Con una entrada de algo más de media plaza, se lidiaron dos toros para  rejones de José Luís Iniesta, parados y de poco juego; y otros cuatro  para lidia ordinaria de Juan Pablo Jiménez Pasquau, bien presentados,  con mucha nobleza y juego desigual, destacando el lidiado en último  lugar.
Diego Ventura como siempre magistral, paró al primer  toro con “Demonio”. Montó seguidamente a “Orobroy”  para banderillear al  quiebro y torear de costado, recortando y saliendo por los adentros muy  toreramente para posicionarse en los medios y citando muy de cerca  quebrar la embestida de la res.
Para clavar banderillas a dos  manos y poner las cortas así como para matar, monta a “Ribatejo”. No  tiene suerte a la hora de matar pinchando en varias ocasiones lo que  ocasiona que solamente reciba leves palmas.
En su segundo, un toro mejor  presentado pero demostrando su mansedumbre de salida yéndose siempre a  tablas excepto cuando tiene al caballo en las cercanías; Diego Ventura  monta a “Triana” para recibir al toro y colocar un rejón de castigo. Con  “Revuelo” vuelve a demostrar además de su buena doma que los caballos  son “toreros” poniendo en los medios al toro en suerte para poner  banderillas al estribo. Lo más aplaudido de la tarde fue su  faena montando a “Morante”, clavó banderilla al estribo y corrió al toro  saliendo por los adentros en los que el caballo intenta morder al  astado. Como colofón saca a “Califa” un caballo de bella estampa con el  que pone banderillas cortas a una y dos manos adornándose al final de la  suerte parando al toro con las manos en el testuz, mata de estocada  fulminante, esta vez sí, dos orejas es el premio a su labor.
Manuel Díaz  “El Cordobés” gustará más o gustará menos, su estilo puede ser  discutible entre los aficionados, pero en lo que todos estaremos de  acuerdo es que la calidad humana de este torero es irreprochable, muy  comunicativo toda la tarde con el público y una pequeña conversación  agachado debido a la estatura de un jovencísimo aficionado que salió a  saludarle al dar una vuelta al ruedo son motivos de respeto.
En el  terreno artístico Manuel Díaz ha cumplido con un primer oponente, noble y  de poca fuerza, repetidor en el capote donde humilló y estiró el cuello  hasta donde no podía más el animal. En la muleta del mismo modo repitió y  embistió con nobleza por ambos pitones aunque las tandas debido a las  condiciones del toro no resultaran con esa ligazón necesarias para  llegar al púbico, pero el torero echa mano de su repertorio en cercanías  y tras varios adornos finaliza con el típico “salto de la rana”. Mata  de estocada y descabello, dos orejas.  En su segundo, un toro  bien presentado y noble como toda la corrida lo lancea de salida para  tras el remate invitar al sobresaliente Enrique Martínez “Chapurra” que  realiza un quite compuesto por dos verónicas y media de remate. En la  muleta faena de poca brillantez con pases sueltos ante un toro que no  repite lo suficiente para ligar los pases, esta faena la basa en  demostrar su valentía sacando pases sueltos en las cercanías con los  pitones. Estocada entera algo tendida y descabello. Una  oreja.
A Javier Cortés que debutaba en su plaza por tener las  raíces paternas en esta localidad le tocó en suerte un primer toro  noble y bien presentado que en mi opinión entre el puyazo recibido  “malo” y tapando la salida y una costalada debido a su humillación al  embestir, mermaron la calidad que el toro demostró de salida. La faena  de muleta tuvo que realizarla a media altura y apuntó tener buenas  maneras.
En el lidiado en segundo lugar tuvimos la  oportunidad de ver un toreo de calidad ante un astado también bien  presentado, noble y colaborador, el mejor toro de la tarde.Buenos lances de capote y un quite por chicuelinas anunciaron lo que  después vimos en la muleta. Al fin he visto esta temporada un toreo de  mano baja echando la muleta adelante  para recogerlo y con la figura  curvada tirar del toro hasta atrás ligando los pases, muy bien en seis  naturales ligados, siempre bien colocado y sin cruzarse en exceso, para  mi forma de concebir el toreo estuvo en el sitio justo, ni “fuera de  cacho” ni cruzado en demasía, me gustaron las formas de este jovencísimo  torero al que vale la pena volver a ver, la mejor de la tarde que como  siempre suele ocurrir acaba fallándose a espadas y a pesar de dos  pinchazos y media atravesada no fue óbice para que un público  enfervorizado le otorgara otra oreja, esta de paisanaje y poder así  acompañar a sus compañeros por la Puerta Grande.Tarde en la que el  público se divirtió y premió a los toreros con un total de siete orejas  saliendo los tres actuantes ante un fervor popular por la Puerta Grande  de esta bonita Plaza de Toros de Villanueva del Arzobispo, donde he  podido comprobar “in situ” los buenos aficionados que existen, digo esto  porque tuve de vecino de localidad a un padre que sabiamente iba  dictando pasajes de la lidia, colocación de la estocada, distribución de  tendidos y cuantas preguntas iban surgiendo de unas hijas inexpertas  dada su juventud y que a buen seguro se harán buenas aficionadas, no  conozco su nombre, sí nos saludamos al acabar el festejo y simplemente  tengo que decirle, enhorabuena caballero, con usted la afición no  decrecerá sembrándola como está haciendo en los más jóvenes, futuro de  este espectáculo que por momentos veo agonizar.
Fotos de Nuestro Jaén 
 

 Diego Ventura clavando banderillas cortas
El Cordobés rematando con el de pecho
Javier Cortés en un derechazo
Puerta Grande triunfal para los tres actuantes