miércoles, 23 de abril de 2014

SOBRE SUEÑOS, DESEOS Y OTRAS QUIMERAS.

A quien busca lo profundo relegando lo vistoso: UN TORO.
A quien le emociona lo macizo, omitiendo el insustancial detalle: UN TORO.
A quien ruega PODER, rehuyendo custodiar: UN TORO.
A quien admira pujanza, contundencia, resolución, despreciando sosería, vulgaridad y apatía: UN TORO.
 
A quien antepone el matiz sin excesos a la monótona abundancia, soslayando, con hartazgo incluido, modas de "mechandising": UN TORO.
A quien en una tarde sintió esa extraña experiencia de inquietarse con la bravura que puede llevar dentro el misterioso animal sagrado: UN TORO.
A TI, que a pesar de múltiples obstáculos en el camino, tratantes sin escrúpulos, aduladores de lo anodino e intrascendente; te negaste al sometimiento de esas voluntades de pagaré y sigues alimentando tu alma torera: UN TORO.
A TI, que persistes indagando, rebuscando en tu memoria, recreando esa gota de miel, a pesar de tantas tardes de hiel: UN TORO.
A TI, que buscas la gesta, añoras naturalidad, suavidad, ligereza, garbo, ritmo, valor ese birlibirloque del arte del buen torear y huyes del acomodo y la componenda: UN TORO.
A TI, insomne cofrade del santo reproche que un día tuviste el vicio de escribir por las paredes el nombre en delirio y oro del torero que atacó razón y cordura, emocionándote irremediablemente: UN TORO.
A TI que osas a diario con férrea voluntad, firme entusiasmo, ser ganadera en vez de dueña de una divisa de los de "animales por encargo": UN TORO, de los guapos, de los tuyos, para nuestro goce.

A vosotros que os creéis héroes, garbeando porte por manejables plazas y despachos. Imponiendo el despropósito, desertores del ilustre oficio y mimados con caricias de papel couché: UN TORO. Excepcional pero necesariamente de los de "Líbreme Dios...".
Y a UD., que distingue de forma maniquea y delimita "Torista" con desprecio y soberbia, aún sabiendo dónde radica y qué se sustenta el verdadero fundamento de todo, también, UN TORO! y después, si soporta la humillación y la vergüenza, aumente la dosis, pues nunca es suficiente cuando se trata de fascinación y asombro.

Texto.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.

 

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