Sr. Matías:
Desde mi más sentida ignorancia, con la profunda certeza de
mi desconocimiento, me atrevo, con el permiso de Ud, a remitirle algunas interrogantes sobre la tarde de hoy, siempre contando con su amabilidad y buen
juicio.
Con permiso, cuestiono: ¿Dónde reside el criterio que permite abrir la Puerta
Grande de Vista Alegre, por el que a un torero que fundamenta toda la faena de
muleta, sobre un sólo pitón, porque el otro quede fuera de la misma, que,
además, cuando aún no ha terminado el muletazo ya coloca la pierna con la que
tiene que cargar la suerte, preparándola para descargar.
Que afronta la Suerte Suprema con falsedad máxima, dejando a un lado los preceptos fundamentales. Que canjea el "en corto y por derecho" por un "rodeo" ignominioso y humillante...?
¿Qué pauta sigue un Presidente que arrincona la salvaguarda de la bravura del Toro, la lidia completa, en pos de unos animales "colaboradores", "toreables", fabricados a medida de unas figuras con pies de barro cuyo toreo prescribe según abandonan la plaza, pues nada queda en la retina, en la memoria del aficionado?
¿Supone gran satisfacción, doblegarse además
ante un público bullicioso, jaranero, ávido de jolgorio?
¿Dónde queda la seriedad, la dignidad de una plaza como la que Ud. preside, perdida desde hace lustros, que parece enajenada ante una modernidad deleznable?
¿Dónde queda la seriedad, la dignidad de una plaza como la que Ud. preside, perdida desde hace lustros, que parece enajenada ante una modernidad deleznable?
Con el debido respeto, Sr. Presidente, espero atienda mis dudas, una anda últimamente demasiado desnortada.
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Comunidad de Murcia para De Catafalco y Oro.
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