Los tres concejales del partido en el Ayuntamiento, a la vista de que la plaza no amenaza con venirse abajo, piden también al alcalde que reconsidere su decisión de derruir el coso y alzar en los terrenos un pabellón cubierto multiusos que, amén de acoger corridas de toros en las fiestas, pueda servir para realizar otras actividades.
El grupo en la oposición, que siempre se ha postulado en contra de derribar el coso para sustituirlo por un pabellón cerrado, le recuerda a Javier Lacalle que si persiste en su intención puede pasar a la historia como el alcalde que «acabó no sólo con los toros en Burgos sino con una parte importante de las fiestas como es la actividad de las peñas».
En su alegato, la formación le aconseja a Lacalle que no tema rectificar porque «lejos de perder credibilidad ante los ciudadanos la ganaría, ya que rectificar es de sabios», concluye.

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