martes, 14 de junio de 2011

La Trashumancia

El pasado domingo camino de la Finca “El Vadillo” donde como podéis ver en otro post, el Círculo Taurino de Baeza celebró una Fiesta Campero-Taurina; tuve la suerte de poder ver en plena actividad a uno de estos ganaderos que aún quedan y que se dedican a la trashumancia.
Mucho había oído hablar de la trashumancia, ya por los años 73 encontrándome en Teruel me hablaban de D. Alfredo García y D. Benito Mora.
Pude visitar la finca del que ya no tenemos entre nosotros y que desde aquí un recuerdo a D. Benito Mora.
Don Benito Mora tenía una finca llamada “Valtablao” y tuve ocasión de visitar una vez con el reconocido aficionado de Teruel, Raimundo Navarro, a la sazón mi maestro y “culpable” de poder tener el honor de sentir esta locura que es el toreo.
Bueno, dejaré mis andanzas y relaciones en esta bonita provincia turolense y aquí os dejo una reseña de la ganadería que tuve ocasión de ver hacer la trashumancia camino de Santiago de la Espada y que he podido recoger de la página web: http://www.trashumanciadebravo.es/index.html
D. Antonio Fernández García “El Zorro”
Divisa: Roja y Amarilla.
Señal: Zarcillo en ambas orejas.
Asociación: Asociación Nacional de Ganaderías de Lidia
Finca Invernada: " Pastizales" en Baños de la Encina (Jaén)
Finca Agostada: “Arroyo Aldares" y "Valdefuentes" en Santiago de la Espada (Jaén)
Distancia Aproximada: 200 Km
Duración: 12-13 Días
Itinerario: Cruza las sierras de Segura y de Cazorla, la campiñas atraviesa la carretera nacional Ubeda-Albacete, carretera de Sabiote, carretera de la Navas de San Juan por el tramo que discurre por el paraje conocido como la Estrella, cruza la carretera La Carolina-Navas de San Juan, y se adentra en la dehesa propiamente dicha hasta llegar al destino, atravesando poco antes de llegar a la finca la autovía A-92.  Pueblos que atraviesa: La Matea, Arroyo Frío, Burunchel, El Moral, Puente de la Cerrada, Aguas Blanquillas (entre Ubeda y Torreperojil), y el área recreativa la Estrella (Navas de San Juan).
Procedencia: Ingresa en la Asociación de ganaderías de lidia en 1978 por la compra de la ganadería de D. Francisco Esplá Vicente, antes de las Hnos. de D. Francisco Sánchez González.
En 1981 añaden un lote de vacas y un semental de D. Samuel Flores, eliminando el ganado anterior y conservando este encaste actualmente.
En 2005 se forma un nuevo hierro (el de la A) a partir de reses de la ganadería matriz, y el hierro que se adquirió a los herederos de D. Francisco Esplá se sigue manteniendo.
Aquí os pongo el primitivo hierro de Francisco Esplá Vicente, padre de los matadores Luís Francisco y Juan Antonio, es un hierro que personalmente tallé en piedra como regalo para Paquito Esplá, del cual es un honor tener su amistad.

 Hierro de D. Francisco Esplá Vicente
"Paquito Esplá"












Circulo Taurino de Baeza/Jornada en la Finca "El Vadillo"

Dentro del programa de eventos que anualmente organiza el Círculo Taurino de Baeza, el pasado domingo se celebró una jornada taurino-campera de lo más enriquecedora en la Finca “El Vadillo”, de la que es actual propietario el matador de toros y apoderado Alonso del Castillo.
 La jornada empezó a pintar de lo más taurina incluso antes de llegar a la finca mencionada, pues tuvimos ocasión de ver a pie de carretera el paso de una ganadería brava en plena trashumancia, algo que al no ser habitual en estos tiempos resultó de lo más llamativo para muchos aficionados.
Tras la llegada a la maravillosa finca de “El Vadillo”, los presentes pudimos degustar un plato de migas bien acompañadas y regadas donde la tertulia taurina no se hizo esperar, pues dándose la circunstancia de la cantidad y calidad de los aficionados con los que cuenta esta entidad taurina baezana, resultó de lo más amena.
Seguidamente el reconocido aficionado taurino y componente del Consejo Consultor Taurino con que cuenta el Ayuntamiento de Baeza, Manolo Colomera, fue el encargado de hacer las veces de mayoral, acompañado del propio ganadero de ir a campo abierto en busca de las becerras que serían apartadas para delicia de todo aquel que más tarde se tiró al ruedo a demostrar sus habilidades y conocimientos en este maravilloso “arte de Cúchares”. Una vez conducidas las reses a las corraletas, los asistentes menos avezados a ver esta tarea campera tuvieron la oportunidad de presenciar la separación de las reses que más tarde saldrían a la coqueta plaza de tientas con que cuenta esta finca.
Y llegó la hora de la verdad, tras un anterior y exhaustivo sorteo como mandan los cánones, sonó el clarín para que hicieran el paseíllo hacia un palco de lujo formado por las señoras de los socios del Círculo Taurino de Baeza, donde se dirigieron las cuadrillas formadas por Alejandro Moreno “El Gasolina”, Paco Guzmán “Peluquerito” y Anatolio Melgar “Niño del Trombón”, que tras saludar a las respetables damas de honor se dirigieron al burladero correspondiente; donde uno a uno bajo la dirección artística y atenta en todo momento de Miguelito Nebrera “Cocherito”, lidiaron lo que les tocó en suerte y se había enchiquerado momentos antes para tal evento. Las faenas realizadas por la terna actuante estuvieron en todo momento a la altura de las circunstancias siendo del agrado de un público el cual y perteneciendo a tan prestigiosa entidad taurina baezana estuvo de lo más exigente con los diestros actuantes.
Con el capote sobresalieron las verónicas de Paco Guzmán “Peluquerito” ante una res a la que tuvo que templar mucho ya que se le colaba por ambos pitones. Con la muleta destacar las faenas de Alejandro Moreno “El Gasolina” así como Anatolio Melgar “Niño del Trombón” los cuales derrocharon ganas y pundonor en todo momento ante unas reses que a la postre fueron las más exigentes y de menos juego del encierro.
Al final del festejo y tras la triunfal salida a hombros de todos los toreros, nos dispusimos para ir al comedor donde una tertulia de hermandad entre socios, amena y cordial sobre el festejo celebrado, hizo de la hora de la comida otro momento entrañable y de sabor taurino. Sabor taurino y nunca mejor dicho, ya que de sobresaliente se puede calificar el estofado de carne de vacuno bravo servido, toda una “delicatesen” al paladar junto a ese otro manjar que es la carne de lomo de bravo preparada de la misma forma que el famoso “lomo de orza”. Todo ello acompañado el trato amable y profesional del personal con que cuenta este complejo taurino, hicieron que los asistentes pasáramos un día inolvidable.
Así a vuelapluma fue lo acontecido por este Círculo Taurino de Baeza, que por algo es una de las entidades de más prestigio que cuenta la provincia de Jaén, ejemplo de aficionados y ejemplo de taurinismo, todo un lujo de jornada que quedará en su historia.
Para finalizar hacer público mi agradecimiento una vez más a Manolo Calvo, presidente del Círculo Taurino de Baeza, y a su vez hacerlo extensivo a todos sus socios, por las deferencias con este modesto aficionado y redactor taurino así como al medio de comunicación que representa, para que el aficionado esté informado de cuanto acontece en la Baeza Taurina, porque esto; aunque haya mucha gente que no lo entienda tiene un gran mérito, es otra forma de hacer y crear afición, de crear hermandad. Estas entidades Taurinas, con mucho esfuerzo, con sus propios medios económicos, con tesón y sobre todo teniendo una gran afición a los toros, hacen que la Fiesta se mantenga viva. Y en los tiempos que corremos, no es poco. Gracias a todos amigos y felicidades por vuestras iniciativas.


Juan Luis Pizarro-Torero de Ubeda

Esta semana es protagonista otro de los toreros con que cuenta esta ciudad de Ubeda, Juan Luís Pizarro. Juan Luís hizo el paseíllo en esta Feria de Santisteban del Puerto donde cuenta son un buen número de seguidores y una sensacional Peña Taurina así como del mismo modo pudimos apreciar un buen número de aficionados de Ubeda.
La tarde no dio para muchas alharacas, la corrida lidiada perteneciente a Arcadio Albarrán presentó muchos problemas a los toreros, mejor presentados los tres primeros, mucha romana y malas intenciones, descastada y sin clase alguna. Generalizó en su comportamiento de muleta el quedarse a medio recorrido, cara arriba y punteando la muleta en todo momento, el peor de la tarde, todo un mastodonte con peores intenciones que un “barrabás” le tocó al torero ubetense Juan Luís Pizarro.
El balance de trofeos fue de una oreja para Juan Bautista y Juan Luis Pizarro y dos orejas para Jairo Miguel, a la sazón triunfador de la tarde.
Juan Bautista estuvo aseado en su primero donde destacaron los pares de Curro Robles que saludó al respetable, en su segundo poco pudo hacer antes una res que quedó mermada al lesionarse en el primer tercio de la lidia.
Jairo Miguel venía de dejar una buena sensación en la Plaza de las Ventas. A su primero le realiza una faena templada pero sin emoción, teniendo que poner todo el torero para poder mantener en pie a un toro que también quedo inutilizado en banderillas, lo mejor la estocada realizada a ley. En su segundo, último de la tarde, Jairo ante un toro rebrincado durante toda su lidia y manso de solemnidad al salir de naja del peto del montado, le realiza un quite por delantales con vistosidad. La faena de muleta tuvo mucho mérito al conseguir a base de tesón y no quitándole la muleta de la cara al toro, una faena vistosa y variada que cala en los tendidos, estocada y dos orejas que le convirtieron en el triunfador de la tarde. Hay que volver a ver a este torero, pero por Dios, no con estos bueyes.
El diestro ubetense Juan Luís Pizarro demostró una vez más la consideración de torero de valor. En su primero, un auténtico “barrabás”, Juan Luís le echó lo que hay que echarle, un toro que sale emplazándose en toriles, que huye al sentir el hierro y se dirige al picador que hacia puerta para volver a sentir el hierro y huir nuevamente buscando el campo, se banderillea en toriles donde izo pasar las de Caín a los banderilleros y donde a la postre Juan Luís le planteó pelea era algo que el torero debía meditar en cuestión de segundos por la papeleta que se le presentaba. Juan Luís contra todo pronóstico comenzó su faena de la mejor manera posible, pases por bajo lidiando a un animal que era toda carne y malas intenciones, bien Juan Luís en el comienzo de faena a un toro “pregonao y con mucho peligro” que echaba la cara arriba y midiendo en todo momento. Bien Juan Luís Pizarro que estuvo todo lo aseado que se `puede estar ante estas circunstancias.
Su segundo toro, quinto de la tarde no cumplió ni en el dicho de “no hay quinto malo”, del mismo modo mirón y de poco recorrido en su falsa embestida tuco muchos problemas, estando  Juan Luís a la altura de las circunstancias en todo momento, algo que el público asistente le reconoció. Mató de una estocada efectuada a ley volcándose en el morrillo del animal, algo que este manso pregonao no se merecía.
Y esto fue más o menos lo que ocurrió en Santisteban del Puerto. No podemos hablar en esta ocasión de tarde de faenas artísticas por parte de ningún torero, pero sí se ha visto un torero con ganas, valor y sobre todo un pundonor que no se le puede negar en ningún momento. Con corridas de este tipo es imposible.
 Buena presentación del de Arcadio Albarrán
 Juan Luís Pizarro en un lance
 Preparando un natural
La gran estocada de Juan Luís
  Derechazo de Juan Bautista

Natural de Jairo Miguel
La aficion de Ubeda apoyando a su torero







sábado, 11 de junio de 2011

El Jueves y el Totalitarismo

Manel Fontdevilla es el dibujante de la revista “El Jueves” que el pasado miércoles perpetró una portada en la que aparecía una caricatura de José Ortega Cano con un volante clavado en el estómago y un toro a su lado diciéndole en román paladino: «¡Qué! A que jode ¿eh?». Más allá del lamentable gusto de Manel Fontdevilla, que también dibuja en Público (¿Cómo no?) y de los responsables de la revista, conviene recordar que dicha publicación pertenece a RBA Editores, es decir, a la misma empresa que edita Lecturas y Semana, revistas que no suelen sacar a Ortega Cano agonizando y a un toro descojonándose a su lado de risa en unos momentos tan aciagos para el torero retirado y su familia. Miren, a mí el Ortega Cano del papel couché me parece algo lamentable, pero más allá de su antigua profesión (en la que fue en unos años un consumado maestro, le pese a quien le pese) y de sus ridículas apariciones en platós y revistas, se trata de la vida un ser humano al que se pone por debajo de la existencia de un toro. Cuando perdemos la perspectiva de estas cosas como las ha perdido buena parte del pensamiento progre oficial se entienden las razones por las que nuestra sociedad se precipita sin miramientos hacia las cavernas de la inteligencia. Una sociedad sin valores está destinada al auto-exterminio, a la desaparición, o lo que es peor, al totalitarismo. Manel Fontdevilla estará muy orgulloso de su lamentable caricatura. Le ampara la libertad de expresión, pero se ha pasado mil pueblos aunque le jaleen los llamados, y nunca mejor dicho, animalistas. Estoy seguro de que si Ortega Cano no hubiera sido torero, a Manel Fontdevilla le hubiera dado igual el toro y el accidentado. Pero fue torero, y eso a estos tipos escocidos les duele en el alma.
Pablo García-Mancha / Toroprensablogspot




Manel Fontdevilla dibujante del panfleto "El Jueves"
Dice un refrán que "La cara es el espejo del alma"

Personalmente no se que decir, bueno, si lo sé, pero estando seguro que en este país más "Grande y Libre" que nunca, hiría a la carcel matemáticamente con las palabras que le dedicaría a este............; pondré un comentario de un buen aficionado y amigo de tertulias, que estando totalmente de acuerdo con él lo dice todo. No es problema de taurino o antitaurino, es una simple cuestión de ser persona normal, o ser un HIJO DE LA GRAN PUTA, con toda la aquiescencia del grupo editorial donde trabaja (RBA editores), como para comprarles un coleccionable por fascículos a estos falsos.
Que el autor de la portada viva muchos años para que le puedan estar diciendo lo cruel que es, y ojalá que nunca le pase nada parecido a alquien cercano suyo.
Respeto al torero y al señor que falleció en el mismo accidente.



domingo, 29 de mayo de 2011

Pensamientos a golpe de cincel

No sé con seguridad si es que estoy en un trance psicológico-depresivo o es que estoy entrando en ese otro estado que al igual que la mujer, en el hombre pasa a denominarse pito-pausia. La verdad es que como aficionado a los Toros, escribo estas líneas realmente triste por lo que día a día percibo pueda ser el futuro de una Fiesta tan querida que, de no reaccionar con presteza dando un cambio inmediato, después pueda ser tarde la recuperación de esa grandeza y singularidad que de siempre ha gozado por ser un espectáculo único, y que se va desnaturalizando a pasos agigantados.
El caso es que si he de ser sincero, debo decir que cada vez con más asiduidad siento invadida mi mente con la idea de abandonar todo esto y ocupar mi tiempo de ocio, tranquilo y reposadamente a ese otro arte, que aún sin dejar su vinculación con lo taurino, lo haga alejado de las plazas de toros, peñas taurinas, coloquios y medios de información, basándolo exclusivamente en ese maravilloso hábitat natural del Toro Bravo como es su vida y crianza en el campo, con sus gentes nobles y sabias; alejado de bullicios.
Ese otro arte al que hago referencia, milenario como el toreo, es la talla en piedra. Piedra, dura y a la vez agradecida cuando, como en el buen toreo se da esa categoría que merece lo que se está realizando delante de la cara de un Toro y, sobre ella -la piedra- se sabe “guiar y templar” ese cincel cuan muleta del torero, “llevándolo largo” en su recorrido sobre el plano adecuado, “sin salirse de la suerte”, con un “toque maestro” que lo conduce poco a poco a golpes de caricia, tesón y conocimiento a finalizar la obra, viendo convertido un trozo de mineral virgen en una pieza de arte irrepetible aunque, al día siguiente se vuelva a realizar el mismo trabajo sobre otra piedra. Todo esto es algo que guarda mucha similitud -aunque con un matiz diferencial- a esa faena cumbre, artística, que un torero realiza ante ese Toro que sale por la puerta de toriles y que jamás le podrá volver a realizar algo similar por encontrarnos ante un arte que por singular y sublime se convierte en efímero; y que a diferencia de la obra en piedra, que esta si puede contemplar cualquier persona todos los días una vez transfigurada en arte; esa otra grandeza y magnitud de algo inenarrable que hemos sentido y visto esculpir al torero ante un buen Toro en una faena convertida en obra de arte, solo puede quedar en la mente y la retina del buen aficionado.
Quizá por esas similitudes en ambos artes. Quizá porque -aunque no consiga nada al final- merezca la pena seguir luchando, “haciéndole la guerra” a esos servidores pesebreros, de mal señor a quién servir; y que no se sirven ni a sí mismos, hiriendo la Fiesta al cultivar la formación del nuevo aficionado pagador e indolente que a todo consiente y todo aplaude. Quizá por los buenos amigos dentro del mundillo taurino a los que no puedo defraudar. Y sobre todo por estar plenamente convencido que esa actitud sería huir cobardemente de un mundo que aunque muchas veces ingrato es el real; sea el motivo principal del comprensible milagro que después de mucho reflexionar pueda decidir seguir adelante, aunque hay cosas que jamás llegaré a comprender. Como ejemplo me obligo a señalar, como se están desarrollando los acontecimientos en la primera plaza del mundo, Las Ventas de Madrid. Esto es tema que se puede tratar con mayor profundidad una vez acabada, la pretendida -la dejo en pretendida- feria taurina más importante del mundo.


Mi taurina perra Boxer

Circulo Taurino de Baeza

Ganaderia de Fco. Sorando

Peña José Fuentes de Linares

Bodas de Oro del maestro Paquito Esplá

Todo ello con la ayuda de Dios

miércoles, 25 de mayo de 2011

Con Divisa Verde y Oro-Concha Piquer







Pasion por España


Mérida, 23 de Mayo de 2011.-
La pequeña biblioteca pública de La Quebrada permitía empinar la mirada por sobre las altísimas montañas que cortan el horizonte y hunden al pueblo en un pozo de cafetos y bucares por donde serpentea un riachuelo. Aquella ofrecía paisajes extraños,  ciudades con calles y avenidas  anchas y generosas en monumentos, descritos en algún párrafo al pie del grabado. Recuerdo el de la madrileña calle de Alcalá,  con su fuente de Cibeles y al fondo la imagen de un edificio rematado en una cúpula que en mi imaginación solo era posible en las grandes catedrales. Luego los Churumbeles le pondrían música de pasodobles que hablaban de la leyenda del beso y de dos cruces clavadas en el monte del olvido. Uno que otro libro de historia, el Quijote, la gramática de Andrés Bello y algo más que ya no recuerdo alimentaron mi pasión por España. También por México y por el mar, de la mano de enciclopedias de brillante papel glasé con grabados en grises, que describían lugares que aquellos horizontes tan estrechos ponían demasiado lejos ni siquiera para soñarlos. La vida me puso a tiempo en ellos, como en Mérida, cuyas nieves eternas estaban igual de distantes.
En España se encuentran tantos componentes de nuestra identidad mestiza como en el Altiplano o el Caribe, de modo que para conocernos hay que meterse en sus paisajes, saborear sus guisos, escuchar sus sonidos, rezar en sus templos, caminar sus calles y ver una corrida de toros. La literatura permite el análisis pero nada como la experiencia de recorrer la Ruta de la Plata, entrar en los claustros salmantinos, contemplar la tumba de Alfonso X El Sabio en la catedral de Sevilla, recorrer las salas del museo del Prado, deambular por los espacios insólitos de la basílica de la Sagrada Familia de Gaudí, o escuchar las cantaoras de Sacromonte, y en cada uno de estos y muchos otros lugares conocer gente y ganar amigos.
Esas correrías entre taurinas y jurídicas me han permitido conocer a un hombre que decidió echarse al hombro a España y cargar con ella hasta que le alcance la vida. La de fandango y pandereta, la de Frascuelo y de María, la de El Quijote y Sancho, como no; también la de Nadal y de Casillas, la de Domecq y Ponce, la de Ramón y Cajal y Mariano Barbacid. La España íntegra y profunda amasada durante muchos siglos que le hace ostentar sobre su cuero de toro una forma de ser tan particular: pocas sociedades ofrecen una identidad tan inconfundible y tan variada, y ninguna otra ha hecho como España un trasiego generoso y masivo de sus valores y costumbres. Y es la pasión la cepa que permite comprenderlo, como pasión es lo que anima a Juan Lamarca, a quien me refiero: pasión por España.
De cuna mecida en un mar de olivos y viejísimas calles, se le metió la tierra en el alma y cargó con ella a Madrid donde sin dejar su espíritu ubetense se hizo señor de la Villa y Corte. Desde el servicio en el Cuerpo Nacional de Policía ocupó la presidencia de las corridas de toros en Las Ventas y allí expuso por más de 20 años su concepto de España, en la dirección del dramático arte que se dibuja donde el toro es toro y el torero tiene que serlo. Si las instituciones españolas hubiesen seguido el guión lamarquiano establecido en Las Ventas, no se habría repetido la grotesca historia de Fernando VII perdiendo no ya América, sino empobreciendo sus esencias y su liderazgo en Europa.
Rodilla en tierra ante Dios y cara alta ante los hombres: gallardo, elegante, marcial y bien educado, se dobla ante las emociones: le he visto sus ojos humedecidos cuando se le aglomeran sus sentimientos por España y por los toros, que son una misma cosa. Portador de valores éticos, buen lenguaje, metafórico o directo según las circunstancias, buen lector y apasionado; es decir, español con el carácter del mejor vino y la casta de un Pablo Romero.
Hace días subíamos por la Puerta de Alcalá hacia la Gran Vía y me vino a la memoria aquel grabado de mi pueblo. Esta es una de las calles más bella del mundo llena de luz, espléndidos edificios  y grandes significados: Allí está la iglesia de San José donde se casó Bolívar y muy cerca el Cristo de Medinaceli, símbolos de una manera de ser y de sentir.
Hay que andar por los caminos de España y tratar personas como don Juan Lamarca para saber quiénes somos, apreciar el temple del gentilicio y la riqueza de una cultura que tiene en él un incansable pregonero.
Fuente.- Fortunato González Cruz. Catedrático de la facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes y fundador y director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni".

 D. Juan Lamarca y D. Fortunato González

lunes, 23 de mayo de 2011

Un amigo de Honor y con Honor

Nada resulta más fácil que hablar de Juan Lamarca. Su afición por los toros, su patriotismo -algo tan español y fundamental que algunos se van encargado de convertir en algo protervo- así como su amor por una España unida, no convertida en un reino de Taifas, sin engaños ni vergüenza -¿por qué hay que tenerla?- lo colocan en una posición personal dignísima y de español de los de toda la vida de Dios. No es por nada pero puestos a elegir entre ser español de “los de siempre” y ser español con influencias anglosajonas, me quedo con el primero de todas, todas.
Son tantos y variados los valores que he observado y aprendido junto a Juan Lamarca que tener el honor de encontrarme entre los amigos con que cuenta este taurino e ilustre ubetense, me enorgullece como persona y aficionado a los toros. Aficionado taurino y servidor del orden y del ciudadano, como decimos por aquí abajo en esta comunidad que llaman cortijo, ¡cazi ná lo del “oho” y lo llevaba en la mano!
Servidor del ciudadano he dicho. Así es, el amigo Juan ha hecho posible en algún que otro ambiente familiar ese dicho tan conocido que dice “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma”. Por motivos que no voy a relatar, ha hecho en más de una ocasión feliz a una gran aficionada a los toros que, si por ciertos motivos no ha podido asistir a los actos donde ha actuado o presidido, ha posibilitado el encuentro en su propio domicilio, honrando con su presencia la humilde morada pasando un buen rato de tertulia en compañía de un “Jerez” y dejando su amistad en dicha casa, caso de Javier Hurtado o Carlos Ruíz Villasuso, periodistas presentadores de Tendido Cero de Televisión Española; así como otros ilustres personajes que han acompañado a Juan en sus visitas a las ciudades de Ubeda o Baeza.
Personalmente en mis visitas a Madrid donde acudo puntualmente a ver alguna corrida de toros en la Plaza de Las Ventas, no he podido tener mejor anfitrión, además de estar siempre en compañía de las amistades y amigos de Juan, del mismo modo ya, amigos míos.
Del porqué del homenaje a Juan Lamarca, para todo aquel que no lo sepa estuvo ejerciendo durante casi tres décadas la función gubernativa en la Plaza más importante del mundo, Las Ventas de Madrid, función ejercida con rectitud, orden y buen criterio, y que si en ocasiones sus actuaciones originaran ciertas polémicas, el tiempo transcurrido desde su apartamiento de la presidencia -cinco temporadas ya- ha conseguido que su estima y valoración de su largo y brillante quehacer, incluso el amplio sector profesional taurino. Con este bagaje, además de su intachable trayectoria como miembro del Cuerpo Nacional de Policía, pienso son suficiente aval para considerarlo entre los Presidentes más preparados y fiables que pueda gozar plaza alguna.
El escritor Antonio D. Olano dijo en la presentación del homenajeado que  por la Puerta Grande salen los toreros que consiguieron un par de orejas y que, felizmente, no las han tenido que recoger en la enfermería. Por ese portón del triunfo deberían salir, con discreta presencia, determinados ganaderos. Y una figura, la del presidente de la corrida, en ocasiones ovacionado o abucheado, según sus decisiones casi nunca arbitrarias, a las que les obligan toros y toreros. Juan Lamarca, un aficionado con marchamo de gran figura en la historia del más hermoso espectáculo del mundo.
Muchos han sido los insignes personajes del mundo taurino como empresarios, ganaderos, apoderados, así como también del mundo periodístico, literario y político que se han dado cita en tan merecido homenaje, entre ellos podemos citar al mencionado escritor Antonio D. Olano, el periodista Ricardo Díaz-Manresa, el catedrático Fortunato González, un amigo especial por su alta significación en la llegada y arraigo del Círculo Bienvenida en Venezuela desde la ciudad de Mérida, y como fundador y director de la Cátedra de Tauromaquia de la U.L.A. merideña, el jurista Nuño de la Rosa, José Mª Álvarez del Manzano, quien fuera alcalde de Madrid, José Luís Lozano, apoderado, ganadero y empresario taurino, Jorge Guevara, cronista hispano-ecuatoriano, testigo durante más de dos décadas de la presencia y actividad del ex presidente Lamarca en la feria de “Jesús del Gran Poder” de Quito y de la fundación en esta capital y en la ciudad de Riobamba de los correspondientes Capítulos Bienvenidistas, el escritor Fernando Claramunt, Presidente del Círculo Bienvenida, José Ramón García, Secretario General de la misma entidad taurina y que relató el inicio de la amistad con Juan Lamarca gracias a su común afición a los toros desde aquel lejano día en que sus servicios de abogado penalista le llevara a la Comisaría de destino del homenajeado.
La periodista Elia Rodríguez, creadora y directora del programa taurino “es Toros” de la cadena “es Radio” de la cadena de libertad Digital, fue la encargada de hacerle entrega de un galardón como homenajeado y el conocidísimo Miguel Flores, cerró el acto con uno de sus célebres poemas.
Contar entre los amigos de Juan y oírle comenzar su oratoria recordando su ingreso en el prestigioso Cuerpo General de Policía donde el sacrificio y la vida de sus miembros y amigos, era ofrenda común en el altar de una patria grande y libre, con un recuerdo especial a las víctimas del terrorismo en esta hora en que sus verdugos han sido legalizados por la traición de las instituciones, es todo un ejemplo a seguir para todos los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de cómo son estos servidores del orden y la ciudadanía.
Quisiera despedirme con unas palabras del propio Juan Lamarca que con oírlas describen perfectamente la grandeza como persona que atesora el amigo Juan: “No supone ningún mérito en mi persona ser y sentirse español, ni ser ni sentirse aficionado a los toros, es lo natural, es lo que cualquiera de ustedes hace en todo momento..."
Con estas palabras el genuino Juan no demuestra otra cosa que el garante que lleva izado a su persona, el cual siempre ha mantenido, demostrando su españolidad y afición por lo más español como es nuestra fiesta taurina. Como tú mismo dices amigo Juan: ¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA LA FIESTA NACIONAL!
Felicidades por ese más que merecido homenaje. Nos vemos en la capital del toreo, nos vemos en Madrid.


En mi ultima visita a Las Ventas

Con Mª Dolores Navarro en Baeza

En el Circulo Taurino de Baeza

En el Casino de Baeza

En el Palacio de los Salcedo


En mi Rincon Taurino






A la sombra de un Ciprés

A la sombra de un ciprés esa fue la sensación que percibí el día que conocí al maestro Ángel Luís Bienvenida y me fotografié a su lado. A la edad de 80 años en aquella Feria de Otoño de Madrid, el torero Ángel Luís, componente de una de las dinastías con más solera del orbe taurino de todos los tiempos, los “Bienvenida”, mantenía su esbelta figura preñada de torería, alto y derecho como el árbol mencionado.
Personalmente tuve el privilegio de charlar unos minutos con el maestro en dos ocasiones, una de ellas en visita a Úbeda junto al insigne Juan Lamarca, la segunda en el patio de arrastre de la referida Plaza de Las Ventas en la Feria de Otoño de 2004.
Recuerdo que tras la pequeña charla al saludarle, le solicité si tenía inconveniente en que posara junto a él para tener el recuerdo junto a un miembro de una de las más grandes dinastías que ha dado el toreo. El maestro Ángel Luís accedió amablemente con esa sonrisa tan habitual y característica en los “Bienvenida”.
He de decir que hacía un día de “perros”, de esos que el aire, frío y molesto no deja entrar en calor, al posar para la fotografía que guardo como “oro en paño”, llamó la atención al fotógrafo diciéndole: Un momento muchacho -era mi hijo mayor- me pongo bien el pelo que salgamos “en condisiones”, como si de un modelo se tratara se atusó su cana cabellera movida por el fuerte viento y exclamó “Ya puedes disparar niño”, una vez tirada la foto comentó: “Ea, que la conserve muchos años”. Fue un 10 de octubre de 2004, no conseguí verle de nuevo para que me estampara en la misma una dedicatoria, pero a buen seguro que será conservada mucho más tiempo del que yo resida en este mundo. ¡Gracias Maestro! allá donde esté.
Si hay toreros antiguos a quien tenga un respeto especial es a los “Bienvenida”. Parte de “culpa” y que lea cuanto puedo sobre esta dinastía de toreros es mi estimado amigo Juan Lamarca dada la vinculación que existe entre él y el Círculo Taurino “Amigos de la Dinastía Bienvenida” de la cual es su vicepresidente.
Qué suerte la mía haber podido tener el privilegio de conocer en uno de mis viajes a Madrid al último de esta famosa dinastía torera, Ángel Luís. En posteriores visitas en que he tenido ocasión de acudir a algún acto programado por la entidad mencionada, del mismo modo he podido compartir charla con uno de sus hijos, el también torero Miguel Mejías ¡Qué gran honor conversar con un nieto del Papa Negro!