La
figura vasca firma un artículo de puño y letra antes de su cita de mañana en la
festividad de San Isidro
Madrid, Las Ventas,
San Isidro… Cuánto miedo en palabras tan sencillas. Tiemblas solo al
pasar por su fachada, majestuosa, dueña de la historia, juez de cada
temporada, novia caprichosa y celosa, amante apasionada y, cuando te entregas,
la esposa más fiel.
En esa arena y en
ese coliseo he tenido algunas de mis mejores victorias y seguramente mi
mayor derrota. No es fácil volver al escenario donde perdiste una batalla,
pero es necesario para poder ganar una guerra. Busco esa arena en cada sueño, en
cada pesadilla. Mi alma sangra, y solo volver al campo de batalla sanará
mi herida y calmará mi sed.
Me
siento muy en deuda con Madrid, con una afición que siempre creyó en mí
Este año cumplo diez
años de alternativa, y sin duda ha sido mi comienzo de temporada más duro,
más incomprendido y el de mayor crudeza. A veces, cuando me acuesto,
cierro los ojos y me pregunto por qué, por qué no soy más conservador, por qué
vivo un reto constante, por qué esa necesidad de desafiar a todo y a todos,
y seguramente todo eso solo tiene una respuesta: si no fuera así, no sería Iván
Fandiño.
Derecho a vivir
La independencia y la memoria no son palabras que se conozcan. Siempre empiezas desde cero, nada de lo hecho anteriormente tiene valor, cada día tienes que ganarte el derecho a vivir. Solo sé vivir la vida al límite, sin someterme a ninguna norma, ni dejarme influenciar por lo que otros puedan decir o pensar sobre mí; veo cada momento, cada idea, cada día, como un verdadero reto, y solo así soy capaz de sobrevivir en la cuerda floja. Pero me enseñaron a aprender de los errores y a convertirlos en oportunidades, he aprendido a conocer a mis enemigos, a descubrirlos. Y como decía Sun Tzu en «El arte de la guerra»: «Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro».
A
quien me persigue, un consejo: no vendas la piel del león antes de cazarlo
Me siento muy en
deuda con Madrid, con una afición que siempre me fue fiel y creyó en mí.
También me siento en deuda con esa legión de seguidores que me acompañan
por las plazas, que me defienden y me animan. Me esperan dos corridas, dos
buenos carteles y ganaderías en gran momento, pero solo pienso en el primer
toro, quiero encontrarme con él y mirarlo, desafiarlo, introducirme en la magia
del escenario, oír las voces de nuestros antepasados, de aquellos que
nos dieron grandeza con su sangre y ser capaz de escribir en su historia.
No quiero perderme
en discursos sin sentido, quiero llegar a la plaza, buscar mi rincón y cubrirme
de valor para afrontar el reto de medirme conmigo mismo, de buscarme
allí donde algún día perdí mi identidad y en el único sitio donde puedo
recuperarla. A quien me sigue le pido paciencia y confianza, a quien me
persigue, un consejo: no vendas la piel del león antes de cazarlo… Madrid, 15
de Mayo. Día D, hora H.
Fuente.- http://www.abc.es/cultura/toros/20150514/abci-soledad-guerra-ivan-fandino-201505131842.html
Foto.- Anya Bartels. Iván Fandiño,
solo ante el espejo
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