RECETA PARA AFICIONADOS RIGUROSOS Y SEVEROS. PÓCIMA INFALIBLE

Especialmente indicada para aquellos que sufren el tormento angustioso de amar esta apasionada locura, los Toros. Desde la integridad y la honradez, lo profundo y lo macizo.

A Uds. que sueñan con la bravura, con lo estoico ante tanto deambular incoherente.

Con lo clásico, ante tanta algarabía hueca.
Con la emoción de lo esencial, de la verdad, ante tanta fantasía zafia.

A Ud. que antepone ser Ganader@ al interés del negocio y envida trapío en vez de género por encargo.
A Uds. que reclaman sus derechos desde la fría piedra o por sendas virtuales.

A Uds., mis queridos utópicos:

Un hallazgo difícilmente desaprovechable, un elixir capaz de convertir sus ilusiones descabelladas en pura realidad, y como una servidora no gusta de misterios al estilo monje benedictino que reservan para ellos sus "elixires colocones", paso a compartir la magistral receta:
Preparen un buen fuego, para ello no hay mejor combustible que la madera de esas varas obsoletas que utilizaban de forma eficaz algunos varilargueros para medir bravura; dejen a parte, si les parece, puyas retráctiles y demás enseres dañinos que soportan mal el calor purificador. Quizás sea necesario su uso para otros menesteres.

Avive el fuego con publicaciones de aficionados honestos, insobornables, pues de poco nos servirá a partir de ahora, la nostalgia.

En un recipiente consistente, prepare sazonando al gusto, los triunfos de pasadas temporadas, en forma de despojos, orejas y rabos en perfecta marinada, se aconseja la elección de encastes mayoritariamente confortables, por aquello de la textura agradable. Córtenlo a tiras para que vaya soltando el jugo, y añada pétalos de claveles decapitados, les sugiero buscar entre las solapas de públicos vistosos, aplaudidores entusiastas y jaraneros.

Desencripten faenas garbosas, puertas grandes de saldo, suertes de matar con engañifa, y en daditos, añadir para poner a hervir a fuego muy lento, que vaya haciendo "chup-chup"...Siempre pueden amenizar la espera con un buen cante "Talavantiano" no hay mejor estímulo para el arrebato, incluso el culinario.

Para finalizar, deje macerar con menta y alcohol, remueva y páselo por un buen colador. 
Aléjelo de posibles contaminaciones, evite la luz de la razón y el sentimiento. Evitar "recaídas" en actitudes exigentes fundamenta todo el trabajo!.

Sírvase al gusto de cada cual, según su nivel de rigidez y afición. Más, no olvide pinzar sus fosas nasales...

Les aseguro un éxito rotundo, a no ser que persistan, tozudos en sus enajenaciones "tauro-filiales". En ese caso, refrigeren el preparado, siempre pueden echar mano de un sorbo contra el infortunio...O qué carajo!, que los monjes benedictinos se metan sus elixires por debajo de las túnicas!!!.

Nota: Espero contar con la aprobación en cuanto al recetario (de chicha y nabo) de mi amigo, gran aficionado y docto en el Arte culinario, Iván Colomer.
Querido: se benévolo con esta negada también para la cocina. Un abrazo!

Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.