Jerez homenajea al pasmo de Triana con una rica y variada mirada de toreros, poetas y escritores a su personalidad y a su toreo.
Cartel de lujo en Tío Pepe evocando a Juan Belmonte: Rafael de Paula,
Ortega Cano y Luis Parra 'Jerezano'. / Manuel Aranda
Noche de sensaciones
evocando la figura de Juan Belmonte en el centenario de su alternativa, una
velada celebrada en la Bodega Tío Pepe de González Byass a la que se han sumado
en bloque los toreros de Jerez.
La ocasión lo
merecía, al germen de la idea de Paco Camas se ha sumado el tándem organizativo
de Jerónimo Roldán -de Onda Jerez- y Pepe Argudo, del departamento de
Comunicación de González Byass, la familia Belmonte y un amplio grupo de
colaboradores. El resultado, un éxito en el fondo y en la forma, a la altura de
Jerez y del torero.
En la forma porque
todo estaba medido a la perfección y además se llenó el amplio salón; en el
fondo porque hubo una enriquecedora panoplia de contenidos sobre la figura del
legendario torero, sin transitar por la trillada senda del lugar común, y sobre
todo quedando muy claro, de modo aplastante, que Juan Belmonte sigue pasmando a
todos.
El vídeo de
presentación de Santi Ortiz fue perfecto prólogo a una mesa literaria sobre el
torero de Triana, un audiovisual que no en vano arranca con una detonación.
Previamente el delegado municipal de Eventos Culturales, que asistió acompañado
del edil Javier Durán, dio la bienvenida a todos a un acto que presentó
Jerónimo Roldán.
José Belmonte,
sobrino nieto del matador, arrancó del Olimpo griego, lo que se merece un mito
de la dimensión de Belmonte. El poeta Antonio Murciano, además de recitar sus
composiciones sobre Belmonte, regaló a todos un delicioso poema inédito.
Jesús Cuesta Arana,
biógrafo del torero, recordó vivencias y anécdotas de quien calificó como
"Pasmo de España" y Santi Ortiz, matador de toros y escritor,
reciente biógrafo también de aquel fenómeno, evocó la mítica tarde de 1917. Por
último el doctor Joaquín Amérigo denunció algunas "atrocidades" que
se han escrito sobre el diestro.
La mesa de toreros contó con Rafael de Paula, incorporado a mitad del acto. Esta vez fue Rafael Beca Belmonte, nieto del diestro, quien abrió fuego desde la vertiente humana de Juan. Rafael de Paula contó como conoció a quien luego calificó como uno de los cinco seres superiores que considera que han existido en la humanidad.
José Ortega Cano sorprendió desvelando un Belmonte soñado cuando convalecía de la cornada de Cartagena de Indias y el maestro Luis Parra recordó cómo conoció a Belmonte en una salada intervención, agradeciendo todo lo que ha dado Juan al toreo.
La mesa de toreros contó con Rafael de Paula, incorporado a mitad del acto. Esta vez fue Rafael Beca Belmonte, nieto del diestro, quien abrió fuego desde la vertiente humana de Juan. Rafael de Paula contó como conoció a quien luego calificó como uno de los cinco seres superiores que considera que han existido en la humanidad.
José Ortega Cano sorprendió desvelando un Belmonte soñado cuando convalecía de la cornada de Cartagena de Indias y el maestro Luis Parra recordó cómo conoció a Belmonte en una salada intervención, agradeciendo todo lo que ha dado Juan al toreo.
Antonio Domecq evocó
al trianero desde la cercanía de su estrecha amistad con su abuelo, Alvaro
Domecq Díez, y el periodista Juan Belmonte Luque cerró la mesa poniendo en
valor la rica vida extrataurina de Belmonte.
Todavía hubo más
cuando Paula desveló testimonios familiares, de Bernardo Muñoz y del sastre de
Juan, sobre la personalidad artística del primer Belmonte, indiscutible figura
histórica del toreo, que cerró tajante: "¡Nadie de todos los que han
escrito sobre él sabe ni papa de Belmonte!", para él "Don Juan".
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