lunes, 2 de agosto de 2010

Noche de Homenaje al TORO


El Toro es España y España es el Toro. Con esta frase de Victorino Martín García quedó reflejada una noche marcada por un Pregón Taurino que lo fue a la vez  pedagógico en unas vertientes tanto culturales como taurinas. Una lección que debería ser transcrita a una cartilla y ser tomada como la primera que recibiera todo aficionado taurino.
            En la noche del domingo uno de agosto bajo el inigualable marco del Patio Central del Palacio de los Salcedo, se dio lo que es el pistoletazo de salida al ciclo taurino de esta Feria de Baeza 2010.
            El acto estuvo moderado por el insigne aficionado que fuera Presidente de la Plaza de Las Ventas D. Juan Lamarca, quien tras saludar al público asistente e invitados a la mesa presidencial daría paso a la Pregonera del año anterior Dª Dolores Navarro quien se encargara de presentar al Pregonero de este año D. Victorino Martín García.
            D. Victorino Martín García como su padre D. Victorino Martín Andrés, ganaderos más importantes del Siglo XX hasta fecha, son la afición innata, la lucha, la superación, la humildad y sobre todo son el amor por lo que hacen, porque estos ganaderos simple y llanamente lo que hacen es criar el TORO. Parecerá lo dicho una perogrullada, pero es que precisamente cuando nos quejamos de la exigencia de la Fiesta Nacional, de la persecución de la que es objeto en este momento, lo pensamos y llegamos a la conclusión de que esas situaciones se generan, se ejercen, porque no hay TORO. Entonces ejercer una labor tan importante como es la de Victorino Martín que cría el TORO bravo por excelencia, el TORO de casta, el TORO con presencia y con INTEGRIDAD, señores he dicho INTEGRIDAD, que no es un tema solamente social. En España lo de la integridad moral y ética está por los suelos en otros ámbitos, en el toro como estamos hablando, la integridad física del toro es una entelequia, bueno pues esto es solo  un ejemplo, esas conductas, ese ejercicio de la ética ganadera es lo que permite que la Fiesta perviva porque son ellos la que la sustentan. En cambio los que son partidarios del toro artista, están deseando que los encastes ganaderos del TORO DE VERDAD, tengan un bajón para que prevalezca la comodidad, lo que llaman “toreabilidad”, lo de la embestida “previsible”, lo que es estar “a gusto” en la cara de un toro ¿Cómo se puede estar a gusto en la cara de un toro? Por Dios, entonces es que no es un toro, no se puede estar a gusto en la cara de un toro. Delante de un TORO que sea un TORO, se le puede dominar, se puede uno jugar la vida, puede perderla, puede triunfar, puede fracasar, pero en tensión, sufriendo, pasando miedo y superando esa circunstancia.
            Siguiendo con el homenaje al Toro que esta noche fue como es de rigor el principal protagonista, Victorino Martín empezó  su intervención dando toda una lección cultural en la que expuso la antigüedad del Toro en las civilizaciones prehistóricas como Altamira en Santander, pasando por Egipto, la cultura micénica con los ejemplos de la Isla de Cnosos y Mesopotamia, llegando a la expresión del rito más avanzado en lo que hoy conocemos con la representación de lo que son nuestras corridas de Toros.
Hablar de Fiesta es hablar del rito sacrificial que tiene el Toro, porque una corrida de Toros es un rito sacrificial que se pierde en los anales de los tiempos, el concepto Toro es tan antiguo como las civilizaciones mediterráneas y ha ido evolucionando con los distintos años y las distintas sociedades.
            Victorino Martín conceptuó al Toro como base de la Fiesta, sin Toro no hay nada.
            Continuó; en que el Toro debe tener la máxima importancia, el protagonista principal de este rito, cuanta más importancia tiene el Toro, más importancia tiene todo lo que se le hace, por lo tanto del mismo modo la tiene nuestra Fiesta. El rito en sí es una representación, una metáfora de lo que es nuestra propia vida, no es por casualidad que la vida de un toro tenga tres tercios, la vida de cualquiera de nosotros tiene tres tercios. Hay un primer tercio en que llegamos al mundo, no sabemos ni de dónde venimos ni a donde vamos, nos pegan tortas por todas partes y eso viene representado un poco por la suerte de varas. Hay un segundo tercio en el que ya nos paramos, en vez de ser castigados nos dan un tiempo para refrescarnos que ese es el segundo tercio, el de banderillas que curiosamente antiguamente se llamaban avivadores porque ese tercio de banderillas es un respiro que se le da al Toro, que galopa siguiendo a un hombre a cuerpo limpio y apenas se esfuerza y apenas se castiga, entonces ese es un segundo tercio que se corresponde con nuestra vida; y el último tercio es el que va ya desde que exactamente sabemos dónde estamos, lo que queremos hasta el final de nuestros días y ahí sale el verdadero fondo de cada uno, unos se van a tablas, otros echan las manos por delante, pero los más bravos pelean hasta el último aliento, hasta la última gota de sangre y siguen peleando por conseguir sus ideales y sus sueños. Al mismo tiempo, como es una representación de la vida, como es un rito, nos sirve de hilo conductor para nosotros mismos; pienso que cuando nacemos como he dicho antes llegamos a un mundo en el que no tenemos información, no tenemos nada, ni de dónde venimos ni a donde vamos y tenemos una serie de bastones en donde nos apoyamos. El primer bastón es el de la educación que nos dan en nuestras casas, nuestros padres, nuestros abuelos, nuestra familia. Otro bastón es la religión, que nos sirve de guía en el camino y los que tenemos la fortuna de haber vivido este rito sacrificial, esta maravilla, este patrimonio de todos nosotros que es la corrida de toros, tenemos también la gran suerte de haber sido educados en un ambiente con una escala de valores tremendos, siempre he defendido y defenderé las corridas de toros como escuela de valores, como valores que se trasmiten.
Curiosamente casi siempre los que han llevado a los niños a los toros han sido los abuelos, ha sido la trasmisión de las costumbres, de la forma de entender la vida, de la forma de reaccionar ante los distintos retos que la vida nos impone, y eso; viene muy plasmado en la corrida de toros.
Estos y otros muchos conceptos respecto a la relación que tiene el Toro con nuestra propia vida y nuestro carácter latino pusieron de relieve la importancia tanto del Toro como de las corridas de toros en nuestro país.
Para finalizar y como guinda al colosal Pregón Taurino, me quedo con una frase:”EL TORO ES ESPAÑA Y ESPAÑA ES EL TORO”.


Muchos y buenos aficionados de Baeza y Úbeda se dieron cita en tan importante evento taurino.



















 



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