martes, 3 de junio de 2014

CURRO DIAZ ¿CUANTO TIEMPO LE HACE FALTA A UN ESPIRITU PARA SE COMPRENDIDO?

Van pasando las temporadas de Curro Díaz y no podría asegurarse todavía que la cultura taurina lo haya asimilado completamente, se podría afirmar, que la transmutación de los valores que constituye el postulado más original de su toreo aún permanece inconcluso. El gran inconveniente en este caso es que la doctrina de Curro Díaz, no puede comprenderse si se la reduce a un simple discurso taurino; su pensamiento es vital, y este hecho implica que su comprensión sólo es factible si se le ha visto.

 ¿Cuanto tiempo para ser comprendido?

Podría escribirse mucho acerca de Curro Díaz, de su vida difícil llena de avatares, fatigas y cornadas, del estilo particular de su toreo, del quiebro al que somete a sus seguidores, pero nada de ello sería comprendido realmente, a menos de que exista una asimilación de sus ideas en nuestra vida personal. Tal vez porque muy pocos están dispuestos a renunciar a sus prejuicios.
A pesar de los diferentes vínculos que lo relacionan con la tauromaquia de su tiempo, el pensamiento torero de Curro impresiona por su voluntad de ruptura y su impulso creador.  En efecto, su obra taurina es polémica y genera antagonismos. Resulta imposible la indiferencia cuando su toreo se cruza frente a nuestros ojos, removiendo la fe y la certidumbre en todos los lugares en que se habían anquilosado.
Su última obra en la plaza de Córdoba, es una muestra del pensamiento maduro de Curro, un torero forjado en el toreo más espontáneo. El toreo vivido. Su forma de entender el toreo es la de llevar hasta el extremo cada muletazo, la de romperse en cada pase de pecho. Su decir torero está siempre en riesgo, y como suele ser habitual, si no arriesgas no ganas.
El pasado viernes, ese susodicho riesgo se transformó y su espíritu, fue visto y comprendido.
Miguel A. Montes Sánchez.
Motril. Granada.
Inspector Veterinario de Salud Pública en Andalucía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario