sábado, 26 de abril de 2014

MAMÁ QUIERO SER ARTISTA.............

Mamá, quiero ser artista,
¡Oh! Mamá, ser protagonista,
Con pieles o harapos con tal de ser trapos,
de estrella solista que hace suspirar.
Mamá, quiero ser famosa,
¡Oh! Mamá, ser la más hermosa,
Firmar talonarios y en el escenario
pisar a diario alfombras de rosas.
Mamá, por favor, compréndeme: Quiero ser artista.

Villanueva del Arzobispo, 19 de abril, Sábado de Gloria. Corrida de Toros, el primer festejo mayor que abría la temporada jienense, ya que en Andújar se había celebrado el sábado anterior un magno festival taurino.

Una corrida de toros con sus matices por lidiarse seis toros de distintas ganaderías y al aficionado no se le informa de lo que tiene derecho, vulnerando por consiguiente el reglamento taurino de parte de la autoridad.

De obligado cumplimiento es según al artículo 37º punto 6; que de la práctica del reconocimiento y del resultado del mismo, una copia del acta con expresión de las reses aprobadas y rechazadas, así como los motivos de rechazo, sea expuesta al público, al menos en los accesos a la plaza,  antes de la celebración del espectáculo. Desconozco si dichas actas traen copia para exponer al público -que así debiera ser- o por el contrario, una de dos, o los organismos correspondientes no tienen dinero para escanear e imprimir dichas actas o el responsable de cumplir con dicho punto, no sabe o no quiere saber nada del tema. El caso que el espectador parece que lo único que tiene es la obligación a pasar cristianamente por taquilla y pagar un buen dinero por una localidad y ningún derecho.

 
 Esta es el acta que ordena el reglamento

 
 Y no este invento para tapar lo que no se debe

Independientemente de negar al aficionado tal derecho, incumpliendo de esta manera con lo que estipula el reglamento taurino, los informadores taurinos tienen que tomar nota de la tablilla que se exhibe -algo que no es en todas las plazas- antes de la salida de cada toro y, quien no lo hace o se le pasa por cualquier motivo, molestar y molestarse en preguntar al señor ganadero, el número y nombre del toro que como fue el caso en Villanueva del Arzobispo, fue indultado por el matador de toros linarense, Adrián de Torres.

Por otro lado, no llego a comprender como se llega a solicitar –eso sí, cortésmente- a un matador de toros tras estoquear a uno de los mismos, firmar las actas como representante de los matadores actuantes, ya que al ser el más antiguo, le corresponde la dirección de la lidia. No seré yo quien enseñe a nadie, como, cuando y de qué manera hay que cumplir con este trámite; solo digo que tal acción en ese momento, cuando un hombre acaba de enfrentarse a un toro y tras refrescarse un poco no le ha dado tiempo ni a reponerse, es toda una aberración; clara evidencia de la poca sensibilidad, menos sapiencia y aún menos afición de parte de quien ejerce como delegado de la Autoridad.
 
Aunque durante la lidia de cada toro y antes del último tercio, cada matador y banderillero tiene su puesto en la plaza durante los dos tercios anteriores, es precisamente el director de lidia quien más pendiente debe de estar de la misma, algo que al estar ocupado en otros menesteres, puede resultar imposible; y ahí tenemos una fotografía donde vemos al toro en el ruedo y al señor delegado más pendiente al mismo que a lo que le está firmando el torero, incumpliendo de esa forma con lo estipulado sobre ocupar los burladeros todo el personal autorizado durante el festejo, sobre todo durante la lidia de cada toro.


¿Para eso, esas jornadas de formación de delegados gubernativos que se celebran en la delegación de gobierno?

Habría que preguntar al responsable de estas “jornadas de formación”, algo que personalmente no haré por muchas razones de peso, cuando se va a cumplir con los derechos de los espectadores (aficionados y público) aunque aficionados ya sean pocos los que acuden a festejos porque al parecer el artículo 30º no viene recogido en los reglamentos que tienen los señores veterinarios, y de esa forma, los “desmoches” son, no presuntos, no, son generalizados.

Es vergonzoso que en una provincia como Jaén, que al parecer es la que más ganaderías tiene, cuenta con dos plazas de toros de 2ª categoría y quizá, si no estoy en un error, sea la que mas festejos celebra de toda la región andaluza -me niego a decir autonomía al ser de la antigua enseñanza, la de verdad-; los derechos fundamentales de los espectadores se vean pisoteados, ya no solo en la desinformación al no constatar públicamente las actas de reconocimiento sino entre otros, el derecho de efectuar público el sorteo de las reses, donde solo en la plaza de Linares se efectúa como ordena el reglamento (no hay espacio suficiente en los corrales o no está adecuada tal dependencia, pues se hace en la amplio patio de caballos de la plaza), ya que las actas de igual manera que el resto de plazas no son expuestas, sí; el orden de lidia, especificando el nombre del toro, peso, etc.; pero no las actas que el reglamento ordena sean expuestas, escondiendo -no entiendo el motivo bueno si lo entiendo- al espectador los datos más interesantes.

Como digo al inicio de este post: Mamá, quiero ser artista, ¡Oh! mamá, ser protagonista.


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