Tarde primaveral y una excelente temperatura. Aunque cualquier momento es ideal para estar en el campo bravo, la primavera es idónea para estar en el mismo acompañado de los trinos de las aves que nos acompañan, ver nacer los espárragos silvestres y cruzarnos con perdices y conejos que preparan sus días nupciales para regalar a nuestra vista la majestuosidad campera de la dehesa brava.
Ayer tuvimos el privilegio de
ser invitados nuevamente a la Finca “Cerropelado” a un tentadero algo especial,
tentadero familiar y sobre todo lleno de savia nueva la cual es especial por el
hecho de haber visto a estos jóvenes chavales llenos de vigor y mucha afición
desde que eran aún más jóvenes todavía y ver el progreso ante las dulces
embestidas de las reses de esta casa ganadera.
Las reses tentadas volvieron
a dar categoría con sus embestidas la sangre de su procedencia “Núñez del
Cuvillo” y la exhaustiva selección que su ganadero D. Iñigo Garzón realiza a
las mismas.
Tres extraordinarias vacas se
tentaron y con las que pudimos disfrutar de una gran tarde de toros.
La primera en saltar a la
arenosa plaza de tientas fue como es habitual en esta casa ganadera, lidiada
por el propio ganadero. Acudió con presteza al caballo y su noble embestida
hizo disfrutar de nuevo tanto a D. Iñigo como a su sobrino Antonio Garzón que
demostró su progreso ante las reses.
Aquí vemos al señor ganadero
que como siempre nos obsequia con ese toreo campero tan lleno de sabor.
El jovencísimo Antonio
Garzón, hijo del conocido primo del señor ganadero D. Antonio Garzón, también
ganadero y empresario junto a sus hermanos de importantes plazas de toros entre
ellas la de Córdoba, ante la extraordinaria vaca.
Como torero invitado estuvo
el sevillano Daniel de la Fuente, un novillero con picadores, el cual tentó dos
vacas, demostrando valor sereno, clase y sobre todo envuelto de ese aire tan característico
en los toreros de Sevilla.
Como les he comentado la
bravura de estas reses las podemos ver en las entradas al caballo que como
siempre monta el magistral Santiago Sánchez, picador de la casa y buen
conocedor del encaste.
Entre los invitados pudimos
compartir charla con los también ganaderos Antonio Garzón, Daniel Ruiz y el torero “Niño de Belén”,
da gusto ver como se aprende de toros entre estos profesionales y con la
simpatía y respeto que tratan a los aficionados.
Como he dicho, tarde especial
en “Cerropelado” y ya preparados para el próximo tentadero y volver a disfrutar
del aire puro que nos ofrece la dehesa brava de nuestra provincia.