Javier Hurtado durante su disertación /Foto La Loma/
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MADRID: ENTREGADO PREMIO XI 'FÁBULA LITERARIA VICENTE ZABALA' A LA VENENCIA.
"...El
tríptico que nos ocupa, tras de la prosa nutriente de Murciano y Novo
va el postre dulce, sendas antologías poéticas referidas a los
personajes. Mayoría de elegías y epicedios para Joselito, lógicamente, y
baladas para Belmonte..."
Fotografías: Muriel Feiner
Fernando Claramunt, Antonio Tejerina, Miguel Bienvenida, Salvador Arias, Andrés Amorós, Javier Hurtado y Juan Lamarca
Se
ofrece el texto íntegro de la disertación de Javier Hurtado en el acto
de entrega de la XI Fábula Literaria "Vicente Zabala" en el Aula de
Tauromaquia 'Angel Luis Bienvenida' del Teatro 'Muñoz Seca' de Madrid
JOSELITO Y BELMONTE VINCULADOS POR EL AULA DE CULTURA LA VENENCIA DE SANTANDER
Por Javier Hurtado.-
El Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida ha premiado en esta edición con la Fábula Literaria “Vicente Zabala” a una asociación de aficionados, amantes del toro y la cultura taurina.
Don Salvador Arias Nieto, presidente del Aula Cultural La Venencia de Santander ha tenido el loable rasgo de editar un exquisito tríptico en prosa y verso sobre José y Juan Los
dos adalides del toreo, epónimos de la primera parte del siglo XX,
conocida como Edad de Oro del toreo, que continúan estando vigentes en
la memoria colectiva por lo que significaron en su momento y porque
legaron a las generaciones venideras dos maneras de interpretar el toreo
distintas aunque complementarias.
Puede decirse que
"Gallito" y Belmonte colorearon el toreo en su época imprimiéndole
vistosidad a la pátina primigenia, ruda y dramática que había tenido la
lidia hasta la llegada de ambos. José la fortaleció por la vía del
poder, del conocimiento exhaustivo de las suertes, de la ilustración de
la corrida en todos los tercios. La variante novedosa, original y
admirativa de un toreo vanguardista la introdujo Juan Belmonte abriendo
un sendero nuevo e insospechado hasta entonces.
Este tándem, inevitablemente unido en la historia "per sempre"representa la idea defendida por el escritor Carlos Valdemoro --más conocido como Pepe Alameda--, de que el toreo es la conciliación de lo contrario “disciplina y ruptura, regla e improvisación, cálculo y osadía.” Para Alameda, “en la armonización de lo antagónico está la clave del toreo, su interés, su gracia, su permanente drama.” Y José y Juan simbolizan la simbiosis de esa ambivalencia.
De contar y
glosar aspectos biográficos y tauromáquicos de Joselito “El Gallo” se ha
encargado el insigne investigador, poeta, ensayista y crítico
sevillano Daniel Pineda Novo y hace lo propio de Juan Belmonte el gran poeta gaditano Antonio Murciano.
Los textos
recogen aspectos conocidos de sus respectivas vidas y entreveran alguna
que otra opinión crítica hacia la pareja. Joselito y Belmonte,
idolatrados por los públicos, tuvieron una legión de partidarios pero
también detractores en distinto grado.
A este respecto, reproduce Daniel Pineda una Carta Abierta a José Gómez Ortega con
fecha de 1912 en la que un aficionado, muy partidario suyo, se deshace
en elogios en los primeros párrafos de la misiva y le endilga un puyazo
hacia el final: "Por el reverso pintan bastos, y se asegura (y yo me
inclino a creerlo por aquello de "piensa mal y acertarás) que los toros
del prócer andaluz no fueron precisamente toros, sino gatos, auténticos
mininos, que en lugar de mugir, maullaban, y en vez de cornear sacaban
las uñas... los siete oriundos de Cámara (aquellos “cámaras” que tanto
apetecía El Guerra), han descorrido el velo y ha aparecido la realidad en forma de caracoles".
El trapío del toro ha sido asunto cuestionado desde antiguo.
También Antonio Murciano incluye
en su libro un párrafo del notario y escritor Luis Bollaín sobre el
toreo y el arte del fenómeno trianero. Bollaín, además, era acérrimo
partidario de Belmonte pero expresión una opinión sincera: "Parece
designio de Dios que Belmonte se viera dotado con este don de crear
belleza. Él, que no era Adonis, ni Apolo, sino Rigoletto" (el personaje contrahecho de la ópera homónima de Giuseppe Verdi).
Esa opinión sobre
el físico de Belmonte la extremó y firmó un tal señor Samblancat (y
esto no forma parte de los textos de Pineda Novo y Murciano) que debió
ser el conocido político de la época, Ángel Samblancat Salanova, nacido
en Graus, Huesca. “Era tal la taurofobia de aquella criatura hacia los
toreros en general y hacia Belmonte en particular que la expresó en los
siguientes términos:
"No hay más
que mirar un retrato de él para ver que trabaja más con la dentadura que
con la frente. Belmonte, además de ser jorobado, tartamudo, patizambo y
prognato, y de estar enfermo de la médula y el pulmón, tiene el belfo
colgante y la frente aplastada. Es la más repugnante piltrafa humana que
han tenido nunca en sus manos los médicos sobre la mesa del hospital."
Y se extrañaba el
afrentador personaje de que, a pesar de no haber salido de la
animalidad Belmonte fuera admirado, festejado y celebrado en prosa y en
verso por su arrogancia, brío y virilidad, preguntándose ¿Hay algo más
absurdo?
Mira por donde otra insigne pluma del periodismo taurino, partidario de Belmonte hasta el tuétano, Don Mariano de Cavia y Lac, alias
“Sobaquillo”, salió al quite, en La Lidia, en defensa del diestro con
un artículo titulado “Lo de fuera y lo de dentro” en el que daba
cumplida respuesta al denostador Samblancat y de paso el pésame puesto que el tiro le salió por la culata.
Argumentó en su
escrito Sobaquillo que todos los epítetos dedicados en la diatriba
dejaron corto el mote que le pusieron a Belmonte sus partidarios, pues
llamarle "Fenómeno" era decirle nada. Ya que, “de ser cierto todo lo
escrito por Samblancat, Belmonte era la paradoja viviente más
prodigiosa, el mayor milagro humano producido de consuno por la
naturaleza y el arte.
Milagro es
--escribió Sobaquillo--, que un tipejo así levante a las muchedumbres en
vilo, no con arranques brutales sino con una clara, brava y serena
"sensación de arte", con una sugestión estética, más verdadera que todas
las invenciones de los más exaltados dramaturgos. Por eso, teniendo en
mucha estima lo de fuera, la hermosa cáscara, nos llega más hondamente
lo de dentro, lo que da al traste con todas las máscaras antropológicas.
Y lo de dentro ¿qué es? Pues esa piltrafilla interior se llama
corazón.”
Este ejemplo del
pasado es demostrativo de cómo ante la despiadada arremetida antitaurina
personalizada en un torero, enseguida salía un defensor a recoger el
guante y limpiaba el honor del ofendido. Había una cualifica oposición
al antitaurinismo. Hoy los ataques a la Fiesta no cesan y la defensa es
tibia.
Volviendo al
tríptico que nos ocupa, tras de la prosa nutriente de Murciano y Novo va
el postre dulce, sendas antologías poéticas referidas a los personajes.
Mayoría de elegías y epicedios para Joselito, lógicamente, y baladas
para Belmonte.
Como leer poesía
no es lo mismo que leer prosa, para ingerir el manjar en verso hay que
coger ritmo, darle varias pasadas y saborearlo, igual que degustamos la
autenticidad de la corrida de toros.
“Cuando en el toreo falta la poesía no hay toreo”. Es frase de Belmonte.
Completa esta terna bibliográfica un librito bisagra con un poemario de ambos diestros. En el prólogo de Andrés Amorós escribe
acerca de la percha literaria de Juan y José y, a tenor del material
disponible, efectivamente, parece que literatos y poetas encontraron en
la biografía y el toreo de Belmonte un soporte más sólido y resistente
para colgar en ella versos, estrofas y ditirambos.
Lo justifica el
hecho de que Juan vivió bastantes más años. La temprana muerte de
Joselito no le dio la opción de relacionarse con los intelectuales de su
época como hizo Belmonte pero lo que sí logró José en su corta vida,
por su carácter generoso y desprendido, fue hacerse querer por la
sociedad sevillana de entonces. Joselito fue torero del pueblo.
En esta antología
poética se reúnen múltiples poemas, algunos inéditos, de 120 poetas
españoles e hispanoamericanos de ayer y de hoy. También hay ripios,
coplas y letras de cantares y pasodobles, dedicados a los dos toreros.
Ahí están para ser leídos.
A modo de botón de muestra engarzo algunos fragmentos extraídos de los libros y hago un remix con versos de Antonio Aparicio, Bergamín, Antonio Murciano, El Tío Caniyitas y Manuel Martínez Remisrematados con la letra de una seguiriya.
. "Qué sentencia el soberano: / Juan y José cuatro tardes / frente a frente, / mano a mano".-
. "Y como se juntaron / los dos rivales / no habrá nada en el mundo / que los separe".
. "Así lo dice el cartel: / en la plaza de la Gloria / torean Juan y José".
. "Joselito y Belmonte / cartel de gala, / en sombra la Alameda / y el sol, Triana".
. "Si algún día me quedo ciego, / lo último que quiero ver / es aquel tercio de quites / que hicieron Juan y José".
. "El astro, el Estro. / Los dos, punto y aparte. / Los dos maestros".
Los años han
pasado y los tiempos han cambiado. No sé yo si ahora hay menos poetas o
quizás menos héroes sociales --y no sólo en el gremio de la torería
andante--, en quienes inspirarse para plasmar madrigales y sonetos. Tal
vez más adelante El Aula de Cultura la Venencia que preside Salvador
Arias Nieto nos sorprenda con una nueva recopilación de poemas, tan
completa y espléndida como esta. Sería buena señal, claro indicio de una
sociedad cambiada, regenerada y culturalmente sana. De tal manera que
al Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, no le importaría
premiar, como hoy hace, a tan lírica y distinguida asociación de
aficionados.
Miguel Bienvenida entrega el premio a Salvador Arias
David García, en nombre de Iván Fandiño, recoge la "Fa´bula taurina de Sabn Cristóbal, de manos de Rommer Fuentes
Me sumo con estas tres estrofas (parcial de un extenso poema sin publicar aún) en homenaje a José y Juan, a la Venecia de Santander, y a Los Amigos de la Dinastía Bienvenida. Felicito a Javier Hurtado por su intervención (documentada y sabia) y a Muriel Feiner por su reportaje (vivo y sensible)
ResponderEliminarPARCIAL de "Mistica de José y La Macarena":
Callada, escuchó Sevilla
aquel toque de silencio.
La Catedral cerrada
y enlutada la Giralda.
Y en su Templo,
la Macarena,
también de luto vestida.
Del crespón…el negro.
Crespón del pueblo.
España muda y desolada;
rota la voz del pueblo.
Sevilla, es sollozo y llanto.
Se llora por las esquinas;
También se llora en el campo.
No hacen sombra las encinas.
Las clavellinas sin brillo.
Varada y mustia la dehesa.
¡Es que ha muerto Joselito!
A silencio toca la Giralda,
ya, con su Reina en los Cielos.
Hombres, mujeres y niños,
Lo cantan, lo lloran o lo callan;
porque en silencio,
también se habla en Sevilla.
Silencio, también en Talavera.
La copla lo llora.
Como lo lloro yo,
En versos de mi poema.
José Olid
Y que conste que J. Hurtado no es santo de mi devoción. No obstante al Cesar lo que es del Cesar.
ResponderEliminarOportunísimo al extraer la frase de Juan.- "Cuando en el Toreo falta la poesía no hay Toreo".
Juan Belmonte no era un analfabeto; más culto que los Gallos, pero de chiquillo le gustaba compartir más con los "golfillos". Supo dar en esa frase el contenido real de la palabra "poesía"; la que es perceptible desde cualquier punto de la naturaleza o el mundo de las ideas, no solamente en lo plasmado en versos. El término poesía no es usado adecuadamente en la actualidad, ni por el erudito ni dentro del lenguaje común.
Dedica demasiado espacio a Samblancat por su antitaurinismo; al que podíamos acabestrar con Foxá y mandarlos a arar la Sierra de Gredos para que se entretengan en sus propios infiernos. ¡Cuanta vulgaridad, Dios...! en estos dos personajes públicos. Dejad e mencionarlos, por favor.
Saludos de Gil de O.
Chacho compadre, a mí también me ha gustado hoy el Hurtado -debía mojarse más en la Televisión- en esa conferencia, sobre todo en ese párrafo:
ResponderEliminar-Como leer poesía no es lo mismo que leer prosa, para ingerir el manjar en verso hay que coger ritmo, darle varias pasadas y saborearlo, igual que degustamos la autenticidad de las Corridas de Toros-.
Hurtado cae en el error semántico que Gil de O. ha denunciado (parece que confunde la parte con el todo); pero sí que es cierto que un poema hay que repasarlo, sentirlo y volverlo a sentir hasta dar con el compás y el ritmo -con o sin rima- que exige el autor. En las Corridas de Toros no hay posibilidad alguna de recrearlas, son efímeras por lo que no quedan plasmadas nada más que en el alma del espectador. El vídeo es una recreación técnica muy distante de la realidad.
Va muy bien este blog. Ánimo Cisneros. Os felicita
El Chacho
Debo felicitar a Muriel Feinaer por haber recogido a la mitad e la partida adormilados y ausentes. Jajajaja!!!
ResponderEliminarAl santanderino, cuando repase este reportaje, se le caerán los palos del sombraje. Allá en la Montaña, son mucho más auténticos. Jajajaja!!!
El Meques
LO QUE HAY QUE HACER ES HABLAR SOBRE LA REALIDAD DE LO QUE ESTA PASANDO. TODO EL MUNDO LE VUELVE LA CARA. TANTO SOBONEA HARTA A LA GENTE Y ES POR ESO POR LO QUE NO VA CASI NADIE A LAS CONFERENCIAS. YA NO VAN NI ENTRE ELLOS MISMOS. EN UN MADRID Y CON ESA CANTIDAD DE HABITANTES ES PARA QUE ESOS ACTOS SI SE HABLARA DE TOROS MIRANDO A LOS HECHOS, A LA VERDAD Y POR LA PUREZA ES PARA QUE HUBIERA GUANTAZOS POR ENTRAR. Y MIRA ESTAN COMO EN FAMILIA. VENGA HOMBRE, SI ES QUE YA ESTAIS DEMASIADO VISTOS.
ResponderEliminarSEÑOR ADMINISTRADOR DEL BLOG POR FAVOR PUEDE DECIRNOS CUAL ES LA EMPRESA DE JAEN CAPITAL. LO TIENEN ESO COMO DE TAPADILLO O LES DIERA VERGUENZA.
ANONIMO