lunes, 31 de octubre de 2016

FIESTA FAMILIAR EN CERROPELADO

Fantástica mañana la vivida en la Finca Cerropelado. Hoy se ha celebrado una fiesta taurina íntima y familiar con los hermanos Javier e Iñigo Garzón Masna.
Da gusto estar paseando en esta época otoñal por el campo bravo, tras las últimas lluvias caídas se encuentra verde y con una hierba que aprovecha el ganado bravo para pacer durante el día como parte de la dieta independientemente del pienso que se le administra diariamente de la mano de su mayoral José Antonio Rodríguez, un hombre del campo bravo, conocedor de este tipo de reses y que amablemente nos habla de muchas curiosidades sobre le ganado bravo.








Se han tentado dos becerras, una para disfrute de los más pequeños y menos puestos en este difícil arte del toreo y una erala a la que el propio ganadero D. Iñigo Garzón ha probado su bravura, como era de esperar, las dos reses han resultado bravas y tanto él como los invitados al acto hemos podido disfrutar como es costumbre en esta casa de la bravura de estas reses que ya estoy dudando si en le pienso compuesto que se les administra lleva algún componente que derive de la miel, pues la dulzura con la que embisten estas reses criadas a pocos kilómetros entre Linares y Guarromán ofrecen la posibilidad de disfrutar a lo grande frente a ellas.












































Finalizado el tentadero nos hemos quedado a comer en la finca donde el propio ganadero y su mayoral nos han deleitado con unos manjares preparados al amor de la lumbre, una chimenea con fuego de olivo y encina se ha encargado de dorar una exquisita carne de monte y embutidos diversos regados con un buen vino de la tierra, momento donde como es costumbre se habla de toros, de las reses de la finca y de cómo se ha desarrollado el tentadero.




 
Pues este ha sido el día de hoy en la finca Cerropelado donde junto a otro buen amigo, el banderillero Francisco Tornay y su hijo, el cual está empezando a hacer sus primeros tentaderos a caballo hemos pasado una mañana difícil de olvidar.
Y como no, agradecer a los señores ganaderos las atenciones que siempre recibo en esa bendita casa la cual considero como mía donde la amistad se vive a unos niveles extraordinarios, gracias señores ganaderos.