lunes, 7 de diciembre de 2009

Y…… al Guarda, quien lo guarda.



A “Morety”, un periodista al que han aburrido y se ha ido, se lo dijo un licenciado en chupopteria, a mí me lo dijo un buen amigo y conocedor del tema taurino ¡Pepe no sabes dónde te metes! ¡Hay mucha envidia en este mundillo!, pero a pesar de todo aquí sigo. Enemigos salen y, salen como la mala hierba, aunque a decir verdad y utilizando un símil taurino, los míos no son ninguno de encaste “coquilla”, más bien son “moruchos poco encastados”.
Y con esa falta de encaste buscan fama y popularidad, desconocen al parecer que las personas somos lo que los demás ven que somos y no lo que decimos que somos. Yo prefiero cuando llegue la hora de abandonar este mundo que en mi laude no figure mi nombre, solamente dos fecha, + la de mi nacimiento y la de mi muerte +; y entre ellas, la frase (Aquí yace un hombre que su tiempo fue suyo), simplemente porque siempre he vivido en libertad, no renunciando jamás a mis principios aunque como podrán suponer esto comporte algún que otro “amigo”. Pero como dijo Winston Churchill "Nunca rendirse, en nada grande o pequeño, nunca rendirse salvo a las convicciones de honor y el buen sentido. Nunca ceder a la fuerza, nunca ceder ante el aparentemente aplastante poderío de los enemigos".
Los procedimientos de estos enemigos de la Fiesta siempre son los mismos en todos sitios por lo que deduzco de comentarios y quejas en distintos medios. Y si no, miren la forma de felicitar un crítico taurino a Juan Muñoz, responsable de la web Nuestro Jaén, le anima a seguir en la lucha, a devorar kilómetros, a luchar en las puertas de las plazas, en los callejones y en los despachos y al enterado de turno con las trabas y zancadillas que nos encontramos a diario por esas plazas de Dios, suerte y al toro. Otro, que ha dado en toda la yema. ¡Como está el patio!
En ocasiones he escrito sobre los máximos responsables que el Reglamento Taurino de Andalucía designa para cumplir con el Decreto que les obliga a ello, por cierto; los mayores enemigos de la Fiesta generalmente. Pero enemigos, en la Fiesta los hay de varios tipos como los encastes de bravo; entre ellos están aquellos que yo catalogo “de encaste telonero”. Sus cargos merecerían una revisión urgente en el reglamento, algunos de cierta relevancia siempre y cuando se actuara con honestidad y rigor, pero del todo innecesario si se actúa bajo un radical solipsismo. A veces, actúan contra el que consideran su peor enemigo, el emisario, máxime si ejerces con independencia y honestidad, no diré verdad al considerar a esta, ambigua; pues cada cual posee la suya.
Resulta difícil afrontar una guerra solo, pero siempre surge el “Ángel Redentor” que te da fuerzas para seguir y actuar basándose en la filosofía descrita en el párrafo segundo, a estas alturas ya no me afecta en absoluto la manera de proceder de estos “salvadores de la fiesta”, aquí continúo y aquí seguiré defendiendo lo que me gusta. Entré en esto voluntariamente y de la misma forma lo dejaré cuando consiga el “Pulitzer”, lo digo más que nada para que mis “amigos” esperen sentados mi retirada.
Podía hablar de hechos irregulares y anti-reglamentarios. Hechos que atentan contra el honor e imagen pública de la persona poniéndola en tela de juicio ante terceros por no tener el valor suficiente de dar la cara ante del que murmuran. De obrar con falsos testimonios hacia el que no les sigue el juego ni les tolera su doble personalidad, actuando cuan “proxeneta o correveidile” intentando desgastar al emisario, máxime si se trata de un medio de comunicación que no es de ámbito nacional, ante estos los he visto inclinarse cuan lacayos a su Rey. A pesar de todo tengo el privilegio de que aunque sea un modesto “junta-letras” muy lejos de ser profesional de la información hay quienes han intentado comprarme y; al no conseguirlo, me han tirado como suele decirse “a degüello”, no comprenden que para algunos aún significa algo la palabra Honor.
He presenciado actos donde se llega al grave extremo de no impartir coherentemente la igualdad de derechos entre los distintos medios de comunicación y quienes los representan, ejerciendo por tanto una ostensible distinción entre ellos, dando lugar a un agravio comparativo contradiciendo por consiguiente la Constitución Española a la que nos debemos todo ciudadano.
Actuaciones como estas deberían tener una sanción inmediata por parte de los poderes públicos que, no olvidemos, tienen la obligación de defender los intereses de los que asistimos a los festejos taurinos para informar al aficionado. Pero para ello no hay que callar, hay que denunciar poniendo las irregularidades en conocimiento del Órgano competente correspondiente. Nunca amilanarse, hay que luchar para que estos medios y quien los representa en su apartado taurino no sean minusvalorados, como lo ha hecho públicamente Pedro Ruíz, responsable taurino de Canal 9 La Loma en Baeza.
De lo contrario, la permisividad a estos “anclados en el pasado” nos conduce a situaciones poco agradables, no siendo la primera vez que los taurinos y los de su entorno, defienden sus razones a base de “golpes bajos”, seguramente porque la falta de razón y el fraude sólo se pueden defender con la fuerza.
Seguir el juego a estas cobardes actuaciones y claudicar sería como caer rendido en sus redes cuan atún capturado en almadraba. Por eso; no hay peor castigo y que más le quite el sueño a quien actúa de esta manera que seguir ejerciendo con honestidad y firmeza, denunciando todas aquellas irregularidades e injusticias que se aprecien.
Aunque en la faceta taurina haya quien opine que actuar en contra de intereses personales sea nadar a contracorriente, en el fondo siempre habrá quien apoye y piense es ir en la dirección correcta y no corrupta, aunque hoy parezca estar muy de moda en algunos ámbitos sociales.
El mal hay que erradicarlo y plantar cara a estos que como expresa la canción, no son otra cosa que “poetas que dicen que escriben y en realidad no saben nada”. Pues si quien escribe no lo hace, al guarda…. ¿Quién lo guarda?