La fundación cordobesa Bodegas Campos, dentro de su
Ciclo de Conferencias 2015, celebró ayer martes, 28 de abril, una conferencia
dedicada al cincuenta aniversario de la inauguración de la Plaza de Toros “Los
Califas”, que se cumplirá el próximo día nueve de mayo.
La casa solariega, sede del citado foro, es una
verdadera joya del casco antiguo cordobés, donde se respira historia taurina y
flamenca por todos sus cuatro costados; sus paredes hablan de gestas de toreros
grandes, irrepetibles, de genios del cante, del baile y la guitarra, de
pintores y poetas únicos que dio la tierra Califal y el mundo del arte en
general; donde el viejo roble de las botas que crían sus vinos tiene grabada la
impronta de las personalidades más relevantes de todo el planeta artístico y
social de la segunda mitad del pasado siglo y del presente.Visitar Bodegas
Campos es como entrar en el corazón de Córdoba.
La conferencia fue presentada por Pepe Campos, director de aquel foro cultural, y “alma mater” de
aquellas bodegas, con ese don de palabra pausada y sabia que atesora, inspirado
por las musas que pululan por los bellos rincones de aquella casa señorial.
Intervinieron como invitados: el veterano diestro
José María Montilla Álvarez, primer torero que abrió plaza aquella tarde
inaugural, y el historiador taurino
Rafael Sánchez González. Ambos, en mano a mano cordial, hicieron un recorrido
por la historia torera de Córdoba, hasta la fecha de la inauguración de la nueva
plaza, apoyados en un soporte visual informático a cargo del gran investigador
cordobés Juan Galán, en el que también habían colaborado “Ladis” y Jesús
Cabrera con aportaciones de su archivo. Gabriel de la Haba “Zurito”, triunfador también de aquella corrida
inaugural, junto al hoy V Califa, Manuel Benítez “el Cordobés”, fue invitado al
estrado, y recordó alguna de sus vivencias de aquella tarde, al igual que el
también maestro Fernando Tortosa, quien recordó la tarde de su alternativa, en
el Coso Califal, como uno de los días más felices de su vida. En el coloquio
final intervino Fernando Carbonell, hijo del entonces presidente de la
Asociación de la lucha Contra el Cáncer, organizador de aquella corrida
histórica, quién relató algunos de sus recuerdos, entonces muy joven, de aquel
día histórico y los anteriores al evento.
Como broche de la bonita jornada, la casa ofreció
una copa de vino acompañada de sabroso picoteo.
Una velada cultural más a sumar a esa gran labor que
la Fundación Bodegas Campos viene desarrollando en bien de la Cultura
cordobesa, y a quien felicitamos desde estas líneas, y animamos para que,
jornadas de este tipo sigan siendo un motivo más de disfrute para los
visitantes a tan histórica casa.
Fuente.- Domingo Echevarría.
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