Rechazar el uso de las fundas en los
pitones del toro no es cuestión simple.
Obviando la falta de información
concreta y verídica, pues es evidente que manejar teorías tajantes no nos
compete ni es la causa de nuestras demandas, el tema se presta a numerosas y
enrevesadas interpretaciones.
De un lado, conceptos fariseos
aderezados con prácticos ofrecimientos: espacio, protección, heridas,
consecuencias nulas...
Del otro, permitánme posicionarme,
quienes basamos nuestro repudio en el respeto y admiración por el animal
hierático y sagrado, detestando cualquier tipo de manipulación mecánica en pro
de las ganancias y el provecho de los eternos cuatreros que, abusando del vil
potro de tortura o mueco, castigan, humillan y "preparan" al toro
para ser un elemento más en sus oscuros manejos.
Demandamos de forma obstinada un animal
combatiente, con todas sus armas, completo, intacto, que no rehuye la pelea
porque desconozca, a fuerza de ir revestido, la capacidad de sus armas.
Mucho nos tememos que este uso y abuso
en las resinas compuestas, forma parte de este maléfico juego cuyo nocivo
resultado sea el de crear un animal cobarde y apacible.
Resulta curiosamente bochornosos
comprobar cómo los hierros más comerciales se doblegan descaradamente ante
estas funestas innovaciones; otro ejemplo claro de la terrible
"modernización" anunciada bombo y platillo en mano, por el taurineo
codicioso e interesado.
Y, de nuevo, el aficionado padece esa
abominable ceremonia ataviada de "plasti-pitones" incompatible
con el transcurrir de una lidia íntegra y verdadera a poco que se le exija.
Amamos el Toro tal y como lo parió
la vaca-madre, sin aditivos, por muy empaquetados que vengan en fibras de
vidrio o látex.
Entre tanta inmundicia, resulta
gratificante asirse, cual clavo ardiendo, a las sabias y esperanzadoras
palabras de los genuinos ganaderos, que aunque minoritarios, luchan y basan sus
apuesta en el apasionamiento que genera la legítima y mayestática grandeza del
toro de lidia.
Sirvan como ejemplo dos de nuestros muy
respetados vaqueros románticos.
D. Fernando Cuadri: "No
apruebo las fundas ni ética ni estéticamente. Es cuestión de respeto. Atenta
contra la libertad del toro. Ir al campo y ver los toros con las fundas, la
verdad, no nos gustaría".
Doña Rita Vaz Monteiro: "Los
pitones son sagrados en la plaza de toros. Estoy totalmente en contra de las
fundas, las peleas hacen parte de su comportamiento, es saludable, se miden,
marcan su territorio, se imponen frente a sus pares y está inscrito en su
código genético".
Desenfunden pues, sus juicios,
respetados lectores y si lo creen oportuno, alcen el grito en contra de tanta
zafiedad, adulteración y desconsideración por parte de esos que Uds. conocen
sobradamente...
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Comunidad de Murcia para De Catafalco y Oro.
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