No hay nada mejor para la recuperación del cuerpo y
de la mente como estar en el campo admirando al toro bravo y charlar con
ganaderos, mayorales, veterinarios y toreros.
Visitar el campo bravo, es privilegio al alcance de
unos pocos para disfrute de los sentidos, desintoxicación del cuerpo y
liberación del alma.
Una bonita añoja nos da la bienvenida sobre el manto verde de la dehesa
Todas las épocas del año tiene el campo bravo su
encanto, pero salvo la primavera, la cual anuncia y hace despertar la savia de
una nueva temporada, quizá esta del otoño-invierno sea una de las más
encantadoras.
Anochecer en època de otoño
El temprano anochecer y las temperaturas de esta época hacen
recogerse pronto al calor de una buena lumbre de encina y entablar conversación
taurina, una conversación preñada de verdad, como verdadero y cabal es el
hombre de campo.
Con Tomás Cano. Excelente veterinario
Si además de todo esto, se tiene la suerte de que
ese día acude algún maestro a tentar unas becerras, el día ya puede ser
apoteósico. Quien me conoce o sigue este blog sabe de mi pasión por el campo
bravo e incluso esa otra pasión como es la de aficionado práctico y ponerme
ante una res cuando tengo oportunidad de hacerlo.
Tentadero con sol pero bastante frio
En el burladero D. Iñigo, "Carnicerito" y Valentín Rivas
Decae la tarde, el frio aumenta, la afición también
Con una acentuada mejoría de esa reciente
intervención quirúrgica consistente en un implante entre dos vértebras
cervicales; no hay mejor ejercicio de rehabilitación que probarse ante una
becerra. La flexión de cuello ya mejorado y con el nervio pinzado del brazo
derecho libre de presiones dolorosas, darán lugar a alargar esos muletazos y
conjugar muñeca y cintura para poder ligar otro muletazo, el cual este tiempo
atrás me era imposible, como imposible resultaba mantener en peso una muleta.
Antes de iniciar el tentadero, a pesar de la
hierba existente en el campo, acompañamos al mayoral a repartir unos sacos de
pienso con los que refuerza la alimentación de todas las reses que componen la
ganadería.
Hierro de la casa
El mayoral echando pienso a las reses
Bonito ejemplar de D. Iñigo Garzón
Pronto se va a echar la tarde, no son más allá de las seis y
media de la tarde y reunidos al calor de una buena chimenea, finalizamos el día
como no puede ser de otra manera, hablando de toros y haciendo cábalas de lo
que puede ser la temporada venidera. Unos bramidos en el aire nos advierte que los toros andan cerca sorteando jefe de manada; iniciando lo que en el campo se llama "Congreso de ministros".
Nubarrones negros nos acechan, pero una buena
lumbre de encina nos espera
MUY BONITO, sobre todo ver que recuperamos la forma.
ResponderEliminarJAVIER
Gracias Javier, la recuperación perfecta, lenta pero bien. La verdad es que esta época es la que más me gusta del año, el ocre otoño da una perspectiva extraordinaria en el campo. Todo parece diferente, el ambiente, el toro, todo es distinto pero a la vez muy bello. Un saludo
ResponderEliminar¡¡Que maravilla del Campo Bravo me alegro que siga mejorando José y disfrutando plenamente de ese venenillo que llevamos dentro como parte de nuestra propia sangre!!. "Esto se llama envidia sana"
ResponderEliminar¡A seguir mejorando!.
Un cordial saludo.
Gracias Juan, el campo está de fotografía y la mejoría poco a poco, pero bien, así que siguiendo disfrutando del mágico otoño-invierno para cuando llegue la primavera estar plenamente prepararado y recuperado para dar algún muletazo. Un saludo.
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