La mujer de Fernando Cruz habla del estado del torero tras su gravísima
cornada
«Nada más verme, sólo quería saber si había estado valiente en Madrid, si
había dado la cara». Habla Mercedes Fernández, esposa de Fernando Cruz, matador
de toros que el miércoles sufrió la herida por asta de toro más grave de lo que
va de temporada al recibir dos cornadas en muslo y vientre cuando toreaba de
muleta al tercer toro de Gavira en Las Ventas.
«Su única preocupación era
conocer cómo había transcurrido la tarde, que se había hablado de su actuación,
si había gustado... Nos dejaron pasar a verle cinco minutos después del
traslado desde la plaza y estuvo intranquilo hasta que le contamos cómo había
transcurrido todo», recuerda Mercedes, más aliviada. Paradojas del destino,
ayer rompió el «modus operandi» que repite cada tarde de toros de Fernando y se
acercó a Las Ventas para ocupar una localidad.
«Nunca voy a verle torear en
directo, no me gusta, pero nos insistió mucho en la importancia que tenía esta
corrida, era el único compromiso que tenía firmado, y le hacía ilusión, así que
decidimos respaldarle toda la familia, parecía que Dios quiso reunirnos allí
delante a todos para verlo». Mujer, madre, hermana... Todas presenciaron la
fatalidad que en ocasiones arroja la verdad del toreo. No en vano, Cruz, torero
de Madrid, llegaba a «su» plaza, sin estrenarse de luces en 2012. «En invierno
se encerró en el campo, muchos tentaderos y ahora quería aprovechar al máximo
esta oportunidad, era una apuesta total para poder cambiar la situación actual
y salió al ruedo para cumplir con creces ese cometido: seguir vivo en esta
lucha tan dura como el propio toro», analiza Mercedes, que no se aleja un
momento de la Clínica Virgen del Mar a la espera de novedades.
Sin embargo,
para Máximo García Padrós, cirujano jefe del coso venteño, «la mejor noticia es
que no haya cambios significativos» en el estado del torero. «Hay que ser
prudentes y esperar que pasen las horas sin novedad, ha pasado la noche sin
fiebre y sedado para que pudiera descansar algo mejor», afirma. Por lo pronto,
«continuará al menos otras 48 horas más en la UCI, porque no han pasado ni 24
de la cornada». «El hematoma en la espalda es considerable, preferimos que esté
con vigilancia permanente para que siga controlado y evitar también
riesgos de infecciones».
En este sentido, el cambio a planta dependerá en buena
medida del TAC al que será sometido esta mañana. Para el alta hospitalaria
habrá que esperar más. Una semana larga aproximadamente si la evolución es
correcta. «¿Volver a los ruedos? Muy prematuro, tal vez un mes, tal vez menos,
esta gente está hecha de otra pasta», aclara García Padrós que no duda en
calificar el percance de Fernando Cruz como «el más severo de la temporada».
«Sin contar el de El Chano, que no hubo herida quirúrgica, hablamos del más
grave, dos cornadas que por separado ya eran de aúpa; hicimos un primer
pronóstico de 20 y 10 centímetros, pero la del muslo nos quedamos cortos al
rectificarla hasta los 25, era muy, muy extensa», concluye.
Fuente.- Ismael del Prado
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