martes, 7 de mayo de 2019

AROMAS DE AZAHAR EN LA GANADERIA DE D. IÑIGO GARZON


Si amigos, si. Aromas de azahar con el toreo del Matador de Toros valenciano Román, fue lo que pudimos sentir en nuestros sentidos la mañana de ayer en la Finca “Cerropelado” de D. Iñigo Garzón.
Siempre es un lujo asistir a esta ganadería en todas sus tareas camperas, pero cuando se produce el milagro que ocurrió ayer donde se tientan cuatro becerras con una calidad insuperable, siendo tres de ellas de nota alta y de un mismo semental, os podéis imaginar que aunque vaya en el interior de las personas, que milagro es el toreo que todos los presentes pudimos ver los sentimientos tanto del torero invitado como del propio señor ganadero.
Todos conocéis y el que sea taurino mucho más, como es el toreo en un tentadero, se torea de forma distinta que en la plaza, al señor ganadero ya lo hemos podido ver en infinidad de ocasiones, él no torea para público, no se viste de seda y oro, no espera a nadie a su llegada a la plaza, todo es distinto, su toreo campero queda en la retina de los asistentes y en su mente quedan las conclusiones que va examinando de cada res probada para continuidad de su ganadería.












Pero llega la hora del torero, preparación exhaustiva de su temporada, preparación mental, física y psíquica, es otro mundo, todo es diferente.
Pero he ahí el milagro del campo bravo, que en esta ocasión cambió el aroma de la jara y del olivar que abraza a esta ganadería por el aroma a azahar que el torero Román, valenciano, trajo de la ciudad del Turia, tierra de grandes toreros de oro incluyendo a excelentes picadores y toreros de plata.
Toreo pulcro el que realizó ayer ante las Núñez del Cuvillo de Garzón, toreo campero, de sabor, de una intensidad que en contadas ocasiones hemos podido experimentar.























El torero valenciano estuvo acompañado por el Torero de Plata César Fernández. Toreo justo, medido, sin molestar a las becerras, embarcadas en el capote con toda pulcritud cada vez que hubo de ponerlas en suerte o sacarlas del caballo que como es habitual en esta casa ganadera, monta el excelente piquero Santiago Sánchez.






Del mismo modo pudimos ver a este buen Torero de Plata muleta en mano dada la calidad de las becerras tentadas.






La suerte de varas, fundamental en las tareas de tienta, donde como siempre disfrutamos en el silencio del campo bravo de esa voz del piquero, colocando a la becerra de frente, citando en su justa medida y midiendo la bravura de la res en el peto de “Colín”, que como torero, que también lo es, cumplió en su cometido de aguantar la embestida, procurando que el piquero realizara su cometido con nota sobresaliente.






Y como no, el torero de la casa como amablemente me llama el mayoral de la finca Juan Cofrades, que aunque en esta ocasión lesionado, no pude alejarme de la tentación de dar unos muletazos. Sí, quien me conoce y sabía de mi percance, aunque fuera una locura, no me lo han recriminado. El toreo tiene un punto de locura y a quien le gusta “vivir en torero” sin serlo, pienso debe experimentar también esos momentos de dolor ante una res aunque sea pequeña, experimentar si en verdad los toreros están hechos de otra pasta como suele decirse; y queréis que os diga lo que pienso, pues que sí, que es verdad, quien se siente torero e intenta vivir en torero, lo realiza a su manera y algo muy importante, aprende como nadie a respetar al torero, algo que, muchos “sabedores” ni conocen, ni comprenden, ni sabrán entenderlo ni comprenderlo jamás.








Aquí os presento a "Ponce" nuevo miembro en Cerropelado. Un cachorro del cual se espera sea un gran colaborador del Mayoral Juan Cofrades.

Pues nada amigos, esto es lo que sentí en Cerropelado ayer y así os lo cuento, espero y deseo que os gusten las fotos y disfrutéis de ellas. Un saludo a todos.