Plaza de Toros de Jaén. A la hora anunciada se ha
celebrado el Tentadero Público para comprobar la bravura de cinco vacas del
ganadero jienense D. Sancho Dávila a cargo de los maestros Rafael Rubio Luján
“Rafaelillo” y Manuel Jesús “El Cid”, acompañados por los Alumnos de la Escuela
Taurina de Jaén. El encargado de picar fue el prestigioso piquero de Vilches,
premio al mejor picador de la pasada Feria de San Isidro, Agustín Navarro.
Como debe de ser, impecablemente vestidos para una
faena campera tan importantísima como es el tentadero, tanto los maestros como
todos los alumnos de la escuela.
Al romper filas tras el paseíllo se hizo entrega de
unos regalos tanto a los maestros “Rafaelillo” y “Cid” como al picador Agustín
Navarro.
Momentos de mucha verdad y respeto en el patio de
cuadrillas antes de hacer el paseíllo. No solo de parte de los chavales ante
los consagrados maestros, sino que estos don una humildad que les rezumaba por
los poros de la piel, estuvieron en todo momento con los jóvenes principiantes,
tanto en el referido patio de cuadrillas como en la plaza durante el tentadero.
Pero vayamos por partes:
Desde un burladero el ganadero Sancho Dávila junto
al periodista José Luís Marín Weil, fueron narrando de parte de uno, los
nombres de los actuantes y como es lógico, el señor ganadero fue reseñando los
números de las becerras, línea familiar de cada una de ellas y condiciones que
les iba viendo a las reses para entendimiento de todos los presentes.
La verdad que las becerras, todas en general han
salido de dulce, se han colocado a mucha distancia del caballo que montaba
Agustín Navarro y han acudida prestas al cite de este, que las ha medido con
todo rigor en los tres y hasta cuatro encuentros que han tenido con el montado.
De los maestros “Rafaelillo” y “Cid” que decir; han
dejado palpablemente en las pupilas de todos los aficionados la diferencia que
existe de torear en la plaza a hacerlo en el campo donde para quien hay que
torear es para el ganadero y este pueda ver las condiciones del animal, que de
sus notas dependerá el futuro de la ganadería.
Los Alumnos de la Escuela, una vez más han
demostrado la buena nota que toman de las clases que les dan sus maestros,
guiados por los toreros Curro Martínez y Joselito Rus, así como los apuntes de
Antonio Sutil.
Mañana de gran verdad, de sinceridad, de honestidad,
compañerismo y sobre todo de fomento de nuestra Fiesta con mayúsculas, una
Fiesta que como bien apuntaba nuestro compañero José Luís Marín Weil, mientras
haya un chaval que sueñe con ser torero, nadie podrá con nuestra Fiesta ni con
nuestra cultura.