.- Ayer sábado estuvimos en la “Pequeña Joya”
como llamó “Manolete” a la Plaza de Toros de Villanueva del Arzobispo, donde se
celebró la corrida anunciada para su Feria.
Se lidió un encierro del ganadero Sancho Dávila, bien
presentado para este tipo de plaza, de juego variado, sobresaliendo los
lidiados en 2º y 6º lugar.
CURRO DIAZ: El torero de
Linares levanta la plaza en unos profundos ¡olés! Nada más abrirse de capote
ante su primero, profundidad y sentimiento en cada lance.
El toro toma el caballo con genio y en la muleta no
sabemos si debido a un problema óptico o a alguna lesión producida en la lidia,
se muestra con poca fuerza y poco recorrido.
Curro se compromete en sacar faena sin conseguirlo
por las condiciones adversas del toro que se queda totalmente parado.
Detalles de Curro ante la imposición del toro que no
ha servido.
El fallo a espadas le priva de trofeos y es obligado
a saludar desde el tercio.
En su segundo nuevamente Curro Díaz revoluciona el
tendido al abrirse de capa.
El toro recibe un puyazo justo y medido de parte del buen picador de Navas de San
Juan, Agustín Collado.
Faena y toro para aficionados de los de verdad.
Cumbre, Curro con este toro que no ha sido nada fácil y el diestro sin molestar
ha hecho que el toro tome la muleta sacando unos muletazos de escuela.
Hoy hemos visto un Curro en maestro de los grandes
ante un toro que ha tenido mucha emoción y ha llegado con fuerza a los
tendidos.
Excelente estocada en su sitio que hace rodar sin
puntilla.
El toro es aplaudido en el arrastre y el torero es
premiado con las dos orejas.
ALBERTO LOPEZ
SIMÓN:
El torero de Barajas recibe de buenas verónicas rematando de media muy torera a
su primero, galleando para ponerlo ante el piquero.
En el tercio de banderillas es obligado a saludar
Vicente Osuna que pone unos pares arriesgados ante un toro que cortaba y echaba
la cara arriba.
Toro muy noble al que Simón en sus inicios doblándose,
intenta hacer el buen toreo por abajo y al no permitírselo el toro se mete en
terrenos del toro y le realiza una faena en una baldosa, el público encantado
con la valentía del torero que al matar de una estocada le premia con una
oreja.
A su segundo, imposible estirarse de capote al
quedarse corto en sus embestidas y revolviéndose raudo; como antiguamente la
cuadrilla se hace cargo de la lidia.
Tres entradas realiza el toro al caballo saliendo
suelto en todas ellas.
Un toro que no daba esperanza alguna y ante el que Simón
no elude ningún pitón en su faena ante una embestida noble pero incierta no
llegando a terminar el muletazo largo que intentaba el torero.
Se queda corto y Simón le consiente con mucha
torería.
Mata de estocada y nuevamente corta una oreja.
GINES MARIN: Bellos lances
de capa saliéndose a los medios con el toro y rematando de media verónica a
pies juntos de Marín a su primero.
Puyazo justo y medido de Guillermo Marín.
Muy toreros inicios de Ginés Marín doblándose ante
el de Sancho Dávila.
Toro más manejable que los anteriores ante el que el
diestro realiza una buena faena por ambos pitones.
Marín le puede al toro y finaliza la faena descarándose
con él.
El fallo con los aceros le priva de trofeo y es
ovacionado teniendo que saludar desde el tercio como premio a su buena labor.
Su segundo, un bonito ejemplar colorao que en sus
inicios se queda parado ante el capote que le ofrece el torero que no puede
completar la buena tanda de lances de recibo.
Puyazo justo, medido y en su sitio de Agustín
Navarro, otro buen piquero de la tierra.
Ginés Marín realiza un quite de tres verónicas rematadas
de media muy torera ya con el toro más ahormado.
Buen tercio de banderillas protagonizado por Antonio
Manuel Punta y Manuel Izquierdo que son obligados a saludar desde el tercio.
Toro noble y un torero entregado que ha realizado
una faena la cual ha brillado a gran altura, lástima de ese tranquito más que
le ha faltado al toro, porque hubo un conato de indulto que al final no pudo
producirse.
El toro tomaba la muleta con nobleza y Marín lo ha
entendido perfectamente realizando una sobresaliente faena.
Estocada de libro marcando bien los tiempos y
entregándose en el embroque.
La plaza es un clamor y es premiado con las dos
orejas y el rabo de un buen toro que es premiado con la vuelta al ruedo.