jueves, 12 de diciembre de 2013

¡PAPA, QUIERO SER TAURINO!

Y embriagarme de éxito, alcanzar notoriedad y crear opinión, codearme con figurones del toreo, frecuentar ganaderías galácticas, relacionarme con lacios y teñidos cronistas de los de empuje y tirón mediático, poco importa la decencia o la deontología profesional.

Pasear palmito por callejones de plazas vistosas, dejar caer mis posaderas sobre mullidas y exclusivas poltronas, no reparar en gastos y que pague el de siempre.
Sostener esta fiesta desde la ganancia, el rendimiento. Conceder verdadera importancia a esa élite empresarial, dueños del cotarro, pues ellos son los verdaderos paladines custodios de este espectáculo.



Lo tengo todo dispuesto. Ya descargué el hatillo de enseñanzas y pasiones, de docencia ortodoxa, de decencia ante el rito sagrado.

Renuncié al toreo profundo, a la verdad del temple y el dominio. Al trapio y la bravura. A la lidia completa. A la muerte solemne del Toro bravo en el ruedo.

Y claudiqué ante la adulación, dejando atrás el cinismo. Abracé dogmas de modernidad: No quiero seguir soñando!; y a partir de ahora, la EMOCIÓN será un hecho transitorio en pos del Arte inocente y limpio.
Todo bien compuesto para brillo y resplandor de los verdaderos protagonistas del mercado.

Medraré vitoreando descargar la suerte, malas artes con los trastos, falacias incorregibles animales co-partícipes y romperé mi camisa con un buen cante por bulerias, palmoteando indultos romanticones y almibarados.

Nada me inquieta. La existencia de grupos "anti" nos conviene, nos refuerza tener un enemigo controlado. 

Si acaso, un reducto de exigentes que se autodefinen "aficionados", románticos de la pasión por el Toro, exaltados y fanáticos de lo imposible, lunáticos sin remedio que han vivido otras épocas o que gustan recrearse a golpe de estampas de Toreros clásicos.
Insistentes provocadores que se mueven por grutas virtuales, postulando en favor de un ritual trasnochado y arcaico, exhortando lucha y castigo con vehemencia en gradas y tendidos.

Si creen poder llegar a importunar más de lo debido, las cargas están previstas: Un batallón de hackers debidamente adiestrados unidos al peso mediático de revelaciones mediáticas oficialistas, dejarán todo a las claras.

Nada temo, la actualidad está de mi lado, lo verdaderamente importante es que "haya toros!", para reclamaciones "vuelva Ud. mañana" o no vuelva...

Entiende pues, que quiera ser taurino. Aunque tenga que sostener esa mirada tuya de asombro mientras exclamas: "Verdaderamente, he creado un MONSTRUO!".
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Comunidad de Murcia para De Catafalco y Oro.


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