jueves, 22 de septiembre de 2011

Una Soberana Injusticia


Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Acabo de llegar de Úbeda donde este año he tenido el privilegio, invitado por la Peña Taurina Antonio y Juan Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda”, de pronunciar el pregón de la feria.
Y por lo que he sabido en la ciudad de los cerros, no debe ser un buen año para la “lírica” pues hay varios frentes abiertos.

Macarena Humanes, del partido Iniciativa Popular Ubetense ha denunciado que el empresario de la plaza, Víctor Pérez, cuya concesión municipal termina este año, aunque tiene derecho a una prórroga, carece de los permisos para visar los contratos a los matadores debido a deudas contraídas en temporadas anteriores. Así se lo hizo saber a Humanes La Comisión de Seguimiento de Espectáculos del Convenio Nacional Taurino.

Me dicen que Víctor Pérez ha pagado la deuda y por consiguiente la feria no tendrá ningún problema en arrancar el día 29. Lo que no se sabe es si esto será suficiente para que el empresario obtenga los permisos, o como pasa con los morosos bancarios, pasará al RAI taurino, de tal forma que le cueste trabajo obtener crédito.

Sea como fuere, insisto, no parece que deba haber ningún inconveniente para el comienzo de la feria.

El segundo contratiempo es que en los carteles no aparece el titular de la peña, Juan Antonio Millán, y el día 12 en la presentación, el alboroto fue mayúsculo, porque el matador explicó su postura diciendo que no había rechazado ningún cartel, que hubiera matado la corrida de Cebada Gago como en otras temporadas ha matado miuras, pero que lo que pedía para esta feria era “dignidad” a su persona, como bien tiene merecida, por haberlo demostrado en otras temporadas, para ir en uno de los carteles de los dos días fuertes de la feria. El público, según me cuenta Pepe Cisneros, redactor taurino de Úbeda Información, se puso de parte del torero y el empresario Víctor Pérez, se perdió, nunca mejor dicho, por los cerros de Úbeda, con una respuesta destemplada, alusiva a las “cornás” que él tenia, y que debería haber escogido lo que le ofrecían. Parece ser que la concejala Josefa Olmedilla no supo defender en el acto, la postura del torero ubetense, o en todo caso la tradición, quizás no escrita, de que al menos un matador de Úbeda debería incluirse en la cartelería de la feria, en tanto el Consistorio participe en el presupuesto de la feria de toros.

Otra cuestión que no puedo dejar de comentar es la falta de sensibilidad por parte del Ayuntamiento, de no enviar representación al pregón taurino, que como viene siendo tradicional organiza la peña Carnicerito de Ubeda en su decimosexto año. Quizás los encuentros con los aficionados el día de la presentación de los carteles supusieron un acicate para no asistir, previendo que en el pregón volvieran a esgrimirse lanzas en contra del consistorio. Por supuesto nada más lejos de la realidad, pues el día del pregón supone para la peña un día grande de alegría y de confraternidad en el que no tienen cabida rencillas y reivindicaciones, pues el honor y la vergüenza imperan entre sus socios. Con lo que como decía aquel, el Ayuntamiento ha quedado como “La Chata”.

Así las cosas, parece que no pinta nada bien el futuro del alcalde de la ciudad José Robles, del PP, que por otros motivos y por este de lo taurino, (en publico llegó a decirle a Carnicerito, que si salía elegido alcalde, estaría en los carteles), el pueblo, desorientado, mal dirigido y abandonado ante la falta de criterio de este alcalde puede pedir, y los partidos que se sientan en el ayuntamiento solicitar, una moción de censura.

Por lo que en el tiempo que he pasado en Úbeda he podido saber, la situación política es bastante insostenible. Una situación que afecta de lleno al terreno de lo taurino y que pasaría este año, terminada la feria, si se da, por no permitir la prórroga de la concesión de la plaza a la que Víctor Pérez tiene derecho, y por confeccionar un pliego de arrendamiento, nuevo, claro y con futuro, habida cuenta de cómo está la situación económica de Andalucía.

Recuerdo a Antonio Millán "Carnicerito de Ubeda"

Hoy se conmemora el 64º aniversario del nacimiento del diestro ubetense Antonio Millán Díaz “Carnicerito de Ubeda”.
Antonio Millán Díaz “Carnicerito de Úbeda” como conoce todo aficionado taurino de la ciudad, nació el 22 de septiembre de 1947. Conocido por haber salido como triunfador por la puerta grande de la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, tres veces como novillero en 1967 y otras tres como matador en 1971. Da sus primeros pasos en el matadero de la ciudad, sigue en tentaderos y fiestas camperas. Su primer traje de luces lo viste en Úbeda el 28 de mayo de 1964. Corta dos orejas del novillo de Francisca Jiménez. Después le siguen dos decenas de espectáculos para torear su primera novillada con picadores en Jaén el 13 de junio de 1965, donde da muerte a reses de Juan Pedro Domecq junto a Andrés Jiménez Torres “El Monaguillo” y Fernando Tortosa. En Las Ventas se presenta el 5 de marzo de 1967 para alternar con Gregorio Lalanda y Adolfo Rojas en la lidia de cinco reses de la ganadería de “Maribáñez” y una de Amelia Pérez Tabernero. Triunfa cortando una oreja y es repetido el domingo siguiente. Su temporada novilleril es triunfal sumando cincuenta y cinco actuaciones y cortando ciento ocho orejas. Por otra parte, intervino en repetidas ocasiones como espada único, circunstancia rara en los novilleros, tal fue el caso en Huelva, en Sevilla, en la plaza de Vista Alegre en Madrid. Logra salir de Las Ventas seis veces por la Puerta Grande.
Al comienzo de la siguiente temporada toma la alternativa en Ubeda, el 10 de marzo, al cederle Antonio Ordóñez, ante Ángel Teruel, la muerte del toro “Cantito”, negro, número 62, del hierro de Lisardo Sánchez. Corta tres orejas y un rabo. Cierra el año con veintinueve actuaciones en su haber y el siguiente se viste de luces veinticinco tardes, entre ellas la de su confirmación de alternativa, el 20 de mayo, en plena Feria madrileña de San Isidro. Actuaron Paco Camino y Francisco Rivera “Paquirri” como padrino y testigo de la ceremonia, respectivamente, el ganado fue de Pío Tabernero, atendiendo el de la cesión por el nombre de “Hacendoso”. Lo más notable de su toreo fue el pase natural, el purísimo toreo de frente que muchas tarde lucía y la suerte de matar que dominaba con excelencia.


Hoy su sobrino Juan Antonio sigue sus pasos