SEVILLA. 22 DE ABRIL DE 2015. TOROS DE JUAN
PEDRO-PARLADÉ PARA ENRIQUE PONCE, SEBASTIÁN CASTELLA Y JOSÉ GARRIDO
(ALTERNATIVA)
JUAN PEDRO, AL MATADERO HASTA LOS CABALLOS DE PICAR,
MENOS LOS PADRES DE FLECHILLO.
La
corrida de esta tarde responde en casi todo al guión preestablecido cuando se
anuncias “juanpedros”.
Esta
ganadería es un desastre de toros descastados y sin fuerzas, todo ello con la
anuencia de la empresa, de los toreros y consentido por la presidenta Anabel
Moreno, doctora en tauromaquia por el callejón-cátedra de Olivenza y en este
caso por el veterinario asesor Francisco Sanz
Daza. Ninguno se ocupa de defender la fiesta y al cliente aficionado
sino en tapar y amparar los defectos de una casta taurina que se está cargando
este invento.
El
primer toro, completamente inútil para su lidia, fue devuelto por el público,
que necesitó armar un escándalo para que muy a su pesar la presidenta admitiera
devolver el toro. El resto de los astados flojos hasta la exasperación de no
permitir un ápice de emoción, transmisión y en definitiva bravura para ofrecer
espectáculo.
Excepto
el segundo de la tarde, más hecho y armónico, el resto fueron toros-sardinas
completamente anovillados.
Juan
Pedro como cualquier escribiente echa un borrón y mira por donde saltó al ruedo
el sexto, de nombre "Flechillo". Toro bajo, hecho, que quería pelea en varas
derribando en el primer puyazo y siendo simulado el segundo. Se crece y cuando
ve una tela se lanza. Desborda a su matador con una embestida repetidora y
encastada. Garrido se confunde y no puede ahormarlo a base de cercanías. El
toro se comía al torero, que bastante hacía con estar delante.
El
primer toro de Garrida, al igual que los demás era descastado, flojo y
aburrido, y también los cuatro restantes, excepto el sexto, así que el largo y
tedioso festejo transcurre entre bostezo y bostezo sin que nadie lo remedie.
Reseña
aparte una vez para la banda música, empeñada en amenizar vulgaridades
taurinas, pero esta vez tuvo que recular ante las protestas del respetable que
no consentía música ante la faena del anodino Castella.
Ponce
pasó por Sevilla. Con eso queda dicho todo.
Chacón
clavó bien en banderillas
Juan
Pedro, todo al matadero menos el semental y la vaca madre de Flechillo.
Fuente.- UTAA SEVILLA
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