domingo, 6 de enero de 2013

De las (posibles) Medallas de las Bellas Artes

El maestro sevillano Diego Puerta recibirá a título póstumo -falleció el 30 de noviembre de 2011- la primera de estas preseas que según la costumbre no escrita iniciada en 1996 siempre habían tenido un sitio para el arte del toreo. 



De las (posibles) Medallas de las Bellas Artes 



Por Álvaro R. del Moral 
Oro para empezar y terminar un año. Aunque algunas tribunas ya habían arremetido contra el ministro Wert por dejar a la fiesta de los toros fuera del reparto de medallas de las Bellas Artes, aún había dos guardadas en la talega del ministerio de Cultura con nombre de matador de toros. La noticia se fue confirmando sin que sonaran las doce campanadas que han dado matarile a este año, por tantas cosas, tan aciago. El maestro sevillano Diego Puerta recibirá a título póstumo -falleció el 30 de noviembre de 2011- la primera de estas preseas que según la costumbre no escrita iniciada en 1996 siempre habían tenido un sitio para el arte del toreo. Todo comenzó con la concesión de la primera medalla al Mérito en las Bellas Artes al gran Antonio Ordóñez, que inauguró una lista en la que, como en botica, ha habido de todo.



Ojeda está en todas las quinielas. El genial rondeño había recibido la Legión de Honor de Francia sólo un año antes. Y en el pais vecino, una vez más, nos daban sopas con honda en el reconocimiento de la Tauromaquia como hecho cultural y, sobre todo, como vehículo de expresión artística. El hipotético olvido de la gente de coleta -que parece haber sido subsanado con sorprendente y solvente celeridad- habría llegado en un momento muy inoportuno para una actividad que se encuentra en su particular travesía del desierto, resistiendo a duras penas esos vientos abolicionistas a los que no siempre ha sabido responder. La conquista del Ministerio de Cultura por parte de las huestes del toreo -más alla de su mero valor simbólico- ha sido una de las victorias más decisivas de ese extinto G-10 que se atascó en otros fangales que se han quedado como estaban después de ese indisimulado fuego cruzado que ha salpicado a toda una profesión que escenificaba su irresoluble desunión. En esta tesitura debemos felicitarnos por ese nuevo rumor que aunque aún no es noticia señalaría a matador sanluqueño Paco Ojeda como propietario de las segunda medalla destinada al toreo, tal y como avanzó Pedro Javier Cáceres en Onda Cero. La concesión no se oficializará hasta el próximo Consejo de Ministros aunque el nombre del genio sanluqueño sería el más rutilante y lograría la absoluta unanimidad del planeta de los toros. Sea como fuere, el Ministerio no habría dejado este año cabos sueltos: al resto de candidatos barajados no les faltaría potencial: estaríamos hablando de Manuel Benítez El Cordobés, Ángel Peralta, Palomo Linares o César Rincón. Así sí.

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Paradores Nacionales. Mi otra familia

Hoy quiero homenajear a unos compañeros muy especiales. Ellos son los trabajadores de Paradores Nacionales de Turismo, a todos aquellos con los que compartí trabajo al igual que mucha diversión por toda la amplia y fantástica geografía española allá por la década de los 70-80.

Los Paradores Nacionales de Turismo, a los que hoy se les niega la palabra “Nacionales” en su denominación, se remontan a 1926 cuando el Marqués de la Vega Inclán impulsó la construcción de un alojamiento en la Sierra de Gredos, que se convertiría en el primer Parador de la red. Los siguientes en abrir sus puertas fueron los de Oropesa (Toledo) y Úbeda (Jaén) en 1930, Ciudad Rodrigo (Salamanca) en 1931 y Mérida (Badajoz) en 1933. El mayor proceso expansivo se produjo en la década de 1960, coincidiendo con el importante desarrollo turístico que vivió el país. En esos años, la red de Paradores pasó de 40 a 83 establecimientos.

Mi incorporación a tan importante Red hotelera tuvo lugar un 16 de septiembre de 1973, por lo que este año serán 40 de los 54 que cumpliré una semana antes, los años que llevaré cotizados. Cuarenta años cotizando para que como me descuide tenga que abonar una “tirita” que necesite en Urgencias.

Este fue mi primer Parador, mi primer trabajo:


Plantilla del Parador Año 1974. Yo en el centro

En una Cena de Gala en los jardines del Parador.
Año 1976. Yo el primero de la izquierda

 Con Paula y Eusebio Martínez, hoy pastelero en Bailén

En un Concurso Gastronómico. Con Rafael Nájera, yo de Aprendiz y él de Pinche. En la actualidad Jefe de Cocina en Olite.

En esta ciudad fue donde me vestí por primera vez de corto para torear un Festival Benéfico para Cruz Roja Española.
Algo borroso, pero al final se aprecia mi nombre
8 de Mayo de 1976. Festival Cruz Roja Española

 

Estas son de un 6 de agosto de 1976. La torero Mª Carmen Zaldívar "Carmela", a la que alguna que otra vez se le ha podido ver de asesora en el Palco del Coso de la Misericordia de Zaragoza
 
Llegado el momento, no como en la actualidad que directamente se ingresa en una Escuela de Hostelería y tras un periodo de tiempo se sale con la titulación de Ayudante de Cocina, en la Red de Paradores Nacionales cuando el Jefe de Cocina -no el Chef, ya que por esos entonces no estábamos tan “extranjerizados”- consideraba a un pinche de cocina lo suficientemente preparado, este era enviado al desaparecido Albergue Escuela de La Bañeza en León, allí durante seis meses en grupos de 16 cocineros y otras tantas Camareras, éramos preparados, perfeccionados para continuar nuestra carrera en la Red de la mano de un experto Jefe de Cocina llamado Luís Benavides Monje, el cual una vez cerrado el Albergue Escuela pasó a prestar sus servicios en el Parador de Segovia y ahí le perdí la pista.

 Cocineros de la Red de Paradores. Promoción de 1978

Con nuestro Jefe de Cocina. Luís Benavides

 En el Parador de Villafranca del Bierzo

Langosta Bellavista en parigüela

 Un Sant Honorette de postre

Parte de los platos del menú de la inauguración del Parador de Argómaniz, donde los alumnos de la Escuela de la Bañeza fueron los responsables.

Del Albergue Escuela y con ganas de conocer la variada cocina del territorio español, mi siguiente destino fue el Parador de Villafranca del Bierzo en León:



De Villafranca del Bierzo a Argómaniz en Alava.


De Argómaniz  a Olite en Navarra:


En este Parador Nacional de Turismo, terminé mi etapa de cocinero en la prestigiosa Red. Otro de los Paradores donde en su ciudad tuve la ocasión de torear en un Festival Benéfico, este para el Club de Futbol de la localidad el Erri Berri (Pueblo Nuevo), donde el resto de actuantes y sus cuadrillas eran propios futbolistas.


Teruel y Olite, por ser dos lugares ubicados en regiones de las más taurinas de España, fueron las que más huella dejaron en mis años en Paradores Nacionales.

Las casualidades de la vida, Teruel, primer destino y primer festival benéfico, Olite, mi último destino y mi último festival benéfico. Aunque no pierdo la esperanza de intervenir en la actualidad en algún otro que se me presentara.

Historias mil sobre mi vida en Paradores podría relatar, pero haría interminable este post dada la actividad -propia por cierto- entre las edades de 14 a 22 años.

Otros Paradores visitados por tener alguien conocido aunque no haya trabajado en ellos son los de Bailén, Ubeda, Cazorla, Jaén, Ciudad Rodrigo, Salamanca, Avila, Calahorra, Santo Domingo de la Calzada, Sos del Rey Católico, Benicarló, Carmona, el San Marcos de León, Ceuta o Chinchón. Buenos recuerdos y buenos amigos que como se decía por entonces cuando preparábamos el desayuno, comida, merienda o cena; se decía que era el desayuno, comida, merienda o cena de la "familia", hoy creo que le dicen del "personal", en fin, cuestión de gustos o de cambios en los tiempos. De todos modos este post está dedicado a mis compañeros de los años 70-80, los que preparábamos la comida de la "familia". 

Muchos amigos, muchos compañeros, con los que aún mantengo relación, muchos de ellos Jefes de Cocina en importantes establecimientos de esta prestigiosa Red que en la actualidad, como tantas otros Patrimonios, quieren en parte fulminar.

Suerte para todos estos trabajadores que empezaron siendo niños en esta prestigiosa Red de Paradores Nacionales de España, dieron su vida y su juventud trabajando y hoy por motivos que todos sabemos, los mismos de siempre, algunos puedan verse donde muchos de los que disponen deberían verse.

Perdonad la mala calidad de algunas fotos, pensad que en aquellos años con lo que se ganaba, solamente daba para una cámara Kodak de aquellas que el carrete era de una sola pieza con la pelicula dentro y el flag para la noche eran de cuatro disparos y una vez usado había que tirarlo, algunos saben la cámara que digo.


 







Gracias a todos los que conformais mis amigos en estas dos grandes pasiones, una profesional y la otra como aficionado. Personal de la Red de Paradores Nacionales y Profesionales del Toro, gracias a todos por hacerme feliz en las dos cosas que junto a mi familia, más amo en esta vida.