Imagínenselo,
sí: un torero que quiere triunfar, una oportunidad, plaza de toros de Zaragoza,
18 de julio de 1936. Y cuando Jaime Lorén, ‘Minuto’, se sentía más a gusto
consigo mismo, cuando estaba acariciando la gloria, vio que la gente abandonaba
la plaza. Aquello debió aturdirle el corazón, pero decidió seguir. Y estuvo aún
mejor. Pero, al acabar la faena, estaba prácticamente solo: había
estallado la Guerra Civil.
Don
Celestino Martín, que era entonces empresario, organizó una novillada económica
y nos puso al ‘Baulero’ y a mi. Me acuerdo de que se acabó el papel… Y de que,
mientras yo toreaba, mucha gente comenzó a marcharse de la plaza, sin que yo
supiera exactamente por qué. Aquel día ya se habían oído rumores, pero nada se
sabía con exactitud… Cuando acabé con el bicho las autoridades que presidían se
habían ido también, dejando el palco vacío. Recuerdo que, en vista de eso, le
dije a un amigo que estaba en el tendido: “Anda, ahora te puedes tirar de
espontáneo, que no te dirá nadie nada…”.
Fuente.-
Mariano García, 20-01-2010 en http://blogs.heraldo.es/tinta/?p=1864
Para el Tío Pepíco, ya comenzó el 12 -no el 18- día en qué un grupo de milicianos decidió que había que quitarle la visa a su hijo sacerdote, y con él al "sochantre" del pueblo que venía por encargo de Juan (el hijo sacerdote del Tío Pepíco) de rescatar los Sacramentales y Ostias Consagradas del Sagrario que según se rumoreaba en el pueblo habían determinado profonar para la media noche, los de las fauces ensangretadas, los que decidieron clavar las hoces en los techos e incorporarlas a sus divisas, los que al igual quitaron los martillos del yunque de las forjas de las Españas, para incorporarlos a más muerte.
ResponderEliminarUn dato más que se nos ofrece de la fatidica historia de España que muchos desconocemos.
ResponderEliminarPara que sirva de información donde procediere, ya que ha sido paralizado el proceso de Beatificación de Don Juan y de Conde -así se llamaba el sacristán- una de cuyas nietas jugó un papel político junto a Felipe Gonzalez, de cierta relevancia por cierto, quiero manifestar:
ResponderEliminarQué, aquellos milicianos lo llevaron prendido para darle caracter oficial a la detención al cuartel de la Guardia Civil, de donde salió cadaver para enterrarlo junto a los fusilados aquel amanecer del que no se tiene constancia de fecha, el pie de la cuesta de la Carretera de Baeza. junto al barranco y límite de las fincas de Jarafe y "Gindolí"
Atentamente el Bachiller Cantaclaro II