¿Sensibilidad, nostalgia? Llámenlo como ustedes
quieran pero la noche vivida en la localidad de Peal de Becerro junto a los
profesores y jovencísimos músicos de la Banda del XXVII Taller Provincial de
Música es algo que jamás se ausentará ni de mi mente, ni del corazón por muchos
motivos.
Gracias al Director D. Martín Morales Lozano, tuve
anoche la agradable sensación de volver a vivir pasajes de mi vida cincuenta
años atrás cuando acompañaba a mi padre a todos los eventos musicales de
aquellos tiempos.
¿Por qué?, por muchas razones. Nada más llegar a
Peal de Becerro, localidad donde este singular Profesor estuvo dirigiendo su
Banda de Música, no andábamos diez o quince metros cuando le paraban para
saludarle y recordar aquellos tiempos vividos. Parar en la terraza de una
cafetería y tomarnos algo en una calurosa noche fue otro de los momentos que me
llevó al pasado de mi vida cuando del mismo modo lo hacía con mi padre camino
de la desaparecida Plaza de Toros de Las Arenas cuando en ella se celebraba algún
evento nocturno y como no, a la Monumental de Barcelona haciendo una parada
obligatoria en el famoso y peculiar por sus jamones colgados en el techo del
Bar Sol y Sombra.
Dando un paseo tras refrescarnos la garganta,
llegamos al magnífico Auditorio de Peal de Becerro, un lugar que transporta a
épocas medievales por el entorno agradable y monumental de su Torre.
Me imagino
que representando el resto de un antiguo castillo. Junto a esta torre se
encuentra un anfiteatro de piedra muy cómodo frente al escenario donde llegada la hora empezó el extraordinario
concierto por los 84 chavales que forman este año la Banda Provincial de Música
dirigidos por Martín, haciendo una inserción Francisco Morales al llegar el
momento de interpretar el pasodoble compuesto por el mismo, “Despidiendo a un
amigo”. Otros temas interpretados fueron: Los pasodobles Panaceite y Arjonilla
y obras como Paisaje, La Revoltosa, El fantasma de la Opera, De cine, Tico tico
no fuba, poniendo colofón el Himno Provincial de Jaén.
No quiero que se me quede en el tintero un detalle
tan peculiar como respetuoso y dignísimo de mencionar para los habitantes de
esta bonita localidad jienense que es Peal de Becerro; ponerse en pie nada mas
sonar las notas del Himno Provincial de Jaén, viendo a diario las cosas que
vemos, pasan en otros “lugares de los cuales no quiero acordarme”, fue algo
emocionante que me encogió el corazón, por lo que en esta ocasión y con todos
mis respetos hacia esta magnífica Banda de Música, el último aplauso es para estos
“tugienses”, que han sabido con este detalle rendir homenaje a esta bella y
desconocida tierra que es Jaén.
Una extraordinaria cena en el complejo “Sarao”,
lugar con un bonito y acogedor salón lleno de naturaleza por la variedad floral
que lo envuelve, unos suculentos platos con sabor y calidad de sus productos y
un servicio exquisito puso punto final a una noche llena de colorido con unos matices
grises y ocres producidos por la luna que nos envolvió a todos en esta magnífica
velada.
Noche inolvidable, noche de nostalgia, de sensibilidades,
de recuerdos, una noche musical dentro de un escenario mágico que hacen posible
estos jóvenes músicos junto a sus profesores y director y el apoyo
indispensable de los Ayuntamientos y la Diputación de Jaén.
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