Claveles y Flor de Arrayán olorosa
y fresca como el agua que ofrece la Fuente del Pisar cayeron del cielo como en
la mejor tarde de toros cuando de la garganta del torero y cantaor Enrique Soto salieron las primeras
letras flamencas al toque del sin igual Fernando Contreras “El Cali”.
Noche de lujo, noche de arte, de
sentimientos como el mejor del toreo, largo, de mano baja, cante y toros, toros
y cante de ensueño en una noche llena de magia donde los buenos aficionados
llenaron el bonito local de esta Peña Flamenca de Linares.
Entre los presentes el Matador de
Toros Paco Bautista y el novillero Luís del Olmo acompañado de un grandísimo aficionado
como es Francisco Cartas, el picador de Toros y también gran cantaor de
flamenco Manuel Hernández “Tequila”, así como un nutrido número de buenos y
grandes aficionados tanto al toro como a este otro arte que es el Flamenco.
En primer lugar intervino Marcos
Leiva, otro cantaor linarense el cual deleitó al púbico asistente con sus
variados cantes desgarrados y llenos de poderío, recibiendo unos calurosos
aplausos y las enhorabuenas personales una vez finalizada su actuación.
Tras la actuación de Leiva
intervino Enrique Soto, el cual como es habitual en sus actuaciones, expresó con
ese sentimiento tan especial en los artistas flamencos un variado repertorio
como es el cante por fandangos, bulerías, tarantos, tarantas, seguiriyas y
otros palos con los que acompañado por la gitana guitarra de Fernando Contreras
“El Cali”, una guitarra que en manos de “El Cali” parece hablar por sí misma.
Finalizado el acto, los presentes
rindieron honores a la Santísima Virgen del Rocío, dedicándole la conocida
Salve Rociera, dentro de un ambiente emotivo y con mucho sentimiento.
Así es Linares, así son sus muchos,
buenos y variados artistas que esta ciudad tiene, pasar una noche en Linares
siempre es estar rodeado de arte, de sentimiento y un poderío que solo los
lugares con esta variedad de artistas pueden ofrecer al profano.