miércoles, 18 de agosto de 2010

Festejos Feria de Baeza


Domingo 15 de agosto, 3ª de Abono. Corrida de Toros

Ficha del festejo:

Toros de Victorino Martín. 
Antonio Ferrera.- Dos orejas y dos orejas  rabo.
Luís Bolívar.- Silencio y dos orejas.
Iván Fandiño.- Oreja y oreja.
            
Por fin hemos visto TOROS en Baeza. Ya lo anuncié en el artículo de Pre-Feria publicado en este mismo medio: Solo quedaba esperar que los “victorinos” para Baeza vinieran en las condiciones mínimas exigidas por cualquier aficionado en cuanto a presentación para que la tarde fuera todo un éxito, y así ha sido artísticamente hablando porque en cuanto a afluencia de público solamente 1000 espectadores de pago, estuvieron presentes en un coso que ronda según fuentes consultadas las 6.000 a 6.500 localidades. 
Lo escribió Bocanegra:
A una ganadería de verdad como la de Victorino Martín “el sistema” la mandó al hoyo, al igual que hicieron con un torero de verdad como El Cid. Parece que la casta, la integridad del toro, la pureza y el clasicismo en el toreo molestan al dogma de la suma importancia del destoreo moderno ante el “chochillo” modélico. Si a cada ganadería que falla dos veces seguidas, y si a cada torero que tiene altibajos, los castigaran como al de Galapagar y como al de Salteras, no se podría acartelar ninguna feria de España. 
El ya legendario ganadero, creador de un encaste propio desde la reata y pelaje de los albaserradas, se va quitando el palo de sus enterradores en sus últimas corridas en Santander, Dax, y esta semana en Baeza. Ahora le esperan San Sebastián y Bilbao para seguir con la remontada. 
A Victorino hijo, le correspondió hace unos días pronunciar en la ciudad el Pregón Taurino que organiza el Círculo de Baeza, y su franqueza respecto a la línea de actuación de la casa y la permanencia en los valores que han forjado su ganadería, lo colocaba en grave aprieto ante su anunciada comparecencia en la feria de Ntra. Sra. del Alcázar. Pues mire usted por dónde, ni Victorino engañó a nadie, ni sus toros se la han jugado. El triunfo ha sido rotundo en la tarde del debut con una vuelta al ruedo del 4º de la tarde, tres toros más aplaudidos en el arrastre, y tres toreros a hombros -ninguno sacó a saludar al mayoral- Antonio Ferrera, Luis Bolívar, e Iván Fandiño, tras la consecución ocho orejas y un rabo del encierro lidiado. 
Cinco toros buenos, unos más y otros menos, que cumplieron con los montados a pesar de su desastrosa lidia por el mosqueo de las cuadrillas.
 Salió un garbanzo negro, el manso segundo, feo y sin hechuras, un buey abufalao. Lo demás, de desigual presentación y caras normales, ofrecieron el espectáculo ansiado por el aficionado por la movilidad y casta de las reses, unido a las condiciones de nobleza que sueñan los toreros en las embestidas de los victorinos, sobre las manos, humillando y con fijeza. 
No olvidará Antonio Ferrera a su segundo toro, al que le cortó el rabo, y las mulillas lo pasearan por el ruedo. Desde su encuentro con el capote mostró el albaserrada sus nobles credenciales para que el extremeño lo lanceara cuantas veces quiso, y con la muleta se rebozara con él desplegando toda su tauromaquia, con temple, entrega, variedad y alegría conectada a los tendidos. 
En su buen primero, si la fea estocada desmerecía el doble premio de orejas, su completa faena y el juego de su oponente hicieron que el público y el presidente olvidaran el detalle. 
Lo más meritorio lo hizo Bolívar ante el toro más exigente, un victorino en estado puro, al que el caleño tuvo que emplearse para poderle, someterle y llevarlo toreado por ambas manos en series ligadas bien abrochadas por los forzados de pecho. Las condiciones del toro no permitieron concesiones a la galería, por lo que la solidez, firmeza, y sobriedad de Bolívar limitaron la excitación del respetable para la petición de mayor premio al de las dos orejas conseguidas. Ayer, visto lo visto, el recordado Manolo Cano no le hubiera espetado lo que en sus comienzos novilleriles: Bolívar, o cambia usted de nombre, o cambia de actitud.
Muy bien estuvo el vizcaíno Iván Fandiño – Un viva Bilbao, salió del tendido, y el de Orduña sonriente contestó: Sí pero con arte. Y así quiso interpretar su toreo, con valor y buen gusto frente al tercero, de más corta e incierta embestida, y frente al flojo y facilón, aunque repetidor sexto. 
Que no estaba muerto, que no…que estaba tomando cañas, dice la letra rumbera de Peret. De muerto res de res, además el viejo cateto de Galapagar la cerveza ni la probó, pero los artesanales helados baezanos fueron degustados uno tras uno en el día de la Asunción de la Virgen María, con la misma sonrisa picarona que alumbraron su rostro las embestidas de su toros sobre el ruedo de Baeza.

 


 Antonio Ferrera en un buen lance

 Luís Bolívar en el 5º

 Iván Fandiño

 Mosquito, Nº 21 de 570 Kg. Si a los toreros hay que medirlos por el toro que tienen delante, no me cabe la menor duda que Luís Bolívar y este ejemplar de Victorino han sido los triunfadores absolutos de esta Feria Taurina 2010.



No hay comentarios:

Publicar un comentario