jueves, 16 de agosto de 2012

El Patio de Monipodio



Dada la incorporación de tesis gratuitas que incluyen algunos autores con ensayos o artículos, de los que tomo como ejemplo el aparecido en un blog de importantes contenidos, que es La Razón Incorpórea, en su última entrada titulado “la emoción en el toreo (El secreto de José Tomás)”, me veo en la obligación de poner un poco de orden, con lo qué cumplo mi “le tengo preparado” que en su día ofrecí a su autor.

Con el deseo y mi agradecimiento por delante, de que me puntualicen cuando hago demagogia o luzco mi condición de analfabeto, aprovecho para salir al paso de aquéllos que tildan como “tendidos de la demagogia y analfabetos” a los espacios cubiertos por usuarios de la informática, dentro de los que me encuentro; y siempre, lo que debe de constar, desde el Respeto al Toro, al Torero y al Toreo. Digo:
Pueden estar confundiendo en el Toro el factor velocidad con codicia. No se trata de una fuerza sobre un vector en el que ya viene definida la intensidad, la trayectoria y el espacio. Cualquiera de sus elementos puede cambiar durante el transcurso del lance al olvidar en su construcción el TEMPLE, y como consecuencia el MANDO. Un lance exclusivamente desde el aprovechamiento de las inercias, no es nada; si acaso, ofrece una cuestión a resolver, la de la colocación. No traten de deformar, ni abolir los fundamentos del Toreo, entendido con Toro, basándose en la aparición de nuevos términos como el ACOMPAÑAR Y LIGAR SOBRE EL COMPAS, ya que estos vienen a reforzar y complementar los fundamentales e instituidos como básicos en el Toreo de la VERDAD.

La búsqueda de otras emociones, después de ver como se trata de eliminar la mayor parte de las que han dado consistencia al Toreo, la veo inoportuna. Personalmente advierto una conjunción de todas las posibles en una sola emoción, la resultante del Arte del Toreo. Conforme en el estudio a modo de ensayo sobre las emociones, a lo que no tengo nada que objetar, pero me parece de poca utilidad; puede que venga bien para aquel neófito (aficionado en formación) incapaz de controlar sus sensaciones, todas del mayor respeto. De todas formas prefiero al aficionado formado en el tendido, en el campo o como práctico que al bibliógrafo.

El hecho de colocar en liza la posibilidad de la condición de excluyentes los términos “torista” y “torerista” ya viene a demostrar la aceptación de los mismos. Es un anacronismo la imposición, generalmente de conveniencia, de los términos. Recuerdo de cómo, un grupo de aficionados en una corrida Concurso, me tildaban de “torista”, lo que me supo a insulto. Permanecer en la teoría de la exclusión es un error, dado que Toro sin Torero imposibilita la Creatividad del Toreo. El aficionado que parte de la Integridad del Toro para fundamentar los conceptos del Toreo, no elimina para nada al Torero, ya que ello no sería posible sin que los dos protagonistas lo expresaran en intensidad suficiente como para llegar a emocionar.

El aficionado práctico -yo entre ellos- consciente de las dificultades a superar para estar ahí delante, es mucho más tolerante que los demás. Ahora bien, cuando se trata de un aficionado fracasado en el intento de hacerse torero, éste no suele ser nada indulgente con el Torero, toda vez que lo que para él siempre han sido obstáculos insalvables, hoy les vienen superados, parafinados y engolados por pretendidos ganaderos que han tratado de transformar el concepto Bravura para dar un servicio. Le han quitado a la par que romanticismo, la VERDAD al Toro; y por descontado, la condición de coprotagonista. Y de ello, tenemos como consecuencia el toreo moderno -ya en minúsculas- con el que soy acentuadamente crítico.
Lo de Juan Pedro y Jandilla es una vulneración de lo bravo; lo de Justo Hernández además de agresión a la Fiesta, es una idea sacada de la chistera, con la que aporta concepciones de conveniencia para abundar y continuar en el servilismo de la crianza de pseudo-bravura, de toritos que sirvan -odiosa expresión- y justifiquen el razonamiento de que “El Toreo empieza a raíz de pararse el toro en la muleta”; engendrada idea y muy asimilada para darle utilidad a toreros que a la vez de encabezar el escalafón, son irresponsables con su profesión; algunos de ellos -figuras- qué han podido perder su condición de aficionados, consecuencia de la contaminación del dinero. Justo Hernández ha pretendido cargarse de entrada, todo lo que se le haga al Toro desde su salida hasta la hastiante faena de muleta actual, siempre con la venia de TODAS las figuras, sin excepción. Incluyo a José Tomás.

La banalidad a la que alude, la pueden suscitar quienes utilizan, como es su caso, ciertos planteamientos vertidos sin la suficiente base científica, para desde ellos llegar a conclusiones gratuitas. Es gana de ganas, por otra parte hablar polémica, cuando esta situación no ha sido nada más que el inicio de una discusión -no guerra- al menos por mi parte, tratando de aportar luz a la veleidosa idea de asentar principios de autoridad sobre cuestiones no demostradas empíricamente. Trato de aclarar algunas de las muchas confusas propuestas, que al aficionado de cualquier nivel, puedan llevar al error. Si se discuten las fórmulas de la matemática -ciencia exacta mal llamada- que razón hay para no discutir cualquier tema en el que las sensaciones no se ajusten a medida, ni clasificación, por mucho empeño que quiera poner en ello. Los atriles son para honrarlos con el mejor de los usos; no, para servirse de ellos.

Basar un articulo o ensayo en citas de autores, a más de lo que aporta con sus aseveraciones, para asentar un principio de autoridad, no es de recibo; taparse con Pepe Alameda y con Manolete, y hasta si me apura, con Tomás, torero este que ha de rendir cuentas al compromiso que contrajo con El Toreo y a lo que no ha dado respuesta, tampoco lo considero justificable.

A diferencia de los que contestan en una tertulia, en el corral de su casa o en el Patio de Monipodio, cuando les place, este humilde aficionado que se firma Gil de O cuando no escribe para OyT, pueden ustedes encontrarlo a cualquier hora para hablar de Toros, si es de ello, de lo que se trata.

5 comentarios:

  1. Amen. Si al buenazo de Gil de O. y a mi nos hacen con la misma forma de pensar, no salimos tan iguales.

    Un saludo tanto a Gil de O. como a ti José.

    ResponderEliminar
  2. El Chacho16/8/12 11:21

    Con permiso de Rincón y Cortado, no sin antes haberlo solicitado al más grande de las letras Don Miguel, me he metido en el Patio de Monipodio:
    Don Gil ¿Cuál de ellos es usted, de no ser el propio Don Miguel? De los personajes de ese corral en el que los falsos estudiantes, las prostitutas, los mendigos de esportilla, la vieja faldillera o “halduna”, trotaconventos y celestina y, los bravos y bizarros mozos, cual de ellos.
    ¡Ah! Ya... usted Don Gil de O. es el ciego, seguro que es el ciego -qué no es ciego- con lo que consigue la imagen real de todos los del Patio.
    Le ha puesto una “entreguilla” a la INCORPOREA y le han picado, pensando que estaba en su línea del torerismo, toreo moderno y destoreo.
    Cervantes estará muerto de risa. Yo también.
    Su chacho-compadre

    El Chacho

    ResponderEliminar
  3. Buenos dias José Mª, esto se está poniendo que no hay quien venga. Como he dicho en otro comentario, me iré a Francia a disfrutar de todo lo bueno aunque los jamones me los tengas que mandar tú desde Huelva.
    ¡Que razón tiene Gil de O., con cuatro como él se acaba el papel. No tenemos bastante con la prensa oficial que además hay quienes estando en el mismo equipo también critica muchos de los comentarios o post de los aficionados. Otro grano de arena para acabar con esto, pues venga y vamos, cuanto antes mejor. Al final me haré antitaurino con carnet después de haber estado con ellos como verás en un post que pondré posteriormente. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Isabel-1916/8/12 12:15

    Con esto del Patio de Monipodio me han obligado uds. a releerme el Rinconete y Cortadillo de Don Miguel de Cervantes. Don Olid, con esa malaleche que se gasta al estilo del otro Don Miguel, ese de Salamanca y al que tanto le gustaban los Toros (eso no quieren saberlo los socialistas) nos ha largado uno de sus sermones (tiene un atríl y no malverso) para que tengamos que volver a leer a los grandes. Creo que lo de demagogos y analfabetos le ha llegado al alma, cuando él es un estudioso, pero no solamente de Toros, sino de cualquier cosa en la que con solo arañar, encuentre algo de vida.
    A los de la "razón incorpórea" se ve que se les ha agotado el carbón, parándose en el 23 comentario. Yo ya no he querido entrar para decirles que en OyT estaba la respuesta a sus parafinadas maneras con las que tratan de encubrir la fiesta (con minúscula) de la MENTIRA.
    Besos, abrazos, guiñitos de confidencia y más cosas para todos de

    Isabel-19

    ResponderEliminar
  5. Dice el Chacho que Cervantes de estará muerto de risa, Cervantes y quien no es Cervantes, porque aquí aunque en el mundo bloguero "semos" analfabetos el que más y el que menos aparte de haber leído a Don Miguel, seguimos con gran devoción a Gil de O, el Chacho y aunque menos a Isabel, ilustres blogueros, los cuales, no voy a tener la osadía de compararlos con don Miguel, pero no digo que si se lo hubieran propuesto en aquella época, si al menos hubieran competido; o sea que yo lo viere así por sus comentarios en esto de lo taurino.
    Hay cositas en la razón incorpórea, que a pesar de ser uno de los mejores blog, a veces ocurre que tiene razonamientos que pierden el norte como al señor hidalgo,quien por muchas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles.

    ResponderEliminar