Ayer un grupo de amigos pasamos una fenomenal jornada taurina en casa del novillero linarense Manuel Bautista.
La Garza, enclave donde se encuentra el precioso chalet de la familia de este joven torero es toda una delicia, entre otras cosas porque si eres un poco fino de olfato, te llega el olor al toro bravo que se cría a pocos metros del lugar, además de poder divisar la finca ganadera de don Ramón Segura.
Buen ambiente desde que llegas a La Garza, para empezar y tras tomar contacto con el resto de amigos e invitados comienza la jornada con unos buenos aperitivos a base de jamón, buen queso, pipirrana jaenera y otros aperitivos, continuamos con unas migas camperas con pimientos, tocino y chorizo de la tierra, seguidamente entramos con una buena olla de garbanzos con callos. Tras un descanso estomacal le “metemos mano” al típico arroz campero y rematamos la faena con un cafetito y pastelería.
Bien reposados los manjares nos dirigimos a la finca de don Ramón Segura donde los más valientes se disponen a demostrar sus dotes taurómacas en una bonita plaza de tientas, buen ambiente, risas, toreros al alimón -los que más- donde las féminas son en mayoría protagonistas. Tampoco faltan los más preparados, demostrando lo que la afición se ha perdido por no haber podido ser toreros.
Después de haber perdido -algunos- un buen número de calorías se vuelven a reponer fuerzas frente a una barbacoa donde los productos de ese animal que tiene buenos hasta los andares son los protagonistas.
Con las fuerzas regeneradas, el baile y juegos típicos a base de música para muchos y la tertulia taurina para los menos bailones, tranquilos y acompañados de cualquier bebida al gusto sigue marcando una jornada que acaba hasta que el cuerpo aguante, poniendo punto final a un día de confraternidad de lo más agradable y que todos deseamos no sea muy tarde cuando se vuelva a organizar otra fiesta. Fiesta la cual como siempre ha girado alrededor del animal más bello que habita sobre la tierra, el toro bravo.
Lo narrado no es ni más ni menos que el acontecimiento celebrado un día del año por unas personas que formamos parte de esta “nueva España de las 17 tribus” a los que algunos nos tildan de “anti-progresistas” o “asesinos y maltratadores”. Que acompañados de niños sacrificamos en este día, peces y cerdos y; no contentos con eso, “maltratamos” a unas pobres vacas bravas para divertimento colectivo, jactándonos además de que por encima de todo aún gustamos de nuestras tradiciones y su “anti producente” gastronomía, creemos en Dios y como si de otra religión se tratara adoramos al TORO, ¿pasa algo? ¡Viva el carácter español!, el auténtico, el genuino y, no el que muchos quieren implantar con ese haloween yanqui.
Seguramente moriré de un infarto y cargado de colesterol, pero moriré con mis tradiciones y mi fe, si ocurriera por estas fechas lo haría harto de “gachas, buñuelos, huesos de santo” y buen aguardiente y por encima de todo mi afición a los toros. No quiero ni espero ningún otro Mrs. Marshall.
En el aperitivo
El maestro Paco Bautista con unos amigos
y el novillero David de Palma
El sofrito al amor de la lumbre de olivo
La paella, todo un arte
La prueba de Clari
Degustando la paella
Finca ganadera "El Ardal"
El novillero Manuel Bautista
Junto al maestro Bautista
Los de Bailén atentos a los artistas
Mi larga cambiada
Preparando un natural
Al natural
Rematando atrás
Aqui ya se quedaba corta
El novillero Juan Alcántara
Pies pa que os quiero
Abriendo el compás
Manuel Bautista recibiendo al novillo
Con la derecha
Derechazo al novillo con el pantalón reparado
al buscarme la cartera una de las becerras
Antonio Bautista con la derecha
Buenos amigos y aficionados
La terna al completo
El futuro siempre presente
Los Pavos Reales en plena naturaleza
Eso no se toca
Amigas de Baeza
Los baezanos en plena fiesta
Guapas y taurinas
Amigos y taurinos
La terna de la próxima capea
Buen ambiente y convivencia
El todo-terreno Basilio. Un rumano taurino
Basilio bailando flamenco
El baile de la silla
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