Pena, lástima y asco me está
dando la feria de mi tierra. Creo que ha tocado fondo y ha alcanzado las
más altas cotas del descrédito y el desprestigio.
Y es que en
Salamanca este año se paga un alto precio por ser aficionado, no, no me
refiero únicamente al precio de las entradas, prohibitivas e
inaccesibles para un alto porcentaje de la población, me estoy
refiriendo a turbulencias sectarias a las que se están sometiendo a
medios de comunicación libres e
independientes con el único propósito de que la prensa afín cuente lo
que la mafia quiera contar y silenciar a los escasos profesionales que
aún siguen dando la cara por la fiesta y por los aficionados.
También se agrede de forma directa al aficionado nada más acceder a la
plaza, registrando sus pertenencias y llegando incluso a quitarle las
pilas a las cámaras de fotos!
Tengo la sensación de que Salamanca es esa ciudad que siempre manejaron
los ‘’amos’’ que supieron colocar en los puestos políticos a gente de
su confianza a la que ordenan y gestionan a su antojo, al más antiguo
estilo de la mafia y que quitan de en medio a golpe de teléfono todo lo
que les estorba. Aquí hay mucha palabrería, mucho hinchar el pecho con
ser tierra de arte saber y toros, pero a la hora de la verdad la gran
mayoría de las instituciones son antitaurinas, no se entiende de otra
manera este descrédito y humillación a la que están siendo sometidos los
taurinos en favor de llenar los bolsillos los de siempre!
Que lejanos quedaron los tiempos de gloria!!
Fuente Isabel Tabernero.- Colaboradora de Salamanca para De Carafalco y Oro.
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