Me sumo con estas tres
estrofas (parcial de un extenso poema sin publicar aún) en homenaje a José y
Juan, a la Venecia de Santander, y a Los Amigos de la Dinastía Bienvenida.
Felicito a Javier Hurtado por su intervención (documentada y sabia) y a Muriel Feiner
por su reportaje (vivo y sensible).
PARCIAL
de "Mística de José y La Macarena":
Callada, escuchó Sevilla
aquel toque de silencio.
La Catedral cerrada
y enlutada la Giralda.
Y en su Templo,
la Macarena,
también de luto vestida.
Del crespón…el negro.
Crespón del pueblo.
España muda y desolada;
rota la voz del pueblo.
Sevilla, es sollozo y llanto.
Se llora por las esquinas;
También se llora en el campo.
No hacen sombra las encinas.
Las clavellinas sin brillo.
Varada y mustia la dehesa.
¡Es que ha muerto Joselito!
A silencio toca la Giralda,
ya, con su Reina en los Cielos.
Hombres, mujeres y niños,
Lo cantan, lo lloran o lo callan;
porque en silencio,
también se habla en Sevilla.
Silencio, también en Talavera.
La copla lo llora.
Como lo lloro yo,
En versos de mi poema.
José Olid
Callada, escuchó Sevilla
aquel toque de silencio.
La Catedral cerrada
y enlutada la Giralda.
Y en su Templo,
la Macarena,
también de luto vestida.
Del crespón…el negro.
Crespón del pueblo.
España muda y desolada;
rota la voz del pueblo.
Sevilla, es sollozo y llanto.
Se llora por las esquinas;
También se llora en el campo.
No hacen sombra las encinas.
Las clavellinas sin brillo.
Varada y mustia la dehesa.
¡Es que ha muerto Joselito!
A silencio toca la Giralda,
ya, con su Reina en los Cielos.
Hombres, mujeres y niños,
Lo cantan, lo lloran o lo callan;
porque en silencio,
también se habla en Sevilla.
Silencio, también en Talavera.
La copla lo llora.
Como lo lloro yo,
En versos de mi poema.
José Olid
Estrofas sentidas, nacidas del corazón y con verdad, como verdad era el toreo de José.
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