viernes, 22 de febrero de 2013

¿Corte o recorte?



Acabo de conocer la noticia sobre los Concursos de “Cortadores” en Candeleda, tierra conocedora y amante del Toro y de la Fiesta. Cuando en la mayor parte de los lugares se utiliza el término Recorte, de hecho se recorta, Candelada fiel a su condición de respeto a los fundamentos, anuncia “Cortadores”.  No es malo aclarar ideas y despreciar los tópicos, que no los fundamentos.

El Corte es pasar el pitón por el que se hace la suerte dejándose ver, con toda la limpieza, majeza y entrega posible, de forma que el Toro no coja vicios ni se le dañe. En la anchura de Castilla se desprecia el recorte, mientras en otros lugares se estimula. Dejemos a un lado lo de la soga, el embolado y los fuegos.

El Recorte que se sepa –hago hincapié- es pernicioso tanto para la Lidia como para el tratamiento de los Toros en las calles, máxime si se encierran o corren Toros que han de ser lidiados ese mismo día. Y ni aún en caso contrario deben recortarse, toda vez que habrán de entrar más cortadores- aficionados a la cara de ese Toro para ejecutar un nuevo corte. El Recorte engendra vicios y daño a los Toros. 

Salgamos de las impurezas que corroen la Fiesta, ya que hasta en este tipo de suerte y faenas debe prevalecer la pureza. El salto al “trascuerno”  -corte puro- lo evitan los recortadores profesionales, lo que no quiere decir que entre ellos no se vean algunos cortadores de un nivel impresionante. 
Texto de José Olid

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