domingo, 17 de octubre de 2021

FERIA TAURINA DE JAEN. 1ª FERIA DE SAN LUCAS



Estuvimos en Jaén puntualmente como todos los años y aunque suele decirse que es la última Feria Taurina, no es así, porque Jaén no es sino la gran cúspide del año taurino en España para continuar de toros en nuestro campo bravo, en nuestras sedes taurinas, peñas, asociaciones continuando con grandes eventos que ponen de manifiesto la importancia de nuestra Fiesta en toda la provincia.

Pues bien, estaremos en los dos festejos mayores que se celebran este año en la capital. 

Ayer sábado 16 se anunciaron toros de Domingo Hernández para el grandioso genio de La Puebla, triunfador en Sevilla, Emilio de Justo, recientemente triunfador en Madrid y el torero revolución de la temporada, el arte trianero personificado en la figura de Juan Ortega.

Tarde de gran expectación y muy buena entrada, más de tres cuartos de ocupación en el Coso de la Alameda.

Los tres actuantes fueron reclamados para saludar antes de comenzar el festejo.

Los toros de Domingo Hernández no dieron el juego necesario para que tanto toreros intervinientes como público asistente quedaran satisfechos  con el juego y comportamiento de los mismos. Mansos y descastados, siendo devuelto el 4º de la tarde por su debilidad manifiesta.

En su lugar se lidió un ejemplar de D. Sancho Dávila que fue a la postre quien salvó la tarde de toros, con el que Morante realizó una gran faena, cortando dos orejas y poniendo a todo el mundo de acuerdo. Pero si importante fue la faena de Morante de la Puebla no fue menos importante, el comunicado que transfirió el toro de nombre “Viña” marcado con el nº 4; y no fue ni más ni menos que nuestros campos jienenses no tienen nada que envidiar a los salmantinos y que la sangre “Maribel Ibarra” que llevaba este ejemplar, dio “sopa con ondas” a todos los presentados por Domingo Hernández, los cuales resultaron unos verdaderos “garci-bueyes” indignos de cualquier plaza de toros, incluidas las de talanqueras; aún mucho menos para una Plaza de Toros de 2ª categoría como es Jaén; y me atrevería a decir que incluso en el trapío a pesar de tener la edad y peso reglamentario, nada que ver con la presencia y trapío de un toro; y a esto no nos equivoquemos, no podemos echar la culpa al empresario, ni de Jaén ni de ninguna plaza, pues todos sabemos cómo funciona esto y quien impone, impone.















Bien, pues vayamos a la intervención de los espadas actuantes.

D. JOSE ANTONIO MORANTE CAMACHO “MORANTE DE LA PUEBLA”: El torero de La Puebla del Rio, recogió a su primero con el capote sin posibilidad de poderse estirar. El toro tiene poco recorrido y se queda muy parado en su embestida.


Sale de corrido y entra al caballo sin ponerlo en suerte saliendo suelto del encuentro con el montado y yéndose al caballo que hacía puerta donde recibe otro picotazo.

Hasta este primer tercio el toro sale suelto tanto de los caballos como de los capotes que se le ofrece de parte de las cuadrillas, no quiere guerra y denota una manifiesta mansedumbre.

Morante de la Puebla viene con ganas y se saca al toro por bajo fuera de las rayas de picar, rematando de una trincherilla con sentimiento.



Irreprochable faena de Morante por ambos pitones, siendo más aplaudidas las tandas por el pitón izquierdo por donde el torero se ha sentido con gusto y temple dentro de la pobre embestida de este ejemplar de Garcigrande.




Finiquita al toro de una estocada algo caída que hace doblar al descastado morucho.



Petición mayoritaria de oreja de parte de los tendidos que como es reglamentario otorga el señor Presidente.




Su segundo de Garcigrande es devuelto a corrales y punto, no diremos más de un toro que tampoco sirvió en los primeros compases de la lidia.

En su puesto salió un sobrero alimentado en tierras de Sierra Morena, concretamente en “Puerto Laca”, de la ganadería del ganadero D. Sancho Dávila Iriarte.

“Viña”, que así se llamaba el toro, marcado con el número cuatro y nacido en octubre de 2016 fue quien salvó lo que hubiera sido una desastrosa tarde en cuanto a moruchada presentada.

Morante lidia al toro capoteándolo hasta los medios donde cierra de media verónica que atisba en el público una buena faena de Morante, como así ocurrió.




Torerísimos pases por alto como recibo en la faena de muleta a “Viña”, rematados de molinete, saliendo toreramente del encuentro con el toro.





En la faena de muleta hubo un desajuste en uno de los componentes de la Banda de Música de Jaén, la directora para la música y tanto el público como  Morante sin saber lo que ocurría y pensando la mayoría que el corte musical fue a propósito, el torero mira al tendido, indica que no siga la música y a partir de ese momento, la verdad es que la verdadera y auténtica música la puso Morante con su toreo.

Los bomberos de la capital fueron avisados porque la Plaza casi se incendia con el calor y fuerza de los aplausos que recibía Morante en cada una de las series ante un toro que fue a más y el genio en un pletórico momento hace un guiño al maestro Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda” toreando de frente al natural que pone la plaza en pie y es un clamor.









Muerte de bravo del toro ante la estocada de Morante que es premiado con las dos orejas que saca los pañuelos al mismo tiempo junto al azul, premiando con la vuelta al ruedo al buen toro de D. Sancho Dávila, que vuelvo a repetir, ha dado un toque de atención sobre como son los productos que se crían en estas tierras tan toreras y ganaderas.















EMILIO DE JUSTO: Se ajusta en tres lances de salida de un toro que queda totalmente parado ante el capote que le muestra Emilio de Justo.



Sale suelto al relance de un capotazo y va hacia el caballo de picar, se duele y vuelve a salir suelto, vuelve a entrar y el piquero consigue un puyazo ante un toro que cabecea, protesta y busca la salida que hábilmente le tapa el montado dada su manifiesta mansedumbre.




Emilio de Justo comienza la faena de muleta peleándose con el morucho segundo.

Realiza una buena tanda por la izquierda a base de tirar y esperar al toro que no para de escarbar, resultando molesta e incierta su embestida.




De Justo saca agua de un verdadero desierto.

Estocada de ley en toda la yema que hace doblar a este mal toro de Domingo Hernández.





Petición de oreja de parte de los tendidos, la cual el señor Presidente no considera mayoritaria, siendo el torero obligado a saludar desde el tercio.

En su segundo por fin Emilio de Justo, tras una larga en el tercio, puede estirarse a la verónica en templados lances a pies juntos hasta que de nuevo al igual que sus hermanos de camada se para ante el capote del buen torero de Torrejoncillo.





Toma un puyazo de cada picador ya que a los dos piqueros se ha dirigido saliendo suelto de los lances.

Lances por Chicuelo de frente con el compas abierto rematando de revolera, es el bonito quite que realiza Emilio de Justo.





Aplaudido tercio de banderillas y gran faena de Emilio de Justo por ambos pitones.






Todo ha sido elegancia, pureza, temple y mando en las manos de este buen torero; pero claro, como es normal, el morucho de Garcigrande se raja al verse podido y De Justo va a los terrenos donde quiere estar el toro a intentar tandas por la derecha, el toro a esas alturas sale suelto en cada muletazo y pegado a tablas instrumenta algunos pases sueltos con gusto.










El toro se va a la mismísima Puerta de Toriles con gesto de echarse y en esas circunstancias, el torero pincha varias veces hasta colocar una buena estocada siendo fuertemente ovacionado por su voluntad de agradar y es obligado a saludar desde el tercio.




El toro es fuertemente pitado en el arrastre, no fue para menos.

 

JUAN ORTEGA: Toro que como el resto de sus hermanos sale suelto y ejercer de buen detective analizando todos los terrenos del coso jienense.

Ortega no puede estirarse a la verónica ante la embestida incierta del burel.




Al menos ha empujado ante el peto del caballo que monta el conocido picador de la provincia Juan Pablo Molina “Juanpa”, en el círculo taurino; el cual estuvo durante varios años de mayoral en la ganadería de los Ortega.



Extraordinario tercio de banderillas protagonizado por  Andrés Revuelta y José Ángel Muñoz Barranco “Perico”.




Toro que sale suelto y sin celo alguno en sus primeros encuentros con la muleta del maestro trianero.

Ante la actitud del tercer morucho, Ortega le consiente y poco a poco a base de no dejar al toro que piense ni se pare, le va sacando muletazos de buen corte, pero sueltos que llegan con poca fuerza a los tendidos.




Otro toro que  aunque el torero se ha esforzado, termina por rajarse y las palmas de tango se hacen presentes en la plaza.

Mata de estocada arriba un punto trasera que tarda en doblar y tiene que hacer uso del descabello.


Aplausos merecidos para el torero y justificados pitos al toro en el arrastre.

Su segundo no iba a ser menos que sus hermanos de camada y sale suelto, corretón y como no, nuevo “Sherlock Holmes” del ruedo jienense.



Toro que de nuevo imita a sus hermanos de camada y se va de corrido al caballo que monta José Palomares donde toma dos puyazos siendo el piquero aplaudido.



Faena de Juan Ortega con gusto y mucha torería como es habitual en este buen torero trianero que  todo lo ha hecho con gusto y temple, pero la actitud del toro no deja que llegue al tendido lo que el torero le realiza.





Toro que se frena y se queda corto punteando el engaño, Juan Ortega lo intenta todo pero es imposible hacer cestas donde no hay mimbres.

Mata arriba y es aplaudida su labor. Nuevamente pitos al toro en el arrastre.






Al finalizar el festejo, las cuadrillas saludan al palco Presidencial y son despedidas en olor de multitudes.