Visitar
la Finca Cerropelado, donde pastan las reses de los Sres. Herederos de D.
Gregorio Garzón, los señores D. Iñigo y D. Javier Garzón, es siempre un placer.
La tarde fue sensacional, buena temperatura, cuatro reses extraordinarias y dos estilos de torear con el que pudimos disfrutar los invitados al tentadero.
En
esta ocasión hemos tenido como invitado y digo “hemos tenido”, porque después
de quince años visitando la finca, asistiendo y colaborando a cuantas tareas
conllevan las reses bravas como pueden ser la alimentación, saneamientos,
herraderos y tentaderos, con el beneplácito, por supuesto, de los señores
ganaderos, puedo considerarla “mi casa”.
Una
casa y unos señores ganaderos que me ofrecen todo lo que puede soñar un
aficionado a los toros, conocimientos, experiencia, saber sobre la cría y
comportamiento del toro bravo; además de poder disfrutar muchas tardes de
tentadero con unos muletazos de mejor o peor trazo, pero que hacen sentirme el “torero”,
la persona, más afortunada del mundo.
Pues
como decía tuvimos la grata visita de un Matador de Toros que, aunque
granadino, forma parte de nuestra cabaña brava jienense; como ya habrán
adivinado, se trata de David Fandila “El Fandi”.
Como
es habitual en esta casa, el señor ganadero y el torero invitado suelen
compartir tentadero. Y aunque el torero sus faenas las realiza para que el
señor ganadero pueda observar las condiciones de la vaca en un toreo totalmente
distinto al que se realiza en las plazas de toros, vemos a un ganadero,
realizando sus faenas al más puro estilo campero como podremos ver a
continuación en el reportaje fotográfico.
Aquí
vemos a D. Iñigo Garzón en unos muletazos a una de las vacas tentadas.
El
maestro “Fandi” nos deleitó del mismo modo con unas faenas de quietud, temple y
elegancia en sus muletazos.
En
estas imágenes podemos ver al picador de la casa Santiago Sánchez en su
intervención, como siempre, bien colocado, llama a las vacas y echando el palo
adelante como mandan los cánones, pone unos puyazos de sobresaliente.
Llega
la hora de los invitados y los hijos de los señores ganaderos, buenos
aficionados, también intervienen saliendo a hacer sus faenas.
Aquí
vemos a “Iñiguito” Garzón, hijo de D. Iñigo Garzón.
Ahora
toca el turno a Javi Garzón, hijo de D. Javier Garzón.
Posteriormente
tiene oportunidad de demostrar sus conocimientos toreros el buen novillero con
picadores de Linares, Jesús Llobregat. Torero que atesora finura y elegancia en
todo lo que hace.
Llega
mi momento y he de agradecer tanto a los señores ganaderos como a los jóvenes
chavales, que debido a mi edad, no guardo turno entre los “tapias” asistentes; con
la consiguiente certeza que jamás “avisaré” vaca alguna y me ofrecen el poder
salir a intentar dar un par de tandas y quedarme satisfecho, algo que les
agradezco a todos, pues comprenden que una vaca a la que se le tengan que tener
en cuenta varios puntos profesionales, en mi persona es del todo imposible, las
vacas suelen tener todos los años la misma edad, pero yo y más a mi edad, cada
año me pesa más la muleta.
Para
finalizar el día, los señores ganaderos reúnen a los invitados a un refrigerio donde
la tertulia y el conocimiento taurino para los más neófitos es esencial en un
aficionado.
El
toro bravo sigue siendo el gran protagonista.
Feliz jornada la transcurrida, en especial para los jóvenes Iñigo y Javi a los cuales
el maestro “Fandi” obsequió una de sus muletas con una bonita dedicatoria.