Normativa Taurina en Andalucia. Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta

Hay un libro de Agustín Rivera que disecciona la corrupción en Andalucía y lo titula El Cortijo andaluz, treinta años de subvenciones, enchufismo y despilfarro.

Sobre el Reglamento Taurino de Andalucía no hablaré de subvenciones ni despilfarro, pero si iremos viendo algunos artículos que dado el vacío legal existente o bien la manera de interpretación que se tenga de ellos, puedan dar lugar a ser utilizados para enchufismo y beneficio de unos pocos en manos de arcabuceros de baja estopa.

El artículo 5.- Definición y características de las plazas de toros permanentes, en su punto 2 apartado C, dice:

Entre la barrera y el muro de sustentación de los tendidos existirá un callejón en el que deberán instalarse burladeros para ser ocupados por la autoridad, empresario, ganadero o sus representantes, equipo médico y veterinario y los servicios propios del espectáculo. En ningún caso, podrán permanecer en el callejón personas que no estén expresamente autorizadas o sean ajenas al espectáculo.

¿Cómo entendemos lo marcado en negrita?, porque perfectamente se puede ser ajeno al espectáculo y a la vez estar expresamente autorizado.

Aquí vemos claramente, como cualquier Delegado de la Autoridad puede “taparse” en cuanto a que no permanezca en el callejón nadie ajeno al espectáculo, convirtiendo a este expresamente en persona autorizada con el típico “pase de callejón”, algo que solamente él está capacitado a expedir a las personas que vea conveniente, pertenezcan o no a los servicios propios del espectáculo.

Otra cosa muy distinta sería si este punto dijese: “En ningún caso, podrá permanecer en el callejón persona alguna que no esté directamente vinculada con el espectáculo y las que lo sean, estarán debidamente autorizadas”.

Pero claro, entonces que hacemos con autoridades civiles y militares, hijos de presidentes y delegados, esposas y amiguetes mil.

El artículo 41.- Sorteo de las reses, apartado y enchiqueramiento, en su punto 2, dice: Realizado el sorteo de la forma tradicional y con una antelación mínima de tres horas a la del comienzo del espectáculo, se procederá al apartado y enchiqueramiento de las reses, según el orden de salida al ruedo determinado en el sorteo y conforme a la costumbre de la plaza, sin la presencia de personas ajenas al espectáculo.

Este es otro de los artículos que se incumple en beneficio de lo que disponga cualquiera de los muchos “mandamases” que existen en esto del toro. Es vergonzoso y a la vez discriminatorio observar como verdaderos aficionados intentan estar presente en el sorteo de las reses y les resulta imposible la entrada a pesar de tener derecho a estar presente en el acto referido. En cambio otras personas desvinculadas totalmente del espectáculo están presentes, no solo en el sorteo de las reses sino que también en el apartado y enchiqueramiento.

¿Y esto por qué ocurre? La verdad es que podía haber varias razones, pero creo que una de las principales, recordando el lema de la Universidad de Salamanca, que por algo estuve en ella; es que el estudio debe venir acompañado de cierta disposición natural hacia la inteligencia.

Otra razón evidente pudiera ser las palabras de Sancho cuando dice: “Señor si os duele la cabeza, untaos las rodillas” esto, y así de simple es lo que sucede en la Fiesta y en su organización. Se pone remedio en lo sano, mientras lo corrupto  y lo maledicente y mal pertrechado, es abundante por doquier; y no me venga con reveses que lo que no da la naturaleza, Salamanca no lo presta.

Hijos de alta alcurnia e hidalgos; habiendo sido la naturaleza abundante y generosa con ellos, han de ir a la universidad de la vida para no atropellar la “sin razón de la razón”. Venga esa ínsula que yo pugnaré por ser tal gobernador. Seguro que Sancho habría de gobernarla con solo, el sentido común.

Y es que la Universidad, no hace milagros, el que va jumento, no vuelve sabio.