2015 Feria de San
Isidro
Sin
ánimo de ofender y en relación con la terrible cogida de Jiménez Fortes opino
que la polémica suscitada sobre enseñar o no las fotos de la cogida, es
cuestión sustancial en esto de la tauromaquia.
¿Porqué guardar u
ocultar al gran público una cogida gravísima como es el caso?
Parto de la base
de que el ARTE del toreo se basa en la lucha de la bestia contra la
inteligencia, la vida contra la muerte, si en el toreo no existiera la
posibilidad de la muerte del torero, seguramente el
hecho sublime de torear no sería eso: SUBLIME, perdería el interés que genera
la soberbia pelea toro-torero, sería simplemente teatro, con todo el respeto
para los actores y su mundo, pero aquí, el torero se juega la vida cada tarde,
por esto no debemos esconder el peligro que entraña el arte de torear, todo lo
contrario, debemos hacer llegar al público la brutalidad de las cogidas para
mayor loa del maravilloso ARTE DE LA TAUROMAQUIA, porque ya va siendo hora de
que los taurinos, empecemos a dejar de lado nuestros complejos, que los
tenemos, pues parece que hacemos más caso a la jauría animalista que a nuestro
propio corazón, afición o inteligencia. La MUERTE, con mayúsculas, es inherente
al toreo, es su sino, sin ella no se entendería lo efímero de un natural, una
chicuelina o un volapié en el hoyo de las agujas que haga caer sin puntilla al
toro. El TORO, el rey de la fiesta, la bestia, la fuerza bruta, no es el
enemigo, es el amigo con el que comulgar en un acto de fe, que no es otro que
la sublimación de la muerte a través del arte.
Por esto cuelgo la serie de fotografías que tomé de la cogida de Jiménez Fortes, por esto y como homenaje a un torero valiente, con redaños, que sabía que esa tarde o salía por la puerta grande, o salía por la de la enfermería: ¡OLÉ TORERO!, te deseo una pronta recuperación.
17 de mayo de 2015
Fdo. Rafael Villar
Fdo. Rafael Villar