No pude estar presente en la última de las Tertulias Taurinas de la Peña Tercio de Varas de este año, como suele decirse la obligación es antes que la devoción, pero aqui les dejo la crónica de José Luís Bautista, entendido aficionado de esta Peña y las fotos de otro buen aficionado como es Antonio Coronado.
Anoche se celebró la cuarta y última tertulia en la peña Tercio de Varas en su XXIV Edición. La mesa estuvo compuesta por Juan Casado, presidente de este colectivo; Juan Moya Costillares, cronista taurino de la cadena Ser, que estuvo muy activo durante la velada; y la ganadera invitada María Jesús Gualda Bueno.
Juan Casado presentó a la ganadera y dio lectura de la genealogía de su encaste de manera pormenorizada. María Jesús Gualda, tras dar las gracias por la invitación de este colectivo, y celebrar el estar en una peña torista, inició su disertación confesándose una mujer enamorada de la bravura.
Se le notó visiblemente emocionada cuando nos relataba de que el “culpable” de su afición fue su abuelo. Recordaba con nostalgia su infancia en la finca “El Añadío” hoy de su propiedad, los tentaderos llenos de “tapias” y de manera especial la figura del matador de toros linarense Víctor Quesada, que de su mano paseó en infinidad de ocasiones por el campo siendo niña. Aún recuerda las frases que su abuelo le dedicaba a la tarea de la tienta: “Dale que se entere” o “Oblígala Palomillo” aún las recuerda con nitidez. Mi abuelo me aficionó al campo y Linares al toreo – nos decía mientras recordaba algún pasaje de José Fuentes en el coso de Santa Margarita.
Apoyada en unas proyecciones, María Jesús Gualda nos fue relatando su labor de campo, nos enseño parte de su finca y sus animales: vacas, toros, sementales... Describió las laderas de su finca y el beneficio físico que acarrean tener los cercados empinados, incluso, los de remate, abiertos para que los toros puedan salir y entrar cuando lo deseen. Se considera una ganadera tradicional en el manejo de los animales, los herraderos en su casa aún se hacen sujetando las reses a mano, porque –según ella- se les hace menos daño. Dejó claro que ser ganadero no es un negocio para la inmensa mayoría, que se trata de una actividad vocacional poco rentable. Sobre su encaste nos relató todos los pormenores, tanto físicos como psicológicos. La dificultada que entraña el fenotipo de los coquillas a la hora de colocarlos en las plazas dado su bajo trapío, y, que junto a su complicado e irregular genotipo hace que no sean del gusto de los toreros; a los que les dedicó un: Tienen que cambiar. Su crítica, desde el respeto, a toreros, ganaderos y críticos taurinos fue una constante en la noche. Se lamentó de la decisión de Mariano Cifuentes de llevar su ganadería al matadero, al que invitó a que dejase algunos animales, a la vez que se lamentaba de los pocos coquillas que quedan, probablemente menos que linces ibéricos.
De lamentable calificó el estado de la fiesta, en la que el toro ha dejado de ser el protagonista por la claudicación de los ganaderos en la que se incluye. Dice que el toro ha pasado a ser un mero instrumento de lucimiento, un “chisme” más del esportón del torero. Detesta el concepto toreabilidad por bravura, al ser el culpable de llevar la monotonía a las plazas. La suerte de varas, que es donde se demuestra la bravura, sólo la vemos en los tentaderos, pasa desapercibida en la plaza para unos espectadores desinformados, se lamentaba.
Poco quedaba que preguntar en el coloquio, la ganadera había exprimido todos los temas e inquietudes de los aficionados, se había mostrado como una aficionada más. No obstante se volvieron a poner de relieve temas como la suerte de varas o la bravura, la hipótesis de un sorteo de las ganaderías en las ferias; Juan Moya, a la vez que tiraba de nostalgia de los años setenta recordando sus andanzas en la finca El Añadío, agradeció y valoró los datos importantes que la ganadera había dejado caer en esta peña de responsabilidad.
Tras la entrega de la placa a la invitada, de recuerdo de su paso por esta peña, se cerró una velada crítica y comprometida a la vez que respetuosa, en la que los aficionados disfrutaron de saber de boca de una enamorada de la bravura cuales son los problemas que atacan la fiesta de los toros y sus posibles soluciones.
Fuente.- José Luís Bautista. Fotos.-Antonio Coronado
Y esto fue todo en esta XXIV Edición, como suele decirse el último día de Sanfermines, el aficionado espera con ilusión las del año próximo, así que ya saben "Ya queda menos". Saludos a todos los aficonados que año tras año nos damos cita en esta peña sin igual. Enhorabuena.
Juan Casado presenta a la señora ganadera
La ganadera Mª Jesús Gualda
Mª Jesús muy comunicativa con el aficionado
Firmando en el Libro de Oro de la Peña
El obsequio de la Peña Tercio de Varas
Buen ambiente en el colofón de las Tertulias 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario