SEVILLA. 17 DE
ABRIL DE 2013. MORANTE DE LA
PUEBLA, MIGUEL ÁNGEL PERERA Y DANIEL LUQUE CON TOROS DE EL
PILAR.
EL
DESCASTE, LA INDIFERENCIA Y
EL PRESIDENTE
Uno de los peores calificativos que puede aplicarse a
un toro bravo es que es manejable y que se dejó.
Los de El Pilar de esta tarde además de eso fueron
flojos, inválidos y descastados, aparte de
carecer de masa cornea para plaza de primera, aunque esta categoría hay
que poner en duda si Sevilla aún la conserva.
Tarde la de hoy aderezada de un calor insoportable,
que parecía mayor cuando toro tras toro no aparecía ni la emoción ni ninguno de
los valores que se le suponen a este espectáculo. Mientras cuatro se
desgañitaban fuera de la plaza gritando para suprimir la Fiesta, dentro en número
mayor, los taurinos que comen de esto, esgrimían méritos más contundentes para
hacerles el juego y ahorrarle tiempo para conseguir sus objetivos.
Una vez más se ha suprimido la suerte de varas en una
corrida de toros. Llega a tales extremos que los picadores de LUQUE, Cristóbal
Montesinos y Rafael Campos en la segunda vara de sus toros levantaron el palo y
no tocan el toro. Al final de temporada, una vez más, veremos ausencia de
sanciones por estas infamias.
Conclusión.
Están alcanzando los ganaderos las últimas metas para acabar con la casta
brava.
Con este material, el público paciente y consentidor,
se limita a dejar pasar el tiempo comentando incidencias del Real o citándose
para después en las casetas, mientras los matadores ejecutan muleta en mano pases
insulsos, carentes de profundidad, todo ello dominado por la falta de emoción y
por supuesto con riesgo cero.
El único lunar positivo lo pone una vez más MORANTE DE
LA PUEBLA, que
con su toreo de capote al primero de la tarde consigue con su estética levantar
los tendidos y animar un poco los ánimos para dar argumentos a los que se
preocupan de tapar los problemas de la Fiesta resaltando detalles sueltos.
Conclusión. Hartazgo de la afición y comentarios a
diestro y siniestro para no sacar abonos la próxima temporada.
Si de sobra es conocido que cuando llegan las figuras
salen por chiqueros toros sin trapío, esta tarde censuramos que las astas que
lucían las cabezas de los toros salmantinos, no eran ni para lidiar en plazas
de segunda. El Presidente se pliega a estos enjuagues y contribuye a degenerar
la plaza aún más, pero no solo en eso consistió su nefasta actuación. Mantuvo
en el ruedo animales inválidos y concede a LUQUE una oreja solicitada
minoritariamente. ¿Habrá sido abducido ya D. Fernando por la órbita taurina
dominante?
Lo de la banda de música de la plaza de Sevilla en el
sexto es para que su director recapacite o al menos entienda que la faena de
LUQUE no era merecedora de sones toreros y así se lo hizo ver un público que
con su protesta le demuestra que está harto hasta saciedad de tanto tejemaneje
teatrero.
Fuente.- UTA Sevilla
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