Sin pelos en la lengua. La Indignacion del buen aficionado

 Antonio Coronado Román.- http://antonioboqueron.blogspot.com/

 Presidente de los Festejos Taurinos Ubeda 2011

El día 2 de Octubre del 2011 había anunciado un cartel de toros en la localidad de Úbeda, este cartel estaba compuesto por los diestros David Fandila “El Fandi”, Sebastián Castellá y Cayetano con toros de Juan Pedro Domecq. Este Cartel de toros fue suspendido por lobos carroñeros de los que muerden con la boca cerrada, Víctor Pérez es el empresario de explotar la plaza de toros y el ayuntamiento el que autoriza mediante un contrato la plaza de toros de Úbeda para que la empresa pueda llevar a cabo los festejos taurinos.

Aquí se pasan la bola unos a otros, la culpa de no llevar a cabo el festejo de este día. El empresario Víctor Pérez dice que no tenía el dinero en metálico para pagarles a los toreros a la hora pactada, siendo los apoderados de los toreros los que deciden no llevar a cabo el festejo si no se les paga en el momento pactado, y el alcalde de Úbeda, dice mediante una comparecencia pública que la culpa es de los políticos y gobernantes de la legislatura pasada pues fueron ellos quienes firmaron un contrato con esta empresa taurina de dos años, para lo bueno o para lo malo, en el cual este año 2011 es cuando finalizaba dicho contrato. También hizo hincapié varias veces el alcalde de Úbeda diciendo que el presidente de los festejos de la plaza de toros estaba cumpliendo en todo momento y con todo rigor con el reglamento taurino para que de esta forma no se viese el ayuntamiento de Úbeda implicado en ninguna estafa o fraude por parte de la empresa taurina Víctor Pérez. ¡¡¡Eso no se lo cree ni usted mismo, señor alcalde de Úbeda!!!

 

¡Mire usted señor alcalde!, el presidente que ustedes han puesto este año para presidir los festejos del coso de San Nicasio esta incumpliendo el reglamento desde el primer día y momento, este presidente echó para adelante una corrida de rejones la cual no fue aprobada por el reconocimiento veterinario, falta de hechuras, trapío y peso, no llegando a tener el primer toro de la tarde ni 180 Kilos a la canal, o lo que es lo mismo 390 kilos aproximadamente vivo, eso fue este presidente que usted dijo en la rueda de prensa que estaba cumpliendo totalmente con el reglamento, pero por si fuera poco aprobó el primer festejo de a pie haciendo de lo mismo, sin la aprobación de los veterinarios con los toros, poniendo en el acta “desfavorable por manipulación de astas”. ¡Se lo puedo decir más alto, pero no más claro!, no vengan con cuentos y menos pegando bocados de lobo con la boca cerrada, porque la responsabilidad no es nada más que suya y de su corporación ¿o cuánto tiempo lleva la concejala de festejos componiendo los carteles?, ¡una eternidad!, preocupándose de poner a Cayetano más que de asegurarse de garantizar los festejos de estos días, y de poner algún torero de su localidad que es lo que os obliga el pliego de condiciones y os demanda la localidad de Úbeda, aparte de que cualquier torero de los que están en activo de Úbeda han demostrado tener mucha más cultura y conocimientos hacia la fiesta que usted, con su orgullo de Lobo, de coger la presa y esconderse.

La obligación del ayuntamiento es la de asegurar los festejos en Úbeda y mas habiendo tenido ya una mala experiencia cuando regentaba la plaza de toros de San Nicasio, Martin Berrocal. Por estos motivos y la lealtad que debéis de haberle dado a los ubetenses que son los que os han sentado en el sillón del mandato en el momento que tenéis la comunicación por parte del seguimiento taurino, diciéndo que la empresa de Víctor Pérez no está libre de impuestos e impagos a gente del mundo del toro y no se le permitían ningún permiso para poder regentar la empresa, entonces era el momento oportuno de haber denunciado el contrato de este empresario carroñero, o si me apuran deberéis de haberle pedido los contratos de los toreros a este empresario pero donde justificaran que ya estaban pagados a los toreros, de lo contrario y de no sé de esta manera esta empresa se denuncia y fuera de Úbeda al menos 300 kilómetros a la redonda. Con lo fácil que es otorgarle el contrato de una plaza de toros a cualquier empresario de los tantos que se conocen por sus buen hacer las cosas, que no son pocos, aun sabiendo que todos tienen sus cosillas pero no hasta el punto de suspender una corrida de toros en plena feria por el caprichito de un lobo carroñero.

Ahora señor alcalde y toda su corporación, ¿me dicen ustedes qué solución se le da a esto, y todos los que asistimos a este festejo?, le recuerdo que esto ha sido un palo muy fuerte para la fiesta nacional, pero sin duda alguna para la localidad de Úbeda, y eso le recuerdo que ha sido gracias a usted. Ahora dele usted explicaciones a todo el mundo que fueron a presenciar este festejo y se desplazaron de sitios, unos lejanos y otros menos, porque yo personalmente vi en los aledaños del coso gente de Barcelona, Madrid, Ciudad Real, Granada, Córdoba, Jaén capital y de muchos pueblos colindantes a Úbeda.

Creo que la mejor decisión que usted puede tomar es la de “DIMISION”, ya no es digno de estar al frente de una ciudad como la de Úbeda la cual por su mala gestión política le va a costar penas y llantos poder coger otra vez la honradez que le caracteriza como tal, tanto a esta ciudad tan bella como sus propios habitantes.

Referente al empresario Víctor Pérez, este es un maltratador de la fiesta taurina personas de este tipo sobran en este mundo del toro, desprecio, es poco lo que se merece como empresario cuando se presente a los despachos para querer regentar otras plazas de toros. Acuérdense lo que hizo este empresario en un festival este invierno en Andújar, justamente antes de hacer el paseíllo los toreros se fueron tres de ellos, por los mismos motivos, impagos. Eso sin contar que a un novillero de la zona, le pidió dinero por torear este festival, cuando se sabe más que de sobra que no le cuenta para nada a un torero, ni en seguridad social ni como trofeos los festivales. En fin, los antis, como bien he dicho ya en varias ocasiones, los tenemos metidos dentro de la propia fiesta, unos a sabiendas y otros sin idea alguna pero siempre sabiendo pegar el bocado del lobo para después esconderse sin que nadie le vea.