jueves, 2 de julio de 2015

POR GAONERAS


Por Salvador Santoro
Dedicatoria, a modo de brindis:
A mi dilecto amigo, Mario Lozano Crespo – docto jurista y ameno conversador -, dedico este redactado en su condición de preclaro aficionado taurino (por herencia paterna), desde su natal Sevilla: bella y “torerísima” ciudad.
Con mi gratitud, afecto y reconocimiento; recibe el testimonio de mi consideración personal más distinguida. ¡Va por ti, Mario!

Por su plasticidad e importancia dentro de la Tauromaquia, a “La gaonera”, se dedica – a propio intento – esta columna. Su gestación, paternidad y ejecución merece ser contada con cierto detenimiento.
Como proemio, apuntar que este quite clásico es – por exposición y verdad – el más relevante del toreo con el capote a la espalda; hasta tal punto, que puede compararse a “La verónica” (con el percal por delante) e incluso al “natural”, pase fundamental de muleta.
El banderillero madrileño, Saturnino Frutos “Ojitos”, se lo vio hacer al diestro de Madrid, del siglo XIX, Cayetano Sanz, de sobrenombre “El Petronio de la Arganzuela”. Tras pertenecer a las cuadrillas de célebres toreros, como el inmenso y valeroso estoqueador granadino Salvador Sánchez “Frascuelo”; Ojitos, se traslada a México fundando una escuela taurina en la localidad de León de los Aldamas, de donde era natural Rodolfo Gaona Jiménez que, pasado el tiempo, sería su discípulo más aventajado y al que enseñó esta suerte que lleva su nombre. Gaona – al que llamaban “El indio grande” – fue coleta muy elegante aunque de irregular trayectoria, que alternó con todas las figuras de la época en España y allende los mares. Teniendo a Ojitos por maestro y mentor, Rodolfo, estrena la gaonera en la plaza El Toreo de la Condesa (anterior a la actual Monumental de Insurgentes, de México D.F.), en 1910 y, al año siguiente, lo hace en Madrid con gran éxito.
Para su ejecución, el torero se sitúa de costado, sosteniendo el engaño con la “palma” de las dos manos pero por detrás del cuerpo. Previamente, se habrá “echado” el capote a la espalda (lo bonito es hacerlo con un medio farol). Se cita al toro como para dar un muletazo, adelantando la pierna que corresponda, y – toreando con las muñecas – se remata el lance; girando alternativamente, para “pegárselo” por uno u otro pitón. Esta suerte, tiene similitud y se presta a confusión con otras como torear “de frente por detrás” o el lucido quite de “La mariposa”, que creara Marcial Lalanda del Pino, ¡El más Grande! al decir de la letra de su conocido pasodoble.
En suerte tan prodigada, muchos y buenos han sido los interpretes, destacando Pablo Lozano, “La muleta de Castilla” le decían; pero ninguno ha toreado “por gaoneras” tan puro y ceñido como lo hace José Tomás, quien – impertérrito – ante el astado consigue “acongojar” (ya me entienden) a millares de aficionados, que lo siguen con auténtica veneración por los escasos y “escogidos” cosos donde se anuncia.

Fuente.- Salvador Santoro. Colaborador de Jaén para De Catafalco y Oro.


II Alfarero de Plata: Tentaderos Villaseca de la Sagra (Toledo)


26 de junio de 2015
II Alfarero de Plata: Tentaderos
Villaseca de la Sagra (Toledo)
Vacas de la ganadería de Cortijoliva
Ignacio Olmos-Sedano Vázquez-Lázaro Escalona-J.L. Herrero "Pijín"-Javier Gallardo
Director de Lidia: Eugenio de Mora
Ganadería de Cortijoliva.-
Es agradable y al mismo tiempo ilusionante, ver cómo viernes tras viernes, los tendidos de la plaza de toros de Villaseca de la Sagra, se llenan de gente menuda. En estos "democráticos" tiempos en los que se persigue cercenar la voluntad personal de decidir, mediante la prohibición de la tauromaquia, una actividad que por sí misma es una forma de vida, a la que dedican su día a día miles de familias y de la que están pendientes miles de personas, ya sean aficionados o no (pues no debemos olvidar que en España tras el fútbol, son los toros los que movilizan a un mayor número de espectadores), pues bien, en estos democráticos tiempos, en este pueblo de la Sagra toledana se crea afición desde que los niños son prácticamente bebés. 
Ahora que la libertad de elegir está cuestionada por una sociedad sin valores, se quieren poner trabas al acceso de los niños al espectáculo total por antonomasia, a la única representación que acepta la muerte como consecuencia del arte, por lo que se convierte en la ceremonia que más lecciones de vida puede ofrecernos, un sinfín de valores (la voluntad, la ética, la perseverancia, el valor, la disposición, el control emocional, la superación de la adversidad y un largo etcétera) de los que, la gente joven, los niños, pueden y deben beber hasta saciarse. 
Una clara muestra de estos valores, ha sido el durísimo tentadero de este viernes, donde los novilleros han tenido que luchar contra la adversidad personificada en vacas utreras con muchas dificultades y adornadas de hermosos pitones, con fuerza y poderío, y listas muy listas, enseguida se daban cuenta de lo que se dejaban atrás. Vacas para las que había que tener un poso torero importante, no de principiante, unas vacas que pueden quitar del medio más de una vocación. 
La ganadería de Cortijoliva, de procedencia Atanasio Fernández (vacas y sementales de Lisardo Sánchez), pasta en la finca "Las Olivillas", de Cañamero (Cáceres). Como cada tarde de tienta el ganadero, en este caso D. Luis Alfonso de los Reyes, compareció en el callejón comentando el comportamiento de sus animales. Estuvo acompañado del mayoral de la ganadería Raúl Conde, que hizo las veces de picador del tentadero.
Junio de 2015
Rafael Villar Moyo

El ganadero Luis Alfonso de los Reyes, los novilleros y Eugenio de Mora, director de lidia