Leo con atención un artículo de Fermín González, comentarista de Onda Cero Radio en
Salamanca.
Fermín
siempre genial cuando hace sangrar su pluma, ha dado en toma la yema, término
taurino utilizado cuando la estocada está en todo lo alto, en su sitio.
Comenta
Fermín que la envidia, es una de las modalidades más necias e inútiles que
existen. Alegrarse con la desgracia del prójimo y enfermar de envidia ante sus
éxitos, es realmente miserable y estúpido, porque entonces los sobresaltos y
satisfacciones de tu vida dependen de cómo les vaya a todos aquellos que tú
consideres. Y lo que es peor aún, cuando esto se produce desde lo que es el
primer peldaño para intentar ser torero, sí, has acertado, cuando esto se
produce en las Escuelas Taurinas.
Sigue
diciendo Fermín que este pecado, esta generalidad tan “española”, no escapa el
mundillo taurino, así pues, en todas las variantes taurinas, que ustedes
consideren, esta acendrada tendencia hacia la mezquindad se manifiesta con
inusitada alegría.
Las Escuelas
Taurinas -sin con esto querer generalizar- cuando a mi entender no se tiene un
maestro en torero, para que todos nos entendamos, suceden casos que pueden
hundir a cualquier chaval lleno de ilusión cuando otros/otras ya fracasados han
visto desvanecidos sus sueños de gloria. Y esto ocurre gracias a la envidia.
Difícil es
llegar a ser torero, pero quien conserva la cautela, mide el tiempo, el
trabajo, la afición, la constancia, y todo unido a una buena dosis de humildad,
son generalmente cualidades que lo engrandece y no se deben perder de vista ni
abandonarlas, con ellas, se puede triunfar, de hecho aun sin llegar a alcanzar
el sueño deseado, en la vida se ha triunfado, pero estas lecciones las da un
buen maestro, las da un torero.
Lo que vemos en la foto, entrenar junto a un maestro y acudir al campo de tapia como se ha hecho toda la vida, me quedo con esta forma de vivir ese maravilloso tiempo en busca de ser torero.
Hay que
enseñar al que no sabe, enseñar a respetar al compañero, aunque triunfe o pueda
triunfar, aunque uno mismo como he comentado haya sido a una corta edad, un
fracasado en cualquier intento. Pero parece que en este país abunda lo
contrario, pisotear al que tiene posibilidades. Es lo que tiene la cochina
envidia.
Texto no solo lleno de palabras que forman frases ,sino de verdades y realidades mundanas,penosas aveces cuando se trata de deshacer ilusiones ,esfuerzos y momentos de soñar ,porque es cierto que la envidia rompe esquemas y la mayoria de las veces esquemas de vida.Pero buena receta para el recelo o envidia hacia uno es la sonrisa y verdaderamente lo que define a la persona,la humildad de uno mismo,y esa ,la humildad es el mejor triunfo ,lo demas se pasa de largo ,lo humano va dentro cada dia y a donde vayas.
ResponderEliminarRazon tiene Fermin Gonzales
Formidable su respuesta, y anodina que la envidia pueda crecer en personas tan jóvenes. Un saludo-
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