lunes, 18 de julio de 2016

EL GANADERO D. IÑIGO GARZÓN TRIUNFA EN LORQUÍ


Plaza de Toros de Lorquí (Murcia).
FICHA DEL FESTEJO
Corrida de toros mixta. Lleno en los tendidos.
Un novillo para rejones y cuatro toros de D. Íñigo Garzón, de Linares (Jaén)
Juan Manuel Munera, dos orejas y 
Juan Belda, dos orejas y dos orejas y rabo. 
Miguel Ángel Moreno, silencio y oreja. 
La localidad murciana de Lorquí acogía este domingo una corrida de toros mixta en la que las promesas de la tierra hacían el paseíllo. Un llenazo en los tendidos presentaba el ambiente del coso, en el que se presentaban el rejoneador Juan Manuel Munera y, a pie, los matadores Juan Belda y Miguel Ángel Moreno.
Dos orejas le cortó al primero de la tarde Juan Manuel Munera, que sustituía a Joao María Branco, al que se le averió el camión de los caballos esta madrugada de camino a la localidad murciana. El rejoneador manchego le hizo frente a un animal paradísimo, sin viaje y con el recorrido justo, con el que debió hacer un esfuerzo para sacarlo a los medios. Varios pares de mucho gusto y el rejonazo final pusieron en su mano el doble trofeo.
Juan Belda cortó dos orejas a segundo, un toro de Íñigo Garzón corniveleto, noble pero sin fuerza. Le avisó dos veces, pero su entrega se hizo con él para sacar tandas por ambas manos que llegaron con facilidad al tendido. Brindó el animal al cielo de Víctor Barrio y finalmente le paseó el doble apéndice.
En su segundo se fue a la barrera, brindó el toro a su novia, entró al callejón, le entregó un ramo de flores y le pidió matrimonio. Posteriormente anduvo magnífico con un animal extraordinario. Toreó de verdad, metido en los pitones ante un astifino para cortarle las dos orejas y el rabo al animal. Se tiró a matar en todo lo alto tras comprender por ambas manos al toro y le fueron concedidos los máximos trofeos.
Miguel Ángel Moreno no se acopló al tercero de la tarde, un toro con picante con el que anduvo con más voluntad que oficio y pulcritud. No acertó tampoco a espadas, dejando dos medias y cuatro descabellos para ser silenciado.
En su segundo, último del festejo, un toro que dio opciones y le cortó una oreja generosa. No quiso verlo el torero, dejando media y estocada entera que hizo sacar pañuelos.







Fuente y fotos.- Alberto Castillo / El muletazo