viernes, 20 de abril de 2018

SENTIRSE TORERO EN LOS CUARTERONES


Muchas veces he hablado de cuanto he podido disfrutar de una tanda de muletazos conceptuándome como de las personas que se sienten toreros sin haber vestido jamás un “chispeante”. Si, si es posible, puedes sentirte torero sin serlo, vivir en torero sin serlo, soñar en torero sin serlo y disfrutar toreando sin serlo.
Algunos se preguntarán cómo es posible sentir todo lo que estoy diciendo, es muy fácil, lo primero es respetando a ese bello animal que es el toro bravo, conocerlo, amarlo, sentirlo como algo tuyo, llorando de emoción llegado el caso cuando el animal demuestra esa extraña cosa llamada bravura, cuando demuestra ese bello concepto llamado nobleza y sobre todo, cuando como aficionado respetas al torero, ese hombre que se “embute” en ese precioso terno de luces y paseo gallardamente bajo ese sol español camino de barrera para depositar a una bella mujer su capote de paseo y minutos más tarde juguetea con la muerte en una recreación artística, llena de color, convirtiéndola en arte, un arte que resulta efímero y que ya jamás se vuelve a presenciar ni sentir de la misma manera.
He de decir que me encuentro entre los privilegiados de poder tener verdadera amistad con varios de esta clase tan singular de hombres, verdaderos “culpables” de que en muchas ocasiones me haya sentido “torero”; no haré mención de todos porque haría el post demasiado extenso.
Y que voy a decir de los señores ganaderos, Iñigo Garzón, Jiménez Pasquau, Antonio Torres, Francisco Sorando y donde he hecho mi última visita después de un tiempo donde disfruté muchísimo viendo torear a mi “Carnicerito de Úbeda; la casa de los hermanos Martín Campos.
De mano de todos ellos he podido sentir tardes de verdadera satisfacción ante la cara de las becerras tentadas por muchos grandes maestros.




En el camino de regreso acompañado de mi hijo, un joven aficionado después de sentir ambos esa enorme satisfacción de poder haber presenciado la buena tarde de toros de los toreros invitados y haber podido dar unos muletazos venciendo esa línea imaginaria que marca el valor y el miedo interior, hay algo que sustancialmente les diferencia en cuanto a pensamientos. El joven aficionado solo hace un comentario que palpablemente se refleja en un rostro que irradia felicidad ¡Que sitio más bonito, papá! ¡Claro hijo, estamos asomados a Despeñaperros!
El viejo aficionado práctico ríe, calla y no dice nada, solo piensa. La satisfacción, aunque de igual modo la siente, la exterioriza menos aunque el pensamiento no cesa; muchas cosas inundan una mente que no puede dominar. ¡Qué pena! por lo que el tiempo se llevó. El tiempo, el maldito tiempo que ha pasado sin apenas darse cuenta en un abrir y cerrar de ojos, y lo peor es que se lleva con él -sin hacerle falta- lo más importante, algo a lo que ya no se puede opositar como es la juventud, la fuerza y el vigor de años pasados y que ahora vuelve a renacer gracias al apoyo de estos buenos ganaderos jienenses.
Bien es verdad que a cambio de esa juventud se recibe madurez, experiencia; pero en esto del Toro, un mundo que es distinto a todo ¿para qué sirven? si no van acompañadas de eso que llaman “Divino Tesoro”. Por eso es la profesión más bonita del mundo, por eso es tan difícil y por eso solo las mentes privilegiadas y poderosas optan a ser grandes en esto tan español que jamás podrá desvanecerse y que ha venido denominándose Tauromaquia.
Gracias Antonio Martin Campos, gracias torero, de oro y a caballo. Gracias por haber tenido la oportunidad de volver a disfrutar en una casa ganadera en un paraje idílico que ni aún soñando se puede imaginar.


SEVILLA, 19 DE ABRIL DE 2018



TOROS DE JANDILLA PARA
ANTONIO FERRERA, EL JULI Y ROCA REY
      
DÍAS DE RESACA


Toca resaca, muchos días de festejos con el aburrimiento por bandera y el aficionado marca retirada, muchos de ellos. Es tarde de bullicio, gente ocasional y caras guapas, ingredientes necesarios en la Fiesta.
El toro granja de Jandilla no cumple con lo establecido. Todos  flojos, otros cara alta y molesto calamocheo.
Ferrera en su primero intenta estirarse entre enganchones. Toro flojo. Varas simuladas. Sale más flojo. Ayudados por alto, era lógico. Se defiende el toro granja. No puede con su esqueleto y se echa. Pinchazo y estocada trasera y tendida. Silencio.
Segundo de la tarde flojea de salida. Dos puyacitos traseros. Juli quita con una media muy lenta. Roca Rey por faroles a dos manos y tafalleras. Replica de Juli por chicuelinas y media sublime. En la muleta, naturales lentos sin ajuste. Por la derecha más cadencia cargando la suerte. Redondo eterno. El torete flojea. Estocada caída y atravesada. Petición de oreja que el Presidente no concede. Bien.
Tercero, Roca Rey lo recibe de rodillas, después chicuelinas y media. Dos puyazos simulados, como siempre. Buena brega de Juan José Domínguez. En la muleta alarde de valor pasando el torete por detrás y por delante. El toro repite en la muleta, pero no hay temple. Acorta la distancia y medios muletazos. Estocada trasera. Se le fue un toro nobletón.
El cuarto se llama Pepe. El toro granja es anovillado. Se estira hacía delante tanto Ferrera con el capote que parece se va a caer. Hay que torear derecho. Volvemos a las varas simuladas. En la muleta el torete al suelo. Receta muletazos a media altura. Torillo sin fuerza, invalido. Pases van y vienen que no dicen nada. Estocada trasera. Mala feria del extremeño.
El quinto también nos parece anovillado. Verónicas de Juli. Acude al caballo con violencia. Falla Barroso. Mala dirección de lidia. Segundo puyazo también al relance. Mal picado. Comienza en la muleta con unos doblones que tienen cierto regusto. Muletazos sueltos con enganchones. Vemos a Juli un tanto desganado. Ya tiene la feria hecha. Toro para resolverle dificultades. El maestro escurre el bulto.
El último de la tarde al igual que sus hermanos es muy terciado. Sin fuerzas en el capote. Se cae al salir del primer puyazo. Segundo puyazo, bien por Quinta. Quite de Roca Rey por gaoneras de pueblo. Muleta, comienza con estatuarios. El toro granja mansea y marcha a la querencia de chiqueros. El matador le plantena batalla en esos terrenos. Cuando le deja la muleta en la cara consigue a duras penas muletazos insistiendo mucho. Toro manso. Termina con bernadinas y manoletinas. Estocada caída y trasera.
Tarde de resaca con bichos terciados a modo de estos figurines. Autoridad que sigue aprobando animalitos a modo de las figuras olvidando al aficionado y la categoría de la plaza.
Texto.- Diego Martínez González.- Presidente de la Unión Taurina de Abonados y Aficonados de Sevilla y Vicepresidente de la Unión Taurina de Abonados y Aficionados de España.