Deambula un sujeto con
atuendo de torero por tierras de ultramar. Victorioso triunfador en la
pasada temporada hispana con apertura de innumerables pórticos
distinguidos, floridos y muy seleccionados, don Perera llevó su arte,
armonía, compostura, hasta la monumental plaza de La México.
Recréense, sufridos aficionados, con las muy aceradas crónicas de
quienes soportaron de forma estoica una tarde para retener en el olvido
más profundo desde el más intenso sonrojo.
Y, después, a pesar del castañetear de dientes o el regustillo que
pueda quedar en sus paladares, intenten poner sordina a cuantas voces
les acusen de "demagogos".
Parece ser que es demagogia eso de
insinuar que en otro tiempo los ases del toreo mataban más sangres que
los figurines de ahora. Pensar en voz alta tan descabellada
consideración a cerca de que aquello que saltaba a los ruedos era más
Toro, más TODO que los mazapanes acaramelados de esta nueva era del
jolgorio y la mojigatería. Cavilar y perder energías en devolver a la
inmortalidad a esas viejas glorias del torero eterno o sentir cómo se
encrespa la piel cuando un Torero honrado sortea las intenciones del
bicho que lleva entre sus pitones, el abono completo para honrar a esa
tipa de la guadaña, la calaca mejicana, con todos los gastos pagados.
No es Demagogia exhibir esa pseudo chulería ante una merma de animal
tan vacío de casta como el mismo, o ese hambre de guita que le lleva al
disfrute al aliviarse ante la paciencia y el aguante del poco público
que va quedando.
No es Demagogia, ser un depravado del toreo, un cruel enemigo de la decencia y la honestidad que debe a su profesión...
Apechuguen, Sr@s si creen que la verdadera demagogia es menospreciar
una historia, un animal que es un mito y a un tipo de aficionado que
para sí lo quisieran otras muchas artes, y únanse a este grupo de
irreverentes quiméricos, todo por dejar al aire hasta la última
entretela de no sé qué valores de "noséquémaquía"...
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.
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